martes, 16 de julio de 2013

El mañana no llega -Crecimiento personal-espiritual

Si crees que se puede hacer en cualquier momento, no lo harás nunca. Mañana es el día más ocupado de la semana.
Muchas personas quieren y desean muchas cosas pero no se ponen en acción. Ellos dicen: hoy no, mañana. Pero la realidad es que el mañana nunca llega. La postergación es un asesino de sueños. Mucho de lo que hasta ahora no has logrado se debe a que tú mismo has postergado tus sueños esperando que las circunstancias cambiaran. Mientras sigas esperando que la situación cambie sin tomar acción, estás desperdiciando tu vida, tus talentos y enterrando a tus sueños.
Si quieres que el mañana llegue, debes ponerte hoy en acción y hay cuatro cosas que debes hacer:
-          Asegúrate de que tu sueño sea tu sueño. Si puedes verlo claramente puedes lograrlo. No se trata de tener un sueño por tenerlo, se trata del propósito para el cual fuiste formado. Se trata de poder articular una visión hasta convertirla en realidad, no importando el sacrificio que se tenga que pagar. ¿Es mi sueño? ¿Estoy dispuesto a pagar el precio? ¿En qué o quién me voy a convertir?
-          Ten propósito y establece una estrategia para llegar a tus sueños. Debes definir las actividades que debes hacer y también las que debes dejar de hacer. Saber cuáles son tus pasos debidos reduce el miedo, la ansiedad y la incertidumbre. ¿Lo que estoy haciendo me acerca a mis sueños? ¿De qué debo tener cuidado? ¿Qué debo mejorar? ¿Cuáles van a ser mis prioridades?
-          Ten confianza en ti mismo. Dios ya ha confiado en ti dándote talentos y habilidades únicas para el logro de tus sueños. Es tiempo de que te dejes de comparar con otros, porque esa competencia con otros lo que hace es frustrarte, daña tu autoestima. Trata de competir contigo mismo y a los demás trátales como ajenos a ti, ya que ellos también tienen sus sueños para dar al mundo. ¿Cómo es mi confianza? ¿Me estoy comparando conmigo mismo o con otros? ¿Cómo aumento mi confianza?

-          Ten una persona para rendir cuentas de tus actos. La mayor razón por la que no tenemos  personas a las cuales rendir cuentas, es que tenemos miedo de que nos exijan, tenemos miedo de mostrar nuestros defectos. Tenemos miedo a quedar mal con otros, pero el mayor miedo es no asumir responsabilidad alguna sobre nuestros sueños. Es más fácil culpar a otros o a las circunstancias, o excusarnos en nuestras carencias y debilidades, que asumir responsabilidad por lo que anhelamos. Necesitamos una persona a la cual rendir cuenta de nuestros sueños. ¿A quién le rindo cuentas? ¿Necesitaré un adiestrador o un mentor? ¿Cómo voy a saber si mis acciones van a dar los resultados que busco?
Lograr los sueños no es nada fácil, de hecho todos los sueños se han logrado en base al esfuerzo y al sacrificio de aquellos que dijeron: no voy a esperar mañana, hoy voy a comenzar a construir mi sueño. ¿Estás dispuesto? ¿Cuándo vas a comenzar?

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