sábado, 16 de febrero de 2013

Pasos de fe - Devocional - vídeo

La vida cristiana se vive, desde el primer hasta el último minuto, a través de la fe. Nadie puede llamarse cristiano si la fe no existe en él o en ella; una fe que le lleva a considerarse de esa forma.
La fe es indispensable para cada uno de nosotros y cuando hablamos de fe, hablamos de confianza o seguridad, por fe hemos creído en Dios.
Cuando permitimos que la duda sea protagonista en nuestra vida, entonces estamos dejando a un lado la fe, porque duda y fe no son compatibles; todo lo contrario, son términos totalmente opuestos.
La Biblia dice: “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” Hebreos 11:6 (Reina-Valera 1960).
Reflexionaba estos días en el hecho de que Dios puede, y quiere, hacer milagros sorprendentes en nuestra vida, pero para ello necesita que nosotros demos pasos de fe, para poder hacer real la posibilidad de ese milagro.
Cuando pensaba en esto, Dios me llevaba a reflexionar sobre diferentes hechos que sucedieron en el tiempo antiguo y que están registrados en la Biblia. Y en cada uno de ellos, veo cómo esos hombres se atrevieron a dar pasos de fe, y como consecuencia, vieron actuar la mano poderosa de Dios.
Se necesita FE para poder dar pasos, aún cuando el panorama sea radicalmente contrario a nuestros propósitos, o aún cuando las circunstancias nos quieran llevar a dudar de que algo bueno puede suceder en medio de las dificultades.
Por ejemplo, veo en la Biblia a Abraham que, siendo de avanzada edad y teniendo una esposa llamada Sara también de avanzada edad y estéril, dio pasos de fe creyendo la promesa de Dios de que le daría descendencia. (Génesis 15)
También veo en la Biblia a un Moisés obedeciendo a Dios, sacando a Israel de la esclavitud, parado frente a un mar y siendo perseguido por el ejército egipcio; sin embargo, Dios le ordena que levante la vara que llevaba consigo en dirección al mar y, al obedecerle, Moisés ve como éste se abre en dos. Ahora es cuando los israelitas tenían que dar los pasos de fe, creyendo y confiando en Dios, en que al a travesar ese camino seco en medio del mar, este no caería sobre ellos. La mayoría hemos entendido la historia, prácticamente poco más, por el simple hecho de que el mar se abrió en dos, pero vayamos más allá: ¿Acaso no se necesitaba fe para caminar en medio de esas dos paredes de agua?, ¡Claro que sí!; se necesitaba fe para creer que no morirían ahogados, todo el que pasó por allí tenía que tener fe, es decir: La parte de Dios es hacer el milagro (abrir el mar en dos), y la nuestra caminar por fe para que ese milagro sea completo. (Éxodo 14)
De la misma forma que estas dos historias, podríamos ver más, como la de Josué y los muros de Jericó, como la de Noé construyendo un arca en donde nunca había llovido, la de un Pedro caminando sobre las aguas dando pasos de fe, u otras historias que nos muestran que para ver un milagro completo se necesita dar pasos de fe.

¿Qué estás esperando para dar los pasos de fe que tengas que dar?


A lo mejor llevas meses o años esperando una “confirmación” del cielo para dar ese paso, que Dios ya te dijo que dieras hace mucho tiempo. Dar pasos de fe es tener el valor de creerle a Dios que su promesa se cumplirá, ¡Ojo con esto!, fíjate bien: “Es creerle a Dios que su promesa se cumplirá”; no es que esa promesa ya esté cumplida o que se esté cumpliendo en este momento, sino que se cumplirá. Pero para ello tienes que dar pasos de fe, creerle a Dios, tener valor para hacer lo que tengas que hacer, porque Dios te respaldará. Él te lo prometió.

"Ya no esperes más. Yo, quien te ha traído hasta aquí, soy quien te respaldará; no tienes que temer, no tienes que dudar, sólo ten valor, esfuérzate porque Yo cumpliré mi propósito perfecto en tu vida. Es hora de caminar por fe, es hora de que des esos pasos de fe que tanto tiempo he esperado que des, es hora de que confíes en Mí ciegamente porque..., Yo ¡jamás te voy a defraudar! Recuerda que fui Yo quien te di esa promesa". 
¿Y si el Señor es quien te lo dice, no cumplirá?, ¡Vamos camina por fe!
Cuando la fe aparece, la duda desaparece, cuando el valor se hace presente, el temor escapa, cuando decidimos creerle a Dios, el enemigo tiembla, porque lo que Dios hará contigo es algo maravilloso y te hará hacer historia.

¡Camina hoy por fe y no te detengas!

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