martes, 30 de abril de 2013

El Ferrocarril más alto del mundo - Reflexiones

La gente decía que no podía hacerse: construir un ferrocarril sobre el nivel del mar, desde la costa del Océano Pacífico hasta la Cordillera de los Andes, el segundo sistema montañoso más alto del mundo después de los Himalaya.
Pero eso era precisamente, lo que Ernest Malinowski, ingeniero nacido en Polonia, quería hacer. En 1859 se propuso construir una línea de ferrocarril desde Callao, en la costa del Perú, hasta el interior del país, a una elevación de más de cinco mil metros. Sería el "Ferrocarril Central del Perú" (Andes). 
Si se alcanzaba el éxito, sería el ferrocarril más alto del mundo.
Los Andes son unas montañas traidoras. La altitud hace muy difícil el trabajo, y hay que agregar a esto, las bajas temperaturas, los glaciares y la potencial actividad volcánica. Y además, las montañas se suben desde el nivel del mar hasta una altitud de miles de metros, en una distancia muy reducida.
Ascender hasta esas alturas en aquellas montañas dentadas, requeriría toboganes, rutas en forma de zigzag y numerosos puentes y túneles.
Pero Malinowski y sus trabajadores triunfaron. Fue construido entre 1871 y 1876. 

"Tiene aproximadamente cien túneles y puentes, y algunos de ellos son verdaderas hazañas de ingeniería. Es difícil imaginar cómo pudo hacerse este trabajo con un equipo de construcción relativamente primitivo, a grandes alturas y en un terreno montañoso y lleno de obstáculos".
Hoy en día, el ferrocarril es un testimonio a la tenacidad de los hombres que lo construyeron. Sin importar lo que pudiera ocurrir en el proceso, Malinowski y su equipo nunca, nunca, nunca se dieron por vencidos.
¿Hay algo difícil? Probablemente, pero seguro que no imposible. Los grandes soñadores no se detienen. Cada obstáculo puede ser un desafío pero jamás un impedimento. Dios está a tu lado para darte la fuerza. Nunca te detengas aterrorizado. Ve adelante. Este podría ser un gran día en tu vida.
Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida. Así como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré ni te abandonaré.
Sé fuerte y valiente, porque tú darás a este pueblo posesión de la tierra que juré a sus padres que les daría.
Solamente sé fuerte y muy valiente; cuídate de cumplir toda la ley que Moisés mi siervo te mandó; no te desvíes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito dondequiera que vayas. Josué 1:5-7

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