jueves, 13 de junio de 2013

La muerte de Jesús - ¡Impresionante! - Vídeo

A los 33 años, Jesús fue condenado a muerte. La "peor" muerte de la época. Sólo los peores criminales murieron como Jesús. Y con Jesús todavía fue peor, porque no todos los criminales condenados a aquel castigo recibieron clavos en sus miembros.
Sí, fueron clavos... ¡y de los grandes! Cada uno tenía de 15 a 20 cm, con una punta de 6 cm. y el otro extremo puntiagudo. Eran clavados en las muñecas y no en las manos como dicen. En la muñeca, hay un tendón que llega a nuestro hombro, y cuando los clavos fueron martillados, ese tendón se rompió obligando a Jesús a forzar todos los músculos de su espalda, al tener sus muñecas clavadas, para poder respirar porque perdía todo el aire de sus pulmones.
De esta forma, era obligado a apoyarse en el clavo metido en sus pies, que todavía era más grande que el de sus manos, porque clavaban los dos pies juntos. Y como sus pies no aguantarían por mucho tiempo sin rasgarse también, Jesús era obligado a alternar ese "ciclo" simplemente para lograr respirar.
Jesús aguantó esa situación poco más de 3 horas. Sí, ¡más de 3 horas! Mucho tiempo, ¿verdad? Algunos minutos antes de morir, Jesús ya no sangraba más. Solamente le salía agua de sus cortes y heridas.
Cuando le imaginamos herido, imaginamos meras heridas, pero no; las de Él eran verdaderos agujeros, agujeros hechos en su cuerpo. Él no tenía más sangre para sangrar, por lo tanto, le salía agua.

El cuerpo humano está compuesto de aproximadamente 3,5 litros de sangre en un adulto.
Jesús derramó 3,5 litros de sangre; tuvo tres clavos enormes metidos en sus miembros; una corona de espinas en su cabeza y, además, un soldado romano le clavó una lanza en su tórax.
Todo esto sin mencionar la tremenda humillación que pasó, habiendo cargado su propia cruz casi dos kilómetros, mientras la multitud le escupía al rostro y le tiraba piedras; la cruz pesaba cerca de 30 kilos tan solo en la parte superior, en la que le clavaron sus manos.
Todo eso pasó Jesús, sólo para que tú tengas un libre acceso a Dios.
Para que tengas todos tus pecados "lavados". ¡Todos ellos sin excepción! No ignores esta situación. ¡ÉL MURIÓ POR TI!  No creas que Él murió por otros, por aquellos que van a la iglesia o por aquellos monjes, curas, pastores, obispos, etc.
¡Él murió por ti! Es fácil pasar un chiste, fotos con tonterías o pornografías por e-mail, pero cuando es alguna cosa relacionada con Dios, te da vergüenza pasarlo a los demás, porque te preocupa lo que ellos puedan creer de tu moralidad.

Acepta la realidad, la verdad de que 
JESÚS ES LA ÚNICA SALVACIÓN PARA EL MUNDO.

Dios tiene planes para ti, enséñales a todos lo que Él pasó, únicamente para darte la salvación. ¡Piensa en esto ahora! ¡Dios bendiga nuestras vidas!

Señor, Tú conoces bien la vida de los demás. Te pido que en todo aspecto tú les bendigas y les prosperes. Cuida de sus familias, de su salud, de sus trabajos y de todos sus planes trazados. No les dejes caer en tentación, mas líbrales del mal. En el nombre de Jesús, amén.

Piensa por un momento y aprecia el poder de Dios en tu vida, por hacer lo que tú sabes que a Él le encanta.
Jesucristo dijo, "Si te avergüenzas de mí, yo me avergonzaré de ti ante mi Padre".
Sí, amo a Dios. Él es mi fuente de existencia y mi Salvador. Él me mantiene funcionando día y noche.
Sin Él, nada soy, pero con Él "todo lo puedo en Cristo que me fortalece". Filipenses 4:13.

Ésta es la prueba más simple.

 

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