¿Con derecho a qué?, es la pregunta que le hago a aquellas personas que dicen tener amigos con derecho. Recuerdo a unos jóvenes de mi ciudad que se hicieron “amigos con derecho”. Con derecho a besarse, a manosearse, con derecho a cometer fornicación, a ser irrespetuosos entre ellos, y hoy día, producto de esa amistad con derecho, hay una criatura según ellos no deseada. Los verdaderos amigos con derecho son aquellos que tienen el derecho de respetarse, cuidarse y ayudarse mutuamente.
Muchos han entablado esas relaciones con derecho y el resultado han sido heridas, golpes, abusos y marcas, señales que todavía llevan dentro. Los llamados amigos con derecho no existen.
Cesa, hijo mío, de oír las enseñanzas Que te hacen divagar de las razones de sabiduría. Proverbios 19:27
Todo este tema ha sido originado por enseñanzas erróneas que escuchamos de otras personas. Y lo peor no es haberlas oído, sino ponerlas en práctica. ¿Cuál es tu propósito al tener un amigo(a) con derecho? Lo que a muchos les sucede es que no quieren tener compromisos formales en el orden establecido por Dios, así que por ello viven teniendo amistades con derecho. Sin embargo lo único que se logra a través de estas relaciones es herir el corazón de la otra persona, jugar con sus sentimientos y formar una falsa ilusión de algo que sólo es un pasatiempo. ¿Hasta cuándo vas a vivir de la misma manera?
¿Hasta cuándo vas a estar fantaseando? Hoy es el día en el que debes tomar una decisión; romper con esa relación o entablar algo formal que atraiga la bendición de Dios sobre tu vida. Muchos jóvenes, en el mundo entero, empiezan las relaciones con derecho como un simple juego y poco a poco son seducidos a pecar, ya que los manoseos, besos, caricias y toda clase de contacto físico mal intencionado, provoca el descontrol del ser humano, volviéndose como un automóvil que va cuesta abajo y que nadie lo detiene.
Lo que en realidad impulsa a la gente a entablar “amistades con derecho” es una atracción física, pasional y sin compromiso. Puede que durante mucho tiempo hayas vivido este tipo de relaciones, lo cual te ha dejado como resultado malas experiencias y recuerdos muy amargos, pero lo más triste no es haberlas vivido, sino que todavía sigas esclavo de lo mismo.
Los amigos con derecho dejan heridas muy profundas en el corazón, se encierran en la egolatría, pero ante todo viven su relación a escondidas. Según ellos nadie lo sabe y se olvidan que los ojos de Dios están en todo lugar, que todo aquello que está oculto ha de salir a la luz. Si todavía no eres apto para entablar una relación formal y en el orden de Dios, mejor espera el tiempo de Dios y deja de jugar con fuego, porque te puedes quemar.
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