Todo lo que tenemos en este
mundo le pertenece a Dios. De Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo y los
que en él habitan” (Salmo 24:1). Del mismo modo que el dueño de una propiedad le
confía a sus trabajadores que la cuiden, así Dios nos confía lo que nos ha
dado: salud, dinero, tiempo y habilidades. La Biblia nos dice que Dios nos da
para que nosotros demos a otros: “Te bendeciré…y serás bendición” (Génesis
12:2).
Debemos amar a otros usando
los medios y recursos que Dios nos ha dado a nosotros, y lo hacemos por amor y
agradecimiento a Dios por las cosas con las cuales nos ha bendecido.
La Biblia describe lo que se
nos ha dado como semilla y nos dice que "es Dios quien da semilla al que
siembra" (2 Corintios 9:10). Cuando usted siembra una semilla, la pierde
temporalmente en la tierra pero después se convertirá en una fruta
maravillosa. De la misma forma, cuando de buena gana le ofrece a Dios su tiempo, dinero o
posesiones, Él bendice lo que usted ha ofrecido y lo convierte en un buen fruto. Puede dar ofrendas a su iglesia local, a cristianos que trabajan
predicando el evangelio o a los necesitados. ¡Mientras da de lo que tiene a
Dios, estará haciendo una inversión eterna, porque el reino de Dios no
tiene fin!
Versículos
Clave
“Y recordar las palabras del
Señor Jesús, que dijo: "Más bienaventurado es dar que recibir".
Hechos 20:35
Respondiendo el Rey, les dirá:
"De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos
más pequeños, a mí lo hicisteis". Mateo 25:40
Cada uno dé como propuso en su
corazón: no con tristeza ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre. 2
Corintios 9:7
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