De repente, la puerta de enfrente de la sala de justicia se abrió, y allí apareció el juez con su túnica negra. Me impresionó tanto, que no podía quitar mis ojos de él. Cuando hubo tomado su asiento, dijo: “Comencemos”.
El fiscal se levantó y dijo: “Mi nombre es Satanás y estoy aquí para demostrar por qué el acusado merece el infierno”. Procedió a contar todas las mentiras que yo había dicho, las cosas que había robado, y cómo había engañado y defraudado a otros. Contaba todas las perversiones de mi vida pasada.
Cuando ya era su tiempo, mi abogado pidió permiso para acercarse al tribunal. El juez aceptó su petición, a pesar de las protestas de Satanás. Mientras caminaba hacia el tribunal, le vi por primera vez en todo su esplendor y majestad. Ya recordaba por qué me había parecido familiar; era Jesús quien me representaba, mi Señor y Salvador. Se paró frente al banco y dijo con voz suave al juez. “Hola papá”. Después se digirió a la corte. “Satanás está en lo correcto cuando dice que este hombre ha pecado. Esto no lo vamos a negar. Aceptamos los cargos contra mi cliente. También tiene razón en que este hombre merece ser castigado con la muerte”. Respiró profundamente y se dio la vuelta hacia su Padre con las manos extendidas y proclamó:
“Pero yo di mi vida en la cruz para que esta persona pudiera tener vida eterna. El me ha aceptado como su Salvador, entonces, es mío”.
Volvió a sentarse, pero no sin antes mirar hacía su Padre y decir: “No hay nada más que hacer. Yo he hecho todo”.
El juez levantó su mano poderosa y bajó su mazo con fuerza mientras las siguientes palabras salían de su boca: “Este hombre está libre; el castigo ya ha sido pagado totalmente. Caso cerrado”.
Mientras salía del salón con mi abogado, podía escuchar a Satanás gritando “No me daré por vencido. Ganaré el próximo caso.” Pregunté a Jesús si alguna vez había perdido un caso. Me miró con amor y me dijo, “Todos los que se han acercado a mí, pidiendo que yo les represente, han recibido el mismo veredicto que usted: Totalmente Pagado”.
Autor desconocido
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