lunes, 7 de octubre de 2013

Pasos de fe - Devocional - Vídeo

La vida cristiana se vive a través de la fe desde el primer minuto hasta el último. Nadie, absolutamente nadie, puede llamarse cristiano si no existe la fe en él. Una fe que caracteriza a todo cristiano.
La fe es indispensable para cada uno de nosotros, y cuando hablamos de fe, hablamos de confianza o seguridad, pues por fe hemos creído en Dios. Pero cuando permitimos que la duda sea protagonista en nuestra vida estamos dejando a un lado la fe, porque duda y fe no son compatibles, sino todo lo contrario, son términos totalmente opuestos.
La Biblia dice: “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” Hebreos 11:6 (Reina-Valera 1960).
Estos días he reflexionado en el hecho de que Dios puede y quiere hacer milagros sorprendentes en nuestra vida, pero para ello necesita que nosotros demos pasos de fe, necesarios para poder ver concretado ese milagro. 
Y cuando pensaba en esto, Dios me inducía a reflexionar sobre diferentes hechos que sucedieron hace muchísimo tiempo, registrados en la Biblia, y en cada uno de ellos veo cómo esos hombres se atrevieron a dar pasos de fe, y como consecuencia vieron actuar la mano poderosa de Dios. Porque se necesita FE para avanzar aunque el panorama sea en nuestra contra, o aunque las circunstancias nos quieran llevar a dudar de que algo bueno puede suceder en medio de las dificultades.
Por ejemplo, veo en la Biblia a un Abraham, que siendo de avanzada edad y teniendo una esposa llamada Sara, también de avanzada edad y estéril, dio pasos de fe creyendo la promesa de Dios de que le daría descendencia. (Génesis 15).
También veo en la Biblia a un Moisés obedeciendo a Dios, sacando a Israel de la esclavitud, parado frente a un mar y siendo perseguido por el ejercito egipcio; sin embargo, Dios le ordena que levante la vara que llevaba consigo en dirección al mar, y al obedecerle, Moisés ve cómo se abre en dos. Ahora eran los israelitas quienes tenían que dar los pasos de fe, creyendo y confiando en Dios en que al a travesar ese camino seco en medio del mar, este no caería sobre ellos. La mayoría hemos aprendido la historia sólo por el hecho de que el mar se abrió en dos, pero yo quiero ir más allá: ¿Acaso no se necesitaba fe para caminar en medio de esas dos paredes de agua? ¡Claro que sí!, se necesitaba fe para creer que no morirían ahogados, todo el que pasó por allí tenia que tener fe. Por lo tanto, la parte de Dios es hacer el milagro (abrir el mar en dos), y la nuestra es caminar por fe para que ese milagro sea completo. (Éxodo 14)

De la misma forma que estas dos historias podría contar más, como la de Josué y los muros de Jericó, como la de Noé construyendo un arca en una tierra donde nunca había llovido, la de Pedro caminando sobre las aguas, y otras historias que nos muestran que para ver un milagro completo se necesita dar pasos de fe.

¿Qué estás esperando para dar los pasos de fe que tengas que dar?

A lo mejor llevas meses o años esperando una “confirmación” del cielo, para dar ese paso que Dios ya te dijo que dieras hace mucho tiempo. Dar pasos de fe es tener el valor de creerle a Dios que su promesa se cumplirá; ¡ojo con esto!, fíjate bien: “Es creerle a Dios que su promesa se cumplirá”, no es que esa promesa ya esté cumplida o que se está cumpliendo en este momento, sino que se cumplirá, pero para ello tienes que dar pasos de fe, creerle a Dios, tener valor para hacer lo que tengas que hacer, porque Dios te respaldará. Él te lo prometió.
No esperes más, yo soy quien te ha traído hasta aquí y soy quien te respaldará, no tienes que temer, no tienes que dudar, sólo ten valor, esfuérzate porque Yo cumpliré mi propósito perfecto en tu vida.
¡Es hora de caminar por fe!, es hora de que des esos pasos de fe que tanto tiempo he esperado que des, es hora que confíes en mí ciegamente porque Yo jamás te voy a defraudar. Recuerda que fui Yo quien te di esa promesa. 
Y si el Señor es quien te lo dice, ¿no cumplirá?, ¡Vamos!, ¡camina por fe!
Cuando la fe aparece, la duda se esfuma, cuando el valor se hace presente, el temor escapa, cuando decidimos creerle a Dios, el enemigo tiembla,... porque lo que Dios hará con nosotros es algo maravilloso y nos hará hacer historia.

¡Camina hoy por fe y no te detengas!


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