viernes, 25 de octubre de 2013

La Práctica de la Presencia de Dios-7ª Carta escrita por Nicolás Herman, Hermano Lorenzo - Vídeo

La Práctica de la Presencia de Dios-7ª Carta escrita por Nicolás Herman, Hermano Lorenzo, a Fray José de Beaufort, representante del arzobispado local, hace más de 300 años.

Tengo una gran compasión de ti. Será de gran importancia si dejas el cuidado de tus asuntos a M--, mi amiga monja, y pasas el resto de tu vida solamente adorando a Dios. Él no requiere grandes cosas de nosotros, recordarle un poco de vez en cuando, y un poco de adoración, como a veces orar por su gracia, otras para ofrecerle tus sufrimientos, y a veces para volver a Él agradeciéndole por los favores que te ha concedido (y todavía te concede) en medio de tus preocupaciones, y para consolarte con Él tan frecuentemente como puedas. 

Eleva tu corazón a Él, hasta durante tus comidas, y cuando estás en compañía de otros; hasta el más pequeño pensamiento puesto en Él le será aceptable. No necesitas clamar en voz alta, Él está más cerca de nosotros de lo que nos damos cuenta.
Para estar con Dios no es necesario estar siempre en la iglesia; nuestro corazón puede ser el oratorio adonde podemos retirarnos de vez en cuando para conversar con Él en mansedumbre, humildad, y amor. Cada uno es capaz de mantener una conversación familiar con Dios, algunos más, otros menos: Él sabe lo que podemos hacer. Entonces, comencemos; quizás Él no espera nada más que una generosa decisión de nuestra parte. ¡Sé valiente!

Tenemos poco tiempo para vivir, tú ya estás cerca de los sesenta y cuatro años y yo casi tengo ochenta. Vivamos y muramos con Dios; si estamos con Él, los sufrimientos serán dulces y agradables para nosotros, y sin Él, el mayor placer será un cruel castigo para nosotros. Sea bendito por todos. Amén.

Acostúmbrate a adorarle gradualmente, a suplicar por su gracia, a ofrecerle tu corazón de vez en cuando, en medio de tus trabajos, y a cada momento si puedes hacerlo. No te confines escrupulosamente a ciertas reglas, o formas particulares de devoción, y actúa con una amplia confianza en Dios, con amor y humildad. Ten la seguridad de que cuentas con mis pobres oraciones, y que soy vuestro siervo, y tuyo particularmente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario