domingo, 4 de agosto de 2013

El Viaje Hacia Mis Sueños - Crecimiento personal-espiritual

“Si usted desea viajar lejos y rápido, ligero de viaje, quítese la envidia, celos, la falta de perdón, el egoísmo y el miedo.” Glenn Clark
El primer grupo de personas que decidieron hacer el curso "Vida Extraordinaria" lo han terminado recientemente, y ha supuesto una gran satisfacción ver cómo ellos caminan hacia sus sueños.
En ese caminar, una de las lecciones que aprenden es a despojarse de la vida ordinaria y comenzar a vestirse de lo extraordinario. No se puede llegar a una vida extraordinaria enfocado en el pasado, sino que se llega a esa clase vida con el compromiso de mantener siempre encendida la nueva llama.
Esta es la historia de un hombre que se fue a la India y vio el palacio de un rey lleno de oro, con cuadros preciosos, y que tenía gran cantidad de diferentes tipos de ornamentos muy valiosos. Estaba sorprendido por la gran prosperidad que había en ese reinado, tanto que se acercó como un súbdito cualquiera y le preguntó al rey: ¿cómo es que tiene tanta prosperidad, que en este palacio de 400 metros no se ve más que oro y cosas valiosas?
El rey le dijo: "bien, te voy a mostrar cuál es el secreto de mi éxito, y te voy a pedir que vayas y recorras todo el palacio. Eso sí, quiero que vayas con esta vela encendida; si cuando regreses, después de finalizar todo tu recorrido, esta vela llega apagada, te decapito.
Al hombre le cambió su rostro, su sonrisa ya no existía. Tomó la vela y se fue a recorrer el palacio con gran miedo por su vida.
Al finalizar, después de varias horas, llegó donde el rey, éste le abrazó y le dijo: ¡muy bien!, has llegado con éxito. ¿Te ha gustado mi palacio? El otro contestó: sólo he tenido ojos para mantener la llama encendida.
Y el rey contestó: Ese es el secreto de mi éxito, mantener la llama encendida.
Cuando buscas mantener la llama encendida, significa que buscas mantener la pasión, y la pasión es el combustible que te permite viajar hacia tus sueños. Y para mantener esa llama encendida hay que apartar las cenizas todos los días y colocar leños nuevos para que la llama no se apague.

¿Qué son las cenizas? Las cenizas representan tu pasado, el pensar que todo era mejor hace unos años. Las cenizas representan el ayer y el ayer es historia, y tú ya no puedes cambiar nada. Las cenizas representan las cosas que no te dejan crecer, como la ira, la amargura, la falta de perdón, la envidia, los celos, el querer controlarlo todo, todo aquello que tiende a apagar el fuego del Espíritu. Las cenizas ensucian tu vida. ¿Qué cenizas pueden apagar tu pasión?
¿Y los leños? ¿Qué son? Los leños representan las cosas que pueden hacer que mi corazón se llene de amor, fe y esperanza. Los leños es lo que aviva mi vida hoy, no mañana, porque el mañana no se ve. Los leños son los que me permiten crecer y aprender, y tienen que ver con el carácter: el amor, el gozo, la paz, la paciencia, la benignidad, la bondad, la fe, la mansedumbre y la templanza. Es encantador que La biblia dice que contra tales cosas no hay ley, es decir, que si las practico, que si las añado a mi vida voy a vivir en libertad. ¿Qué leños necesitas añadir hoy a tu vida?
Ahora bien, tanto el quitar las cenizas, como añadir leños cada día no es fácil, requiere trabajo; así mismo, nuestros sueños requieren pasión para lograrlos, requieren esfuerzo.


"Esfuérzate por ser tan fuerte que nada pueda perturbar tu tranquilidad. Por ser demasiado sabio para preocuparte, demasiado tolerante para el odio, y muy valiente para tener miedo. En resumen, esfuérzate para ser feliz." Anónimo
¿Cómo está siendo tu viaje hacia tus sueños?
¿Estás tratando de viajar con tu pasado encima, el pasado del no puedo, el pasado de las circunstancias?,
o ¿estás diseñando tu futuro, el futuro que es posible con disciplina, desprendimiento, discernimiento?
¿Estás viviendo tu propósito?
Cuando tú descubres tu propósito, puedes mantener la llama encendida.
Hoy es el mejor día para elegir ir tras tus sueños, para avivar la llama de los mismos.
”Por eso te recomiendo que avives la llama del don de Dios que recibiste…” 2 Timoteo1:6 (NVI)

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