“Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.”
Efesios 2.10 (Nueva Traducción Viviente)
Jesucristo es el artista más grande, pues cualquier materia prima la convierte en obra maestra. A todo aquel que se encuentre enterrado en un basurero de pecado le toma, le limpia, fortalece y hace de él una obra gloriosa. No importa lo bajo que caiga una persona, que si acepta a Jesús como Salvador, Él le dará un nuevo comienzo en el que con Sus pinceladas le llenará de vida.
Pero en el proceso de convertir la materia prima (los creyentes) en obras maestras, puede que en ellos exista incomodidad. Dado que las mejores obras precisan más tiempo que las comunes, el Espíritu Santo pulirá exhaustivamente toda impureza en el corazón del creyente para convertirlo en una obra maestra. Como el más gran artista que es, Jesús no se conforma con la mediocridad, y por ello Él expondrá a los suyos a los mejores entrenamientos posibles, que sacarán lo mejor de cada uno; resistencia ante las pruebas y adversidades, firmeza de carácter ante la oposición, fe cuando es difícil creer, esperanza cuando todo es oscuro. Y la suma de todo esto terminará en una gran obra.
Cuando no comprendas lo que el Señor está haciendo en tu vida, cuando exista incomodidad en tu corazón por lo que te rodea, recuerda que el Maestro sabe lo que está haciendo con Su obra; y que lo que hace es bueno, además de que lo preparó para ti de antemano. Él siempre está trabajando en hacerte mejor. Un pulimento al corazón, un corte a la carne, una pincelada de amor, un aumento de anchura en la fe; o cualquier cosa que quiera incluir en Su obra maestra.
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