¿Tienes o tuviste la sensación de tus suplicas no están siendo escuchadas?; esos momentos en los que por más que oras y pides, parece que tu oración no está siendo escuchada, porque no estás recibiendo las respuestas que quisieras recibir.
A pesar de que muchas veces nuestra vista no vea lo que quisiera ver, no significa que Dios no esté al tanto de nuestro caso o que no haya tomado cartas en el asunto.
Una de las cosas más sorprendentes de Dios es que Él tiene TODO MEDIDO, es decir, que su tiempo es perfecto y hará cada cosa en el tiempo indicado.
La Biblia dice:
“Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.”
Eclesiastés 3:11 (Reina-Valera 1960)
La frase de este versículo que dice: “Todo lo hizo hermoso en su tiempo”, nos hace descansar en la confianza de que Él tiene todo bajo control, que todo está totalmente medido.
¿Qué es lo que abate tu alma? ¿Qué situación está robándote el sueño? ¿Qué cosa es la que quisieras ver y no estás viendo? ¿Será que Dios no te escucha? ¿Será que Él no quiere responderte?o ¿será que Él tiene todo medido y sólo está esperando el tiempo perfecto para dar esa respuesta perfecta?
Hay algo que tienes que tener muy en cuenta: ¡Dios nunca tiene prisa!
Seguro que tú desearías ver respuestas instantáneas, pero muchas veces, o la mayoría de las veces, las respuestas no son instantáneas, sino que son recibidas después de un tiempo determinado. Pero eso no significa que Dios esté ocupado para responder, o que Él no quiera darte una respuesta, sino que Él tiene todo medido y sabe en qué momento, en qué lugar y en medio de qué circunstancias responderá.
Las respuestas de Dios siempre son perfectas y siempre llegan a tiempo, nunca antes, nunca tarde, siempre en el momento que Él había planeado, porque su agenda es perfecta, porque su reloj jamás se atrasa, siempre está a tiempo.
Sigue confiando, sigue teniendo fe en que tu respuesta vendrá y no tardará. No dejes que las circunstancias del momento hagan que pierdas la fe en lo que quieres ver, al contrario, que cada situación en contra sea un motivo más para creer en el milagro maravilloso que Dios hará en tu vida.
Recuerda que Dios tiene todo medido y que siempre llega a tiempo, así que si tú le crees, Él honrará tu fe.
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