martes, 8 de octubre de 2013

La vasija invaluable - Devocional

En cierta oportunidad, un maestro narraba a su clase la historia de una antigua vasija de cerámica de inestimable valor, por la que se había pagado una fortuna en una subasta pública. La vasija había sido usada durante años por un mendigo que acabó sus días en la miseria, totalmente ignorante del valor de aquel objeto con el que había pedido limosna.
Uno de los alumnos, no entendiendo la enseñanza que había en sus palabras, le preguntó qué era lo que representaba esa vasija, a lo que el maestro respondió:
vasija
-“A ti mismo. Tú concentras toda tu atención en el insignificante conocimiento que adquieres de los libros y de los maestros. Sería mejor que le prestaras más atención a la vasija en la que lo guardas”.
Es decir, hay muchas personas que se han pasado la vida trabajando, estudiando, afanados en juntar riquezas, presas del estrés, del agotamiento físico y emocional..., creyendo que su verdadero valor estaba en las posesiones y olvidando que su vida es ya de por sí de un valor inestimable.
Pues no importa cuánto estudiemos o trabajemos, ni lo mucho o poco que acumulemos, que lo importante es cuidar y cultivar nuestro ser interior. 
Dios puso en ti cosas únicas e invaluables, no permitas que los afanes de la vida o el mal momento que estás pasando te hagan olvidar quién eres.
“Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás”. Efesios 2:10 (NTV)
Nunca olvides cuán valiosa es tu vida, eres la obra maestra de Dios y  fuiste creado para grandes cosas. Tu valor va mucho más allá de tus posesiones o de tu apariencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario