sábado, 16 de febrero de 2013

Bíblia - Salmo 39 - Sólo vanidad es el ser humano

Esta mañana leía el Salmo 41, cuando recordé la belleza del Salmo 39 que leí anteayer, y tuve que volver para releer este último. Parece una canción a la que sólo le falta la música. Siempre me pasa lo mismo con este Salmo y estoy encantado de plasmarlo para que también lo lean ustedes:

Sólo vanidad es el ser humano

Al maestro del coro. De Yedutún. Salmo de David.

Me dije: “Mis pasos vigilaré
para no pecar con mi lengua;
en mi boca pondré una mordaza
cuando esté ante mí el malvado”.
Guardé un completo silencio,
quedé totalmente callado,
pero mi dolor crecía,
ardía mi corazón dentro de mí;
de tanta angustia me iba inflamando
hasta que mi lengua rompió a hablar:
“Señor, hazme saber mi fin
y cuánto va a durar mi vida,
hazme saber lo efímero que soy”.
Concedes a mi vida unos instantes,
mi existencia no es nada para ti.
Sólo es vanidad el ser humano, [ Pausa]
una sombra fugaz que deambula,
que en vano se angustia
acumulando riquezas
que no sabe para quién serán.
Dios mío, ¿qué puedo esperar yo?
Sólo tú eres mi esperanza.
Líbrame de todos mis pecados,
no me conviertas en burla del necio.
10 
Guardo silencio, no abro mi boca,
porque eres tú quien lo ha hecho.
11 
Aparta de mí tus golpes,
que por la ira de tu mano muero.
12 
Corriges a los seres humanos
castigando sus culpas;
como la polilla destruyes sus encantos,
pues sólo es vanidad el ser humano. [ Pausa]
13 
Señor, escucha mi oración,
presta oído a mi grito;
no seas sordo a mi llanto
pues soy un huésped que habita contigo,
un forastero como mis antepasados.
14 
Concédeme poder serenarme
antes de que me vaya y deje de existir.

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