“El Señor le respondió: Yo mismo iré contigo, Moisés, y te daré descanso; todo te saldrá bien.”
Éxodo 33:14 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Cuando DIOS llama a alguien para una tarea se asegura que la gloria sea para sí, en el sentido de que lo obtenido fue producto de Su amor, Su misericordia y dominio. Por lo que aquello que el SEÑOR escoja como propósito/misión para los suyos, siempre estará fuera del alcance sólo de nuestros esfuerzos humanos. Y cuando el creyente no entiende esto, pone sobre sí un peso que no le corresponde y le aplastará. Por el contrario, cuando se entiende que la llamada de DIOS a los suyos es un regalo que se obtiene por misericordia, y que el SEÑOR puede y quiere hacerlo, independientemente de los fallos o capacidades del creyente, entonces se encuentra reposo.
Existen muchos ejemplos del favor de DIOS sobre la vida de los suyos, que dejan claro que sólo por Él cumplieron sus propósitos. Era imposible que un pastor de ovejas llegara al trono de Israel y se convirtiera en el primer rey de su dinastía, fue así únicamente por el favor de DIOS sobre David. Cuando el pueblo de Israel conquistó la tierra prometida, era un pueblo que había sido recién liberado de su esclavitud, sumado a que ellos no contaban con armamento apropiado de la época, sin embargo DIOS peleaba por ellos, para que así el SEÑOR se quedase con la gloria. Cuando los apóstoles del SEÑOR daban cátedras teológicas a los fariseos y maestros de la ley, éstos últimos no podían entender cómo hombres sin estudio les apabullaran de conocimiento, de no ser por la gracia de DIOS.
Porque el favor de DIOS abre puertas donde no las hay. El favor de DIOS es suficiente para obtener lo que se necesita, pero hay que creerlo. Al SEÑOR le interesa que los suyos encuentren contentamiento, gozo en sus labores, y que no se esfuercen de más, sino que descansen en Él.“Si el Señor no construye la casa, el trabajo de los constructores es una pérdida de tiempo. Si el Señor no protege la ciudad, protegerla con guardias no sirve para nada. Es inútil que te esfuerces tanto, desde la mañana temprano hasta tarde en la noche, y te preocupes por conseguir alimento; porque Dios da descanso a sus amados.”
Salmos 127:1-2 (Nueva Traducción Viviente).
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