martes, 16 de julio de 2013

El milagro de la vida - Ánimo en mensaje - Vídeo


“Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien”. (Salmos 139: 14)

el milagro de la vidaLa vida es un milagro. En los momentos álgidos y en los bajos, con los buenos y malos momentos sigue siendo hermosa. Es vibrante, llena de emociones y colores que van desde los grises y opacos hasta los más intensos y alegres. 
Vivir es sentir, sentir implica que a veces te dolerán y otras disfrutarás de esas emociones. La vida puede tener la fragancia de un grato perfume, y otras veces parecerá que ese perfume no sienta con nosotros y hasta nos apesta. 
Es una escalera que a veces queremos subir y otras no, pero sabemos que si queremos llegar a algún lugar tenemos que subirla y afrontar los riegos que vengan. Más que respirarla, la vida hay que disfrutarla, beber de su néctar, embriagarnos de sonrisas, compartir con otros, ayudar al que lo necesite. No hay que vivirla con máscaras ni disfraces, sino que hay que tratar de ser fieles a nosotros mismos y a nuestra esencia y presentarnos ante el mundo tal cual somos. 
A veces tendremos que afrontar injusticias, pero sabiendo que lo que cada uno siembre, tarde o temprano, cosechará. La vida es amor y el amor, aunque a veces duele, es lo más bonito que se puede experimentar y sentir interiormente. El amor transforma, te hace ser mejor, te lleva a romper límites y barreras, te insta y te renueva las células y fibras de tu ser. Quien no ha amado, no puede sentir el milagro de la vida, no le encontrará sentido a muchas cosas que nacen en el corazón. 
La vida es atrevida, traviesa y coqueta, a veces juega con nosotros a ver si le ganamos. 
En Dios habita la vida, a través de Él, la vida es vista con un sentido y desde un ángulo totalmente diferente. Es Dios quien nos da las fuerzas para afrontar los procesos que tenemos que atravesar. Quien nos motiva a ser lo suficientemente luchadores como para no dejarnos amedrentar y quien nos hace ver que rendirnos no debe ser una opción para nosotros. Que, como el soldado en la línea de batalla, hay que luchar con orgullo y dignidad. Y si hay heridas en tu corazón, Dios es el médico que te sanará, para que puedas vivir plenamente en la libertad que sólo Él puede dar.

La vida hay que vivirla con fe, y la fe llama a las cosas que no son reales como si lo fuesen y espera siempre los mejores resultados. 
Así que si estás viviendo días grises, si atraviesas el valle de lágrimas, eso también pasará, pero mientras pasa, no dejes de soñar, de creer ni de levantarte. Implica valor levantarse, pero es mejor que quedarse tirado en el suelo gritando pidiendo auxilio. Pero si sientes que ya no tienes fuerzas para más, clama a Dios y Él te ayudará, te extenderá la mano para ayudar a levantarte y te hará vivir el milagro no sólo de vivir la vida, sino también de sentirla.

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