viernes, 8 de marzo de 2013

Me niego a volver atrás - Devocionales, Meditaciones, Reflexión

Cuando tomé la decisión de seguir a Jesucristo, lo hice con tanta convicción que ahora puedo diferenciar claramente el panorama; entre el antes de... y el después de..., el antes de recibirle en mi corazón y el después de permitirle a Él asumir el control de mi vida.
Siempre me he preguntado cómo es posible dejar de amar a Jesucristo después de conocerle. Y como siempre, el Señor tiene respuestas para todo: “Si alguien piensa que está firme, tenga cuidado de no caer”. 1 Corintios 10:12. (Nueva Versión Internacional). 
No me había dado cuenta de que mientras que estaba apartado del Señor, Satanás no tenía de qué preocuparse, por eso no era tan difícil para mí caer en pecado e incluso acostumbrarme a pecar; al fin y al cabo, a Dios no le tomaba en serio, me era irrelevante hacerlo o no. Sin embargo, no puedo decir lo mismo en este momento; realmente, es muy difícil para mí aceptar el pecado, y no puedo decir que soy perfecto, que nunca peco o que nunca pecaré; pero sí puedo decir, que me da vergüenza caer en pecado, que siento temor de Dios, temor de apartarme de su presencia, temor de alejarme de Él y volver a lo mismo de antes.
no volver atras
Experimentar la paternidad de Dios, es lo mejor para mí, y deseo con todas las fuerzas de mi corazón que así sea todos los días de mi vida. ¡Me niego a volver atrás!, me niego a ser la misma persona que era antes de conocer a Jesús, me niego a cambiar lo que vivo en el Señor, por lo que Satanás y su mundo me ofrecían cuando estaba apartado de su Divina Presencia.
Casi seguro que no hay garantía de que no volveremos a pecar o a sufrir, después de que decidamos aceptar a Jesucristo como nuestro único Salvador y Redentor; pero sí la hay en que estar con Él, es lo mejor que cualquier persona puede experimentar. Por eso me aferro a Él, por eso le busco a diario, por eso le pido que me enraíce cada día más en su corazón, porque no quiero desprenderme ni un sólo segundo de su presencia; no podría vivir sin Él, mi vida no tendría sentido, nada valdría la pena. 
Tampoco te puedo decir que, una vez recibas a Jesucristo en tu corazón, las cosas serán fáciles; esto es mentira, tendrás luchas y deberás afrontarlas, pero lo bueno de todo es que no estarás solo para hacerlo, porque Dios siempre te estará sosteniendo con su diestra, y como ya no eres tú quien tiene el control de tu vida, sino Él, las cosas al final terminarán en victoria en Cristo Jesús. Entiendas o no, lo que pueda suceder en ese momento, debes tener fe porque Él siempre triunfa.
Serás tentado muchas veces con las cosas de este mundo, pero Dios no permitirá que seas tentado más allá de lo que puedas soportar; con toda seguridad, Satanás ya no estará despreocupado una vez decidas seguir a Jesús, pero de nada le servirá hacer planes en tu contra y tratar de estropearte como siempre lo había hecho. La voluntad de Dios está en tu vida, porque, una vez que eres de Jesucristo, Satanás ya no tiene ninguna autoridad sobre ti y tendrás la autoridad, en Cristo Jesús, de derrotarle cada vez que pretenda levantarse en contra tuya o que atente contra los propósitos que Dios tiene contigo. Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo. Juan 16:33 (Nueva Versión Internacional).
Mientras que permanezcamos en Dios y en su Palabra, no tendremos por qué temer. Él mismo se encargará de hacernos mejores cada día y no vamos a pensar en volver atrás; que Dios tenga misericordia de nosotros y no lo permita jamás, en el nombre de Jesús, Amén y Amén.

¡Volver atrás no vale la pena, no tiene sentido… seguir adelante es lo que quiere el Señor que hagamos a diario!

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