miércoles, 10 de julio de 2013

"Decisiones" - Meditaciones, Reflexión

     ¿Si Dios quiere o si yo quiero?
decisiones
Es normal escuchar: “Si Dios quiere haré esto o aquello”, pero ¿cómo sabemos qué es lo que Dios quiere?
A veces tenemos la intención de tener en cuenta a Dios dentro de nuestras decisiones, pero quizás por premura o por las ansias de nuestro deseo personal, se nos olvida el pequeño detalle de consultar y saberlo ciertamente. Posiblemente se le haya dado demasiado uso a esa declaración-intención, y a veces se usa más como una frase para atraer bendiciones o algo que se dice para que las cosas que deseamos se cumplan; algo así como “abracadabra”. En algunos casos, la frase “Si Dios quiere” ya no se dice por respeto o por sometimiento de nuestra confianza en Dios, sino con la esperanza de que esa fuerza de poder cumpla nuestras demandas.
Todos tenemos diferentes roles que ejercer, padre, madre, hijos, jefe, líderes, maestros, entre otros. Cada rol lleva una responsabilidad dentro de su desempeño, por ejemplo ser padre es un compromiso grande, pues como autoridad y cabeza de familia se deben tomar decisiones que repercutirán sobre todo en el núcleo familiar. Por ello buscamos ser cada día inteligentes, astutos, para poder tomar decisiones sabias en nuestras vidas. 
Algunas veces queremos incorporar a Dios dentro de nuestras decisiones; siendo Él la fuente de la sabiduría, como habla proverbios 8, confiamos que su dirección nos llevará a lo correcto, pero, ¿qué pasa cuando nos apasionamos tanto por ser padre, madre, jefe o líderes y olvidamos incluir a Dios en nuestras decisiones?, ¿cuales son las consecuencias?

David fue un rey y líder importantísimo en la historia de Israel, fue un valiente guerrero con un récord altísimo en batallas ganadas, pero más allá de todo eso, era un hombre con un corazón humilde y con una íntima relación con Dios; sus victorias no se debían tanto a su valentía y grandes habilidades como guerrero, sino a su confianza e inclusión de Dios en sus decisiones. 
Fue un líder que desempeñaba muy bien su rol, sin embargo, en 1 de crónicas David toma una decisión cuyas consecuencias recaen en los de su entorno: Después de consultar a los jefes de mil y de cien soldados, y a todos los oficiales, David  dijo a toda la asamblea de Israel: "Si les parece bien, y si es lo que el Señor nuestro Dios desea, invitemos a nuestros hermanos que se han quedado por todo el territorio de Israel, y también a los sacerdotes y levitas que están en los pueblos y aldeas, a que se unan a nosotros para traer de regreso el arca de nuestro Dios. La verdad es que desde el tiempo de Saúl no Le hemos consultado". A la asamblea le agradó la propuesta, y acordó que se hiciera así. 1 Crónicas 13:1-4 Nueva Versión Internacional. Notemos que David expresa “Si es lo que el Señor nuestro Dios desea”; pero no consultó en oración para saber si era realmente su voluntad, sino que consultó a la asamblea de Israel. En el camino para el traslado del arca ocurrió la consecuencia de esa decisión: Al llegar a la parcela de Quidón, los bueyes tropezaron; pero Uza, extendiendo las manos, sostuvo el arca. 1Con todo, la ira del Señor se encendió contra Uza por haber tocado el arca, y allí en su presencia Dios lo hirió y le quitó la vida. 1 Crónicas 13:9-10 Nueva Versión Internacional. Es difícil entender el porqué de esto pero en el capítulo 15 David lo explica: Luego dijo: Sólo los levitas pueden transportar el arca de Dios, pues el Señor los eligió a ellos para este oficio y para que le sirvan por siempre 1 Crónicas 15:2 Nueva Versión Internacional. Además de que David no estaba haciendo las cosas según lo establecido en la ley, tampoco consultó con Dios esa decisión, sino que se dejó llevar por su propio juicio y por su habilidad como líder.
Luego David llamó a los sacerdotes Sadoc y Abiatar, y a los levitas Uriel, Asaías, Joel, Semaías, Eliel y Aminadab, y les dijo: Como ustedes son los jefes de las familias patriarcales de los levitas, purifíquense y purifiquen a sus parientes para que puedan traer el arca del Señor, Dios de Israel, al lugar que he dispuesto para ella. La primera vez ustedes no la transportaron, ni nosotros consultamos al Señor nuestro Dios, como está establecido; por eso él se enfureció contra nosotros.» 1 Crónicas 15:11-13 Nueva Versión Internacional
Decir “Si Dios quiere” o “Que se haga la voluntad de Dios” no son meras frases de buena suerte, ni tampoco significa que por decirlas obtendremos lo que queremos, respetemos primero el nombre del Señor. Estas expresiones son una declaración de nuestra confianza en que se cumpla la voluntad de Dios, muy por encima de lo que nosotros creamos que es lo mejor. El  Señor ve más  allá de lo que nosotros podemos ver, su sabiduría sobrepasa nuestro entendimiento, por ello confiamos que sus decisiones siempre son para nuestro bien. Mis planes para ustedes solamente yo los sé, y no son para su mal, sino para su bien. Voy a darles un futuro lleno de bienestar. Jeremías 29:11 Traducción Lenguaje Actual.

¡Confía en Dios y consulta siempre 

tus decisiones con Él!

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