lunes, 8 de julio de 2013

Expectativa Espiritual - Devocional - Vídeo

Como iglesia moderna necesitamos cargar nuestros corazones de expectativas. Cargarnos de este tipo de sentir en nuestra vida espiritual. La expectativa, no solamente en el espíritu sino también en lo físico, te posiciona para recibir aquello que Dios quiere darte.
La expectativa es “la espera activa”, no es que yo me quede esperando que pase algo, sino que hay algo dentro de mí que está en continuo movimiento. “El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva” (Juan 7:38). Es una ebullición espiritual incontrolable, se escapa de mi razonamiento, hay algo dentro de mí que me impulsa a creer que algo está pasando y que no me voy a quedar fuera de eso que está pasando.
expectativa-espiritualUno de los puntos más importantes de la expectativa es que no me deja ser un simple oyente o televidente. Cuando en mi corazón hay expectativa, yo me mantengo en ebullición por lo que está pasando, me mantengo en un movimiento continuo.
Y creo hoy, más que nunca, que necesitamos tener expectativa de lo que hoy, y no mañana, está pasando en el cielo, y es mi responsabilidad manifestarlo en la tierra.
“He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad” (Isaías 43:19).
 Veamos tres puntos esenciales acerca de la expectativa:
1. La Expectativa te Saca del espíritu Futurista.
“Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa. Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. Más también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará. Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero. Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” (Juan 11:20-25).
La verdadera expectativa activa el poder del ahora, del mañana hoy. Jesús cuando le habló a Marta le dijo hoy, no mañana, si realmente crees, hoy resucitará, no mañana. Cuántos creen realmente? Hay gente que suelta este sentir en sus corazones sólo cuando hay algún predicador de visita, cuando viene alguien de afuera ellos sueltan este sentir en sus corazones y reciben.
Hermano, vamos a renunciar al espíritu futurista que mañana va a pasar, porque Pedro al cojo del pórtico del libro de Hechos no le dijo “mira, mañana a las 20 horas hay una reunión de sanidades, vente a la iglesia que te sanamos”, no. Hermanos, dejemos y renunciemos a este espíritu, tengan hoy expectativas de lo que Dios quiere hacer con ustedes. Hoy Dios lo hace, si ustedes sueltan este sentir en sus corazones. Manténganse expectantes.
2. La Expectativa te Saca del Letargo Espiritual.
Letargo: sopor, modorra, adormecimiento.
El letargo espiritual es el adormecimiento de los planes de Dios, del ahora. El pueblo que tenía la bendición de la tierra prometida tuvo que esperar 40 años. Los planes de Dios se durmieron en ellos por la falta de expectativa.
Mira lo que dice la Biblia: “Entonces Jehová dijo: Yo lo he perdonado conforme a tu dicho. Mas tan ciertamente como vivo yo, y mi gloria llena toda la tierra, todos los que vieron mi gloria y mis señales que he hecho en Egipto y en el desierto, y me han tentado ya diez veces, y no han oído mi voz, no verán la tierra de la cual juré a sus padres; no, ninguno de los que me han irritado la verá. Pero a mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y decidió ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde entró, y su descendencia la tendrá en posesión”. (Números 14:20-24).
Ellos atravesaron por diez grandes tentaciones:
  • Falta de fe al cruzar el Mar Rojo.
  • La queja por el agua amarga en Mara.
  • Queja en el desierto de Sin.
  • Recolecta más de la cuota diaria de Maná .
  • Recolecta Maná en el día de reposo.
  • La queja por la falta de agua en Refidin.
  • La idolatría con el becerro de oro.
  • La queja en Tabera.
  • Seguir quejándose por la falta de comida.
  • No confiar en Dios para entrar en la tierra prometida.
El otro espíritu que habla la Biblia es el de Caleb. La expectativa te aleja de la queja y te acerca al clamor que trae la realidad del cielo a la tierra.
¡Hay gente que está en los cultos y se queja más! Y esto lo hace la falta de expectativa, no hay movimiento, no hay esa ebullición que nos mantenga expectantes de lo que Dios hace hoy, y juntamos fe para el mañana, sin creer en que mañana Dios hará algo nuevo. Clamen en esta hora por un espíritu expectante. 
3. La Expectativa te Saca de la Religión y activa la Pasión.
“Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Éste vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él” (Juan 3:1-2).
Y más adelante: “También Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche, vino trayendo un compuesto de mirra y de áloes, como cien libras. Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en lienzos con especias aromáticas, según es costumbre sepultar entre los judíos. Y en el lugar donde había sido crucificado, había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aún no había sido puesto ninguno. Allí, pues, por causa de la preparación de la pascua de los judíos, y porque aquel sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús” (Juan 19:39-42).
Nicodemo salió de su círculo religioso y fue en busca de lo nuevo por expectativa y su pasión por Jesús, llevándole una ofrenda. Ya no era más el religioso de los cultos, ahora Nicodemo había dejado la religiosidad y se había activado en él la pasión de Jesús.
Una persona que no tiene expectativa es semejante a Judas, vende a Jesús por dos monedas nada más…
Deja que tu expectativa active tu fe y esperanza. Dios está haciendo algo hoy y lo vamos a traer a esta realidad por nuestra expectativa. La gente se cansa, se queja y no recibe por falta de expectativa. Hoy oramos que Dios renueve un sentir expectante en nuestros corazones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario