-¡Qué lástima que Dios no haya creado más hienas! Ellas sí que son buenas, nunca nos hacen daño.
-Tienes razón. En cambio los patos son terribles. Les tengo pánico porque han matado a varios amigos y familiares.
-Aunque en realidad sería mejor que hubiera más tigres y leones, ya que son animales nobles y a su lado uno se siente tranquilo.
-Así es, a diferencia de los gallos y gansos, que esos sí que no tienen corazón, ya que siempre se obstinan en perseguirnos con saña. La verdad es que les odio.
-Yo también siento escalofríos al lado de ellos, lo que nunca me sucede al lado de una amable pantera o un inofensivo leopardo.
Hay que aclarar que esta charla fue protagonizada por dos gusanos.
Esta simple y animada historia, a veces puede reflejar ciertos aspectos de nuestra vida. Por ejemplo, cuando desde nuestro punto de vista opinamos sobre personas o situaciones, vemos las cosas bajo nuestra óptica y la consideramos nuestra verdad, aunque la realidad pueda ser muy distinta a nuestra opinión. Un dicho popular dice que "todo depende del color del cristal con que se mire".Y a veces estamos tan afectados por las circunstancias del día a día, que todo termina influyendo en nuestra visión de lo que nos rodea. Y en ese estado de negatividad, es dificil vislumbrar una solución o ver la mano de Dios extendida para ayudarnos. Por eso la mayoría de las personas culpan a Dios, creyendo que Él se ha olvidado de la necesidad de sus hijos o que les ha castigado a causa de algún error cometido. Pero esta es una mirada muy particular de la vida; así como el gusano, estaríamos viendo una realidad muy distorsionada.
Dejemos de mirar la vida desde la perspectiva de nuestro dolor y permitamos que sea Dios quien nos sane, restaure y actúe. Porque aún no es el final y la vida está llena de momentos hermosos, de personas importantes y sobre todo de bendiciones por parte de Dios.
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Jeremías 29:11
Abre bien los ojos, mira las cosas como son en verdad y no como estás tú. Dios tiene planes de bien para tu vida.
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