“Nunca sopla viento favorable para el marino que no sabe en qué puerto echar anclas.”
Proverbio americano
Proverbio americano
Uno de los asuntos que más nos llega es la pregunta, ¿qué hago con mi vida? Estoy en una encrucijada, no sé qué hacer y si lo debo hacer; estar con indecisiones, no querer tomar decisiones por temor a equivocarse, a fracasar.... Razones tiene el proverbio mencionado arriba. Hay un relato árabe que versa así:
“Cuentan que aquella noche era especialmente fría en el desierto. Abdalá montó su pequeña tienda de campaña, tan pequeña que apenas cabía él acostado. Se despidió de su camello, llamado “Indecisión”, acariciándole la cabeza, pero dejándolo fuera, y se dispuso a pasar una noche tranquila y reparadora.
Apenas había conciliado el sueño, cuando el camello le llamó con voz suave pero insistente. “Déjame meter la nariz en tu tienda, hace mucho frío y la tengo completamente helada…
”Abdalá, que era un hombre bueno, accedió a la petición. Pero ocurrió que en cuanto se durmió profundamente, el camello empujó un poco y metió la cabeza entera. Como la tienda era tan pequeña, al hacer esto topó con la cabeza del hombre y le desplazó hasta que éste sacó los pies por el otro extremo. Abdalá protestó, pero “Indecisión” le hizo ver que eso no era gran cosa. Pasó poco tiempo para que el camello metiera los hombros y empujara a su patrón afuera, hasta las rodillas. Para hacer el cuento corto, “Indecisión” siguió introduciéndose en la tienda, llenándola por completo y sacando a Abdalá por el otro extremo, hasta que finalmente quedó completamente fuera.”
¿Le suena esto conocido? ¿No le ha ocurrido alguna vez que al dejar entrar un poco de indecisión, ésta lo llenó todo, apartándole de las cosas buenas de la vida? La indecisión para nada es buena, la indecisión es el obstáculo que te impide alcanzar un resultado extraordinario en la vida, en tu matrimonio, en tus finanzas, en tu carrera o en tu ministerio. Debes tomar decisiones.
Diariamente las personas afrontamos el desafío de tomar decisiones, porque la vida es un asunto de decisiones. Nos preguntamos: ¿Qué carrera voy a estudiar? ¿Con quién me casaré? ¿Me conviene esta persona? ¿Cuántos hijos tendré? ¿Dónde viviré? ¿Cómo viviré? ¿Cómo pagaré esta deuda? Entre otras preguntas que nos hacemos, es un hecho que todos los días tenemos que tomar decisiones para ellas, pero no nos gusta tomarlas y esperamos que alguien decida por nosotros. Es tiempo de hacer decisiones, no temas.
La Biblia enseña en el Salmo 32:8: “Tú me dijiste: “Yo te voy a instruir; te voy a enseñar cómo debes portarte. Voy a darte buenos consejos y a cuidar siempre de ti.”
Las decisiones que tomemos hoy afectarán a nuestro rumbo mañana, lo que decidamos hoy no sólo afectará a nuestro futuro y todo lo que nos rodea, sino también al de otras personas. Tomar buenas decisiones dependerá de los valores que hemos incorporado a nuestra vida. Una carrera, un matrimonio, el estilo de vida que deseo, o cosas tan sencillas como qué comeré o cómo me vestiré, serán decisiones que tomaré por los valores que poseo. La mayoría de las decisiones no son tomadas en una sola vez. Las decisiones necesitan tiempo para ser completadas; por ello es importante que aprendas a escuchar a Dios.
Sófocles decía: Las decisiones rápidas son decisiones inseguras.
¡Deje ya de decidir a la ligera y aprenda a tomar buenas decisiones! No siga el camino que le lleva atrás, marche hacia adelante sabiendo y tomando decisiones de manera personal. Estas son algunas ideas que te ayudarán a tomar buenas decisiones:
1. Sé lo más PRECISO posible en lo que quieres hacer. ¿Qué es lo quieres lograr? Examina y encuentra cuáles son las cuestiones importantes y cuáles no. ¿Qué dice la Biblia respecto a ese asunto?
2. Busca soluciones. Ve todas las POSIBILIDADES existentes en relación con la cuestión que has de resolver. ¿Qué es sabio hacer? ¿Qué haría JESUS?
3. ELIGE la solución que más convenga para lograr el resultado que buscas. Nunca tomes una decisión basada en una emoción o en un sentimiento. ¿Lo que decido agrada a Dios?
4. PON EN MARCHA la decisión. No temas al fracaso, estate dispuesto a aprender de tus errores, pero decide.
5. EVALÚA cómo te está yendo, para rectificar en caso de que los resultados no hayan sido los esperados.
¿Tienes dificultad para tomar decisiones? Dios te ayudará, confía en El. La Biblia enseña en Santiago 1:5, “Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie”.
Recuerda, antes de decidir: ten presente que es tu decisión, nadie debe decidir por ti. Que puedes hacer lo que quieras, pero lo tienes que hacer tú, y hoy, porque el mañana aún no llega, no postergues o no esperes a decidir después. La mejor decisión que puedes hacer hoy es adquirir sabiduría. Hoy tú puedes elegir la persona que te gustaría ser, la vida que quieres vivir. La decisión es tuya.
“La mejor decisión que podemos tomar es la correcta, la segunda mejor es la incorrecta, y la peor de todas es ninguna.” Theodore Roosevelt
No hay comentarios:
Publicar un comentario