sábado, 31 de agosto de 2013

Te extrañaba - Reflexión - Vídeo




¿Por qué has tardado tanto?
Quería estar contigo,
abrazarte, escucharte, ayudarte
pero tú me ignorabas, y estabas tan ocupada
que sólo hacías tus tareas diarias.

¿Por qué no llegabas
al lugar de nuestro encuentro,
en lo íntimo, en lo secreto,
donde siempre renuevo tus fuerzas?

Hacía bastante tiempo que no venías,
y me gustaría que te me acercaras más,
que me tomaras en cuenta para todo.
Quiero ser tu mejor amigo, el más sincero.

¿Por qué has tardado tanto?, te extrañaba.
Quiero llenarte de poder,
pero sólo me llamas una vez a la semana
y pasas rápidamente.

Quiero que me anheles,
así como anhelas otras cosas,
porque yo soy tu Consolador
y siempre intercedo por ti.

Atentamente, El Espíritu Santo

Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Romanos 8:26 (NVI)

No hay comentarios:

Publicar un comentario