miércoles, 10 de julio de 2013

¿Alguien ha visto a Dios? - ¿Dios escucha / responde las oraciones de un pecador /incrédulo? - Preguntas y respuestas bíblicas - Vídeo

¿Alguien ha visto a Dios?

Respuesta: La Biblia nos dice que nadie ha visto a Dios (Juan 1:18) excepto el Señor Jesucristo. En Éxodo 33:20 Dios declara a Moisés, “No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá.” Estos textos parecen contradecir otras Escrituras que describen a varias personas “viendo” a Dios. Por ejemplo, Éxodo 33:19-23 describe a Moisés hablando con Dios, “cara a cara”. ¿Cómo es que Moisés pudo hablar con Dios “cara a cara”, si nadie puede ver el rostro de Dios y vivir? En este caso, la frase “cara a cara” es una figura del lenguaje, indicando que ellos tenían una estrecha comunión. Dios y Moisés hablaban entre ellos como si fueran dos seres humanos teniendo una conversación privada.

En Génesis 32:30, Jacob vio a Dios aparecer como un ángel. Él realmente no vio a Dios. 
Los padres de Sansón estaban aterrorizados cuando se dieron cuenta de que habían visto a Dios (Jueces 13:22), pero ellos sólo le vieron aparecer como un ángel. 
Jesús era Dios encarnado (Juan 1:1,14), así que cuando la gente le veía, ellos veían a Dios. Por lo que, sí, Dios puede ser “visto” y mucha gente ha “visto” a Dios. Al mismo tiempo, nadie, jamás ha visto a Dios revelado en toda Su gloria. En nuestra caída condición humana, si Dios se revelara totalmente a nosotros, seríamos consumidos. Por esta razón, Dios mismo se oculta y aparece en formas en las cuales podemos “verle”. Sin embargo, esto es diferente a ver a Dios en todo el despliegue de Su gloria y santidad. La gente ha visto visiones de Dios, imágenes de Dios y apariencias de Dios, pero nadie ha visto a Dios en toda Su plenitud (Éxodo 33:20).


¿Dios escucha/responde las oraciones de un pecador /incrédulo?


Respuesta: Juan 9:31 declara, “Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad a éste oye.” También se ha dicho que la única oración que Dios escucha de un pecador es la oración para salvación. Como resultado de esta Escritura, algunos creen que Dios no escucha y/o nunca responderá las oraciones de un incrédulo. Sin embargo, aunque en su
 contexto la Escritura dice que Dios no realiza milagros a través de un incrédulo, los siguientes textos describen a Dios escuchando y respondiendo las oraciones de un incrédulo. 1 Juan 5:14-15 nos dice que Dios responde a las oraciones, en base a si las peticiones están de acuerdo con Su voluntad. Este principio tal vez sea aplicable a los no creyentes. Si un incrédulo ora a Dios de acuerdo a Su voluntad, nada impide que Dios responda a tal oración, siempre de acuerdo a Su voluntad.


Al examinar los siguientes pasajes, vemos que la oración está involucrada en la mayoría de estos casos. En uno o dos, Dios responde al clamor del corazón (no se establece si este clamor estaba dirigido a Dios). En algunos de estos casos la oración parece estar combinada con el arrepentimiento. Pero en otros casos la oración era simplemente para una bendición o necesidad terrenal, y Dios respondió a ambas por misericordia, o en respuesta a una genuina búsqueda o fe de la persona. Estos son algunos pasajes que tratan con la oración de un no creyente.

La gente de Nínive; Jonás 3:5-10; para que Nínive fuera perdonado.

Agar e Ismael; Génesis 21:14-19; no fue tanto una oración, sino un clamor del corazón por su hijo, que estaba cerca de morir.

Acab: 1 Reyes 21:17-29; especialmente versículos 27-29; Acab ayuna y gime por la profecía de Elías concerniente a su posteridad. Dios responde no aplicando tal maldición durante la vida de Acab.

La mujer de la región de Tiro y Sidón: Marcos 7:24-30; para que Jesús liberara a su hija de un demonio.

Cornelio, el centurión romano; Hechos 10; no se menciona la petición de su oración (Hechos 10:30), pero le es mostrado el camino para su salvación.

Dios hace promesas que son aplicables a todos (tanto salvos como no salvos), tales como Jeremías 29:13: “Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.” Este fue el caso de Cornelio en Hechos 10:1-6, pero hay muchas promesas que de acuerdo con el contexto de los pasajes, son sólo para cristianos. Los cristianos, habiendo recibido a Cristo como su Salvador, somos animados a acercarnos confiadamente al trono de gracia para alcanzar misericordia en tiempos de necesidad (Hebreos 4:14-16). Se nos dice que cuando pidamos cualquier cosa de acuerdo a la voluntad de Dios, Él nos escucha y nos concederá lo que pedimos (1 Juan 5:14-15). Hay muchas otras promesas para los cristianos concernientes a la oración (Mateo 21:22; Juan 14:13; Juan 15:7). Por lo tanto, hay situaciones en las que Dios no responde a las oraciones de un no creyente. Y al mismo tiempo, en Su gracia y misericordia, Dios puede intervenir en las vidas de los inconversos en respuesta a sus oraciones.

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