A pesar de tus circunstancias y por encima de cualquier problema, tu vida fue planeada y deseada por Dios desde el principio. A veces las personas creen que por vivir ciertas cosas difíciles o dolorosas, es difícil comprender el propósito de su vida, y es porque los problemas empañan la visibilidad de todo lo demás.
Tú puedes preguntarte cual es el propósito de tu vida, porque no entiendes todo lo que te ha tocado vivir, pero debes saber, que el propósito de Dios y sus planes para ti, siempre son para bien independientemente de lo que suceda.
Dios creó un plan para tu vida desde el momento en que tus padres te trajeron al mundo; antes que el plan de ellos de formar una familia, Dios había establecido que llegaras a ser quien eres, sabia tu nombre y en qué lugar del mundo nacerías y te planeó con más amor del que imaginas.
A veces nuestra situación es tan difícil que olvidamos que Dios sabe todas las cosas; todo lo que nos preguntamos, aún sin decírselo a nadie, Él lo sabe; cuando nos preguntamos cosas como ¿para qué vine al mundo?, sin querer cuestionamos la obra de sus manos y damos poco valor a sus motivos. Las cosas que nos pasan a veces son tan grandes, que nos hacen sentir muy pequeñitos y sin un plan de vida, pero la realidad es que todos fuimos planeados con el amor más grande que pueda existir.
Tal vez tu situación actual te hace pensar que tu vida no tiene un propósito, cuestionas el por qué estas aquí en la tierra; esto es porque los problemas te impiden darte cuenta de que Dios tiene un plan maravilloso para tu vida, que no dependiendo de cuantas cosas pueden pasarte, sus planes siguen siendo los mismos con los que te creó.
Si tú piensas que tu vida no tiene un propósito y te preguntas para qué viniste al mundo, la respuesta es más sencilla de lo que crees: Dios te dio una oportunidad de disfrutar una creación de amor, para hacer de ti algo tan bueno que tú mismo no alcanzas a imaginar; en la vida se nos pueden presentar muchas pruebas, pero son siempre la preparación para algo mejor.
Siempre serás la creación más hermosa que Dios pudo hacer. Él no se arrepiente de haber permitido que llegaras al mundo; ni siquiera cuando ve nuestros defectos, errores o problemas se lamenta, simplemente lo que hace lo hace perfecto. Él nunca se equivoca, por eso siempre está dispuesto a ayudarte en cuanto se lo permitas.
Tú eres fruto del amor de Dios tal como eres, con tu color de cabello, con tu tono de piel, con tu estatura, con ese lunar gracioso, ¡eres perfecto, porque eres la imagen que Dios diseñó! El propósito para tu vida no es respuesta tuya, sino de Dios, y sus planes para ti están ya escritos desde hace mucho tiempo, todos de bien, con futuro y esperanza para ti.
Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos. ¡Cuán preciosos, oh Dios, me son tus pensamientos!¡Cuán inmensa es la suma de ellos ! Si me propusiera contarlos, sumarían más que los granos de arena. Y si terminara de hacerlo, aún estaría a tu lado.
Salmos 139: 16, 17, 18 (Nueva Versión Internacional)
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