sábado, 20 de abril de 2013

Amar de verdad - Devocional

Es tan fácil decir “Te amo”, que se ha convertido en una de las frases más populares de los últimos tiempos. La realidad es que parece que esta frase ya no tiene el mismo significado hoy en día que antes, y la usamos como usaríamos cualquier frase para saludar o despedirnos, sin darle su debida importancia.
Quizá el problema de la frase “te amo”, sea que la mayoría de personas que la utiliza, no sabe realmente lo que significa o no tienen conocimiento total de todo lo que quiere decir o todo lo que abarca.
¿Por qué hoy día muchas personas se sienten defraudadas en el amor?: porque hubo alguien que sencillamente le expresó la frase: “Te amo”, y ahora esa persona, que un día lo dijo, puede que ya no esté allí o simplemente ya no “siente” lo que un día expresó.
Quiero dedicar este mensaje a todas aquellas personas que un día fueron victimas de un “te amo” y también para aquellos que dicen esta frase, sin saber realmente el peso que conlleva.

Aparece la palabra te amo

Para muchos, decir “te amo” significa mucho, por eso utilizan generalmente frases como: “te quiero mucho”, “te aprecio”, “eres importante para mí”, etc.
Por otra parte, hay quienes, queriendo “demostrar” su amor, lo dicen sin pensar lo que realmente significan las palabras: “te amo”. Y hay quienes sólo lo hacen para “ganar confianza” o para que la otra persona se sienta “amada”, sin percatarse de lo que realmente esta frase debe reflejar, lo que significa o el peso que realmente tiene.

¿Qué es amar?

La Biblia dice: “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará”. 1 Corintios 13: 4-8.
Algunos pensamientos sobre el amor:
El amor va mas allá de una palabra, el amor es actuar y no sólo decir. 
El amor demuestra y no calla, el amor se expresa y no esconde.
El amor respeta, no oprime, el amor soporta y no se cansa.
Cuando se ama, se confía y no se enjuicia, se cree y no se duda. 
Cuando se ama, se acepta y no se rechaza, cuando se ama, se ayuda y no se da la espalda. 
Amar es una decisión y no sólo un sentimiento. 
El amor es para siempre, sin embargo la emoción es momentánea.
Sentir es una emoción, amar es una decisión que se lleva hasta la eternidad. 
La emoción dice lindas palabras, usa bellas frases y una retórica excepcional. En cambio, el amor expresa con los hechos lo que la emoción sólo puede decir con palabras. 
Enamorarse no es amar, amar va más allá de un enamoramiento, amar es un estado que me lleva no sólo a sentir, pensar o soñar, sino que me lleva a demostrar, planificar y concretar. 
Decir “te amo” lo puede hacer cualquiera, demostrar cuánto amas sólo lo pueden hacer unos pocos.
Nunca digas “te amo” a quien no estás dispuesto a demostrar sin hablar lo que realmente sientes, porque ilusionarás a alguien que luego defraudarás, y  Dios te lo ha de reclamar en su momento debido.
No digas “te amo” a quien no puedes amar, porque sólo será una frase vacía, que te llevará a reflejar lo mentiroso que puedes llegar a ser sin ninguna necesidad. 
Amar es mantener, pese a los años, aquella misma decisión y esa pasión que te llevó por primera vez, a decirle sinceramente a esa persona cuánto la amabas.
Muchos se enamoran, muchos se ilusionan, pero pocos aman de verdad como se tiene que amar. 
Amar no sólo provoca que pienses en esa persona, sino que te motiva a demostrar con detalles pequeños lo mucho que la amas. 
Amar no es entregarte físicamente, amar es entregar tu corazón a alguien que realmente lo respetará, valorará, cuidará, cultivará y te hará feliz como tú también se lo harás a él, pero para que eso pase, ese alguien tiene que amar a Dios en primer lugar, para poder amarse a él mismo y poderte amar a ti.
Puede que últimamente te haya ido mal en el amor, quizá estés defraudado por muchas cosas, puede que tengas razones para estarlo, pero el problema quizá esté en no saber elegir, en no saber distinguir quien te ama realmente y quién no.
Si has prestado tu corazón a personas que sólo te dijeron palabras bonitas, pero nunca te demostraron con hechos lo que de su boca salía fácilmente, entonces es obvio que te haya ido mal; sin embargo, eso no significa que siempre se repetirá la misma historia, siempre y cuando no cometas los mismos errores.
Hoy puedes comenzar a sanar tu corazón y a creer en el amor entregándole tus sentimientos, emociones y corazón a Dios. Él mismo te dice este día: “Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis caminos.” Proverbios 23:26 (Reina-Valera 1960).
Es hora de dejar de creer en las palabras bonitas de alguien, es momento de dejar que Dios nos guíe en el amor para que no tropecemos y fracasemos, es hora de hacer de Jesús lo más importante en nuestra vida y comenzar a vivir para Él, y entonces todo lo que hagamos, basados en Su voluntad, nos dará buenos resultados.
El amor es bello, y más cuando amas a una persona que ama a Dios y vive para Él, porque entonces te encontrarás con un corazón que ama de verdad, que no sólo dice, sino que actúa, que no sólo expresa, sino que concreta. El amor existe y depende de nosotros cultivarlo y cuidarlo.

¡Tú puedes amar, porque Dios te amó a ti primero!

No hay comentarios:

Publicar un comentario