lunes, 3 de junio de 2013

Alabemos a nuestro Dios - Devocional, reflexión

Hay días, en los que en realidad, en el sentido humano, es difícil alabar a Dios; porque nosotros muchas veces lo hacemos basándonos en el momento que estamos viviendo, es decir, que si estamos pasando por circunstancias muy difíciles, se nos dificulta también alabar a Dios.


Es fácil alabar a Dios cuando las cosas van bien, cuando hemos recibido Su provisión, cuando hay fortaleza, cuando todo esta yendo perfectamente,... pero se nos hace muy difícil hacerlo en medio de la escasez, en medio de los desiertos de la vida, en medio de esas etapas de anonimato o en medio de  enfermedades terribles.
Hoy quiero invitaros a que alabéis a Dios en medio de cualquier circunstancia, en medio de cualquier problema, en medio de cualquier desierto, quiero motivaros a alabar a Dios.
Cuando alabamos a Dios ocurren cosas maravillosas, cuando alabamos a Dios nuestras fuerzas son renovadas, nuestro pensamiento es transformado, nuestro aliento es recobrado, nuestras cargas son quitadas, nuestro espíritu es reavivado; por eso y más, debemos alabar siempre a Dios.
El salmista escribía:
¡Alabemos a nuestro Dios!
Ustedes, los que obedecen a Dios,
¡alábenlo!
¡Sea siempre bendito nuestro Dios!
¡Alábenlo a todas horas!
¡Alábenlo ahora y siempre!
Dios reina en las alturas,
y desde allí contempla
los cielos y la tierra.
Dios gobierna con poder
sobre todas las naciones.
¡No hay nada que se compare
con nuestro Dios!
A la gente pobre y humilde
la saca de la miseria,
y le da un sitio de honor
entre la gente importante.
A la mujer que no tiene hijos,
le concede dos alegrías:
¡llegar a ser madre,
y tener un hogar!
¡Alabemos a nuestro Dios!
Salmos 113 (Traducción en lenguaje actual)
¿Por qué no alabamos a Dios en medio de cualquier circunstancia? Hoy Dios quiere escuchar tu alabanza, Él quiere escuchar de tus labios cómo le alabas con un corazón sincero, reconociendo su poderío y capacidad para hacer de lo imposible, algo posible.
Cuando Dios observa que tu corazón en medio de las circunstancias más difíciles le sigue alabando, Él se ocupa de tu necesidad, pues Él no desampara a aquellos que le alaban.
Posiblemente los últimos días te has quejado de lo que estás viviendo; hoy, en lugar de quejas Dios quiere escuchar tu alabanza y entonces, cuando eso suceda, todo el panorama comenzará a cambiar; cuando decidas alabar en lugar de quejarte, Dios abrirá tus ojos y verás cómo TODO esta bajo el control de su mano PODEROSA.

¡ALABA A DIOS!

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