jueves, 29 de agosto de 2013

Tocando a otros a pesar de … - Reflexiones - Vídeo

Mi corazón estaba más atormentado de lo que jamás pensé podría estar. Estaba sentado en la sala de espera de la Unidad de Cuidados Intensivos a las 3:00 de la mañana, después de que mi hijo se viese involucrado en un accidente automovilístico. Él luchaba por su vida, mientras su hija, mi única nieta, trágicamente había perecido en el accidente. Y mis pensamientos, temores y dolor no me dejaban conciliar el sueño.
refle ayuda09Mientras estaba sentado allí, preguntándole a Dios por qué, Él me reveló Su gracia y paz. Allí se hallaba un hombre, que más tarde descubrí, había luchado contra un cáncer durante 7 años, había perdido a su esposa también por el cáncer y tenía a su propio hijo en coma en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Sin embargo, este hombre se acercó a mi esposa y a mí y nos preguntó si necesitábamos una sábana o una almohada.
El hospital en Fort Worth, Texas, le permitía a la gente “acampar” literalmente en la sala de espera de la Unidad de Cuidados Intensivos, y como éramos nuevos en la materia no estábamos al tanto de esos detalles. Ese hombre, quien todavía llevaba una enorme carga, se desemperezó y puso su fe en acción, aún en medio de su propio desespero.
Dios me mostró, a través del simple acto de bondad de este hombre, que Él se basta para sacarnos adelante de cualquier situación. Mi hijo sobrevivió y enterramos a nuestra nietecita de un año.
En medio de todo aquello vi a Dios manifestarse y ofrecernos esperanza, aún en nuestra hora más oscura. Este simple acto de bondad me demostró que Dios puede obrar a través nuestro, aunque nuestras cargas nos tengan literalmente tirados en el suelo.


Y se nos olvida que otros luchan más que nosotros, sufren más que nosotros y podrían llorar más que nosotros, y a pesar de todo no retroceden, sino que han entendido la bendición que supone tocar a otros, aunque sólo sea con gestos y detalles pequeños, pues podrían causar un cambio de rumbo en sus vidas.
Y él dijo: Bendita seas tú de Jehová, hija mía; has hecho mejor tu postrera bondad que la primera, no yendo en busca de los jóvenes, sean pobres o ricos. Ruth 3:10
Dijo David: ¿Ha quedado alguno de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia por amor de Jonatán? 2 Samuel 9:1
Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros. Romanos 15:14

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