A veces nos preocupamos por lo que los demás dicen de nosotros, cuando lo que dicen en realidad no es cierto. Parece que nosotros tenemos una gran tendencia a tratar de quedar bien con todos, y al escuchar la más mínima critica, lo que hacemos es sentirnos mal e imaginamos que todo el mundo piensa o dice lo mismo sobre nosotros.
Pero si hay algo de lo que nos podemos jactar es del hecho de no conceder demasiada importancia a las críticas que no son ciertas, de no perder ni un minuto de nuestro tiempo en sentirnos mal por lo que alguien dice, más todavía cuando sabemos muy bien que lo que ese aquél dice no es verdad, ¿Sabes por qué?, porque de esta forma aprendemos a confiar en Dios, aprendemos a que es Dios quien nos defiende, que si alguien se mete con nosotros, realmente se mete con el que nos defiende, o sea, con Dios.
Porque hay una verdad que no podemos negar y es que nunca podremos quedar bien con todo el mundo, siempre habrá alguien que por envidia, celos, desprecio o por simple locura diga algo de nosotros que no es cierto.
Cuando alguien dice algo de nosotros que no es cierto, nos preguntamos: ¿y qué piensa Dios de eso, cree lo que dicen? Si lo que Dios piensa de eso es totalmente contrario a lo que dicen, entonces vivimos tranquilos y seguimos haciendo lo que Él nos ha mandado hacer. ¡Ojo! Esto ocurre cuando alguien dice de nosotros algo QUE NO ES CIERTO, porque hay muchas personas de las que se dicen cosas y la realidad es que lo que dicen es la verdad.
Si no quieres que hablen mal de ti, entonces haz las cosas bien y si haciendo bien las cosas siguen hablando mal de ti, entonces no te preocupes, ellos se las verán con Dios; tú sólo descansa, no te preocupes y sigue haciendo lo que Dios te ha mandado hacer.
Job comprendía esta situación y decía lo siguiente: “Dios me defenderá como quien defiende a un amigo.” Job 16:21 (Traducción en lenguaje actual).
El salmista también tenia claro lo que Dios hace: “Tú, Dios mío, reinas para siempre y escuchas la oración de los humildes. Tú defiendes a los huérfanos y a los que son maltratados; tú los animas y les prestas atención. Pero a los que no te reconocen los echarás de tu tierra, para que nadie en este mundo vuelva a sembrar el terror.” Salmos 10:16-18 (Traducción en lenguaje actual).
David, también decía lo siguiente: “¡Tú eres mi Dios y mi protector! ¡Tú eres quien me defiende! ¡Recibe, pues, con agrado lo que digo y lo que pienso!” Salmos 19:14 (Traducción en lenguaje actual).
¿Te has sentido atacado últimamente? ¿Alguien está propagando una mentira acerca de ti?, ¿Dicen a tus espaldas algo que no es cierto? ¿Alguien ha asumido la tarea de dañar tu imagen con puras mentiras? ¡Tranquilo!, ¡tranquila!, no saben con quien se han metido, tú eres un hijo o una hija de Dios; ¿cómo reaccionan los padres cuando sus hijos son atacados injustamente?, pues entonces no te preocupes, que Dios se encargará de defenderte y de levantarte en medio de toda calumnia, mentira, falso testimonio o habladurías sin fundamento.
Lo que tienes que hacer es descansar, no pierdas ni un minuto de tu tiempo en sentirte mal por las mentiras que dicen, no derrames una lágrima más por eso que no es cierto, no trates de aclarar las cosas con personas sin entendimiento espiritual, simplemente deposita esa situación en las manos de Dios y Él te defenderá, tú solo descansa.
Cuando tú estás tranquilo y descansas en medio de tanta mentira sobre ti, Dios toma las riendas de esa situación y se encarga de pagar a cada uno según lo que ha sembrado, ya sea en el mismo momento o a corto o mediano plazo, pues todo lo que siembres tarde o temprano cosecharás y Dios se encargará de dar a cada uno el pago que merece; con los hijos de Dios nadie se mete, y el que se mete con un hijo de Dios, tiene que sufrir las consecuencias de un Padre que nos defiende como a amados suyos.
¡Dios te defiende, no te preocupes!
“Dios mío, de una cosa estoy seguro: ¡tú defiendes y haces justicia a los pobres y necesitados!”
Salmos 140:12 (Traducción en lenguaje actual)
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