domingo, 27 de enero de 2013

Volver a los orígenes - Mensaje

Muchos artistas quisieron grabar discos con canciones que fueron famosas en otras épocas, agregándole efectos modernos y utilizando la tecnología para mejorar el sonido o la calidad del disco nuevo. También hay discos completos de “clásicos” cantados por voces modernas y en donde destaca el valor de volver a la calidad original, volver a los orígenes de la música.
Esta idea de “volver a los orígenes” no está tan apartada en otros ámbitos de nuestra vida, tampoco es algo que sólo los artistas realicen. Cada uno de nosotros, en algún momento, hemos tenido que volver a los orígenes de algo, ya sea para corregir o para comenzar un proyecto nuevo.
Esta idea es muy real porque, ocasionalmente, hemos tenido que regresar al punto de partida para comenzar algo nuevo, o bien para corregir algo que tal vez no resultó como esperábamos o como se proyectaba desde un comienzo. Puede que en más de una ocasión nos hayamos visto en alguna de estas situaciones: un trabajo que se volvió extremadamente exigente y agotador, una amistad que no es como antes, relaciones familiares que en algún momento dejaron de ser tan cercanas como inicialmente fueron, una relación de pareja que se terminó y otra que recientemente comenzó, y una larga lista de etcéteras podríamos agregar aquí; todas ellas tienen el elemento común de que existía un plan original y éste no se cumplió.
volver a los inicioEs posible que alguna vez hayamos perdido algún objeto, las llaves, un lápiz o algún documento que llevábamos en la mano. Para recuperarlo, empezamos a hacer mentalmente el recorrido desde que teníamos el objeto en nuestras manos hasta que nos percatamos de que ya no estaba. Eso también es regresar a los orígenes y nos permite encontrar el punto en que puede que esté lo que buscamos. Bueno, muchas veces lo hacemos con objetos y muy pocas veces con cosas muchísimo más valiosas que perdemos de vista, como la fe, la esperanza, la familia, la comunicación, el amor, la paciencia, la solidaridad, la capacidad de entrega desinteresada, el perdón…. Hay cosas que desaparecen de nuestra vida sin darnos cuenta y para reencontrarnos con ellas debemos volver a los orígenes, al punto exacto donde existían y donde de pronto se extinguieron.
Encantadora idea, porque, así como los artistas lo han hecho, cuando vuelve a aparecer en las radios una canción que ya no se escucha y nuevas generaciones, que no habían tenido acceso a ella, la cantan y bailan, de la misma forma, cuando nos encontramos con el lugar de origen de algo, nos encontramos con todas las emociones que se asocian a ese origen. Por ejemplo, las madres cuando ven fotos de sus hijos pequeños pueden, incluso, llegar a sentir el aroma a bebé de sus bebés. Vuelven al origen.

Hace muy poco tiempo experimenté la posibilidad de volver al origen de algo, de poder encontrarme nuevamente con el plan original, aquel que por distintas situaciones y decisiones cambió de dirección y que, siendo una inmensa sorpresa, además ha sido un tremendo regalo. Pensemos por unos instantes y reflexionemos en torno a los planes originales de nuestra vida; si hay algún plan que ha perdido su dirección, pidámosle ayuda al creador de ese plan; su nombre es Cristo y Él lo tiene todo fríamente calculado. Sus planes son mayores que los nuestros, pero debemos saber reconocerlos para abrazarlos y no separarnos más de ellos; de esta forma los conseguiremos y, de esta forma, el “volver a los orígenes” será una tarea que orientará toda nuestra vida.

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