lunes, 15 de julio de 2013

Esclavizante Tecnología -Ciencia y fe - Vídeo

Acostumbrarse a la tecnología en todas sus manifestaciones ha sido tarea fácil para las nuevas generaciones, y también con un poco de retardo y mayor esfuerzo, para las no tan nuevas.
Lo que sí resultaría difícil es dejar de acostumbrarnos o renunciar a ella, lo cual sería considerado una asombrosa hazaña.
Tipificada como hazaña, fue la protagonizada por 254 alumnos con edades comprendidas entre 6 y 11 años de la Escuela Zíegelwasser, Francia, los cuales se sometieron a 10 días sin ver televisión, ni encender el ordenador, ni jugar con vídeo juegos. Durante esos 10 días recibieron multitud de mensajes, alentándoles y animándoles a cumplir con esta abstinencia. No les ofrecieron premio alguno, sólo se les instó a vivir esta aventura para analizar al final los resultados de la misma.
Según el Director de la Escuela, Xavier Rémy, el resultado fue positivo para la autoestima de cada participante, aprendieron a confiar en sí mismos, se volvieron menos violentos y moderaron su vocabulario comunicándose sin groserías; además, por dichos resultados los padres se animaron a colaborar en el aprendizaje de sus hijos, pues fueron conscientes del mal que hace estar tantas horas sentados frente al televisor, el ordenador y los videojuegos. Con razón se ha dicho que estos complementos pueden ser amigos o constituirse en enemigos, pudiendo llegar a ser verdaderos dictadores domésticos que rigen y esclavizan, tanto a niños como a jóvenes y adultos.
“Todo puede hacerse, pero no todo conviene”, dice la sentencia bíblica y además añade que todo debe “hacerse decentemente y con orden”. 
Hace falta determinación y disciplina para poder dominar las alternativas tecnológicas de manera que éstas no se conviertan en controladoras y esclavizantes. Es interesante establecer horarios determinados para el necesario y útil uso de estos medios, ya que no se trata de prescindir de ellos, pero sí de dosificar el tiempo que les dedicamos, ya que todo nuestro tiempo libre no merece estar a disposición de una máquina electrónica.

Dios quiere que seamos felices, que vivamos satisfechos y gozosos, además quiere que tengamos sabiduría, sentido común y dominio propio, porque estas cualidades nos llenan de energía viva y son adorno de la personalidad.
¡DIGAMOS “NO” AL ABUSO Y MAL USO DE LA TECNOLOGÍA!


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