lunes, 4 de marzo de 2013

No seas duro contigo mismo - Mensaje


Cada error que cometemos es una muestra de lo necesitados que estamos de crecer. Si alguien no cometiera errores, sería una persona perfecta en todos los aspectos, y en ese caso estaríamos hablando de alguien que no es humano, de un fuera de serie y único en su especie; pero como es de suponer que quienes leen estos escritos son todos humanos, hechos de carne y hueso, esto va especialmente  dirigido a todos los que han/hemos cometido uno y otro error, tantos que hasta hemos perdido la cuenta.


No hacer caso a una advertencia, tomar a la ligera un consejo,  cegarnos por la rebeldía de creer que es nuestra vida y que nadie debe entrometerse en ella, nos impide ver en el mismo instante con claridad y después caemos en la cuenta, cuando ya estamos sufriendo las consecuencias de nuestros actos. Todos lo hacemos, todos ignoramos alguna vez las palabras de alguien que quería ayudarnos, creemos que, como es nuestra vida, son nuestras decisiones y es duro darse cuenta del error; pero es peor vivir sólo lamentándose de lo sucedido, en vez de levantar la cabeza, sacudirse el polvo y continuar.

No es bueno ser duro consigo mismo; vivir como si los errores no tuvieran solución es la forma mas fácil de darte por vencido, es como caer y querer quedarte tirado, como haberte equivocado de camino y querer seguir perdido y eso no ayuda en nada, porque un error se supera, no se sufre toda la vida, y las consecuencias no se aceptan como capitulación, sino que se afrontan con valentía, se vencen y se aprende de ellas. El dolor de un error es semejante al de una caída, pero siempre hay una mano que se extiende a pesar de que los demás te hayan dado la espalda; Dios permanece como el mejor de los amigos para ayudar a levantarte, para decirte: “no importa si has caído, siempre y cuando estés dispuesto a levantarte”.

El que hayas cometido uno o muchos errores no te hace mejor ni peor persona, ¿cuántas veces cae un niño cuando está aprendiendo a caminar?,: ¡muchísimas!; pero no se queda ahí tirado pensando que es malo por caerse, sino que se levanta y, sin importar lo dura que fue la caída, vuelve a intentarlo, una y cuantas veces sea necesario hasta que logra caminar, ¿cierto?. Entonces, lo que determina a una persona no es la cantidad de errores que comete, sino la fuerza que tiene para sobreponerse a cada uno de ellos.

Ser duro contigo mismo, juzgarte y restarte valor por haber cometido un error, sólo empeora tu situación. ¡Basta ya de llanto, de tristeza y de autocompasión!  Antes de ser perdonado hay que perdonarse a sí  mismo,  nada tiene que ver lo que hay alrededor de tu situación, todo empieza por ti, así que PERDÓNATE, LEVÁNTATE y ESFUÉRZATE,  pues la oportunidad de superar tus errores está esperándote.

No hay comentarios:

Publicar un comentario