sábado, 5 de enero de 2013

¿Cuántas otras cosas nos Estamos Perdiendo? - Reflexiones

Un hombre se sentó en una estación de metro en Washington DC y comenzó a tocar el violín. Era una fría mañana de enero. Tocó seis piezas de Bach durante unos 45 minutos. Durante ese tiempo, ya que era hora punta, se calcula que 1.100 personas pasaron por la estación, la mayoría de ellos camino al trabajo.
Tres minutos pasaron, cuando un hombre de mediana edad vio que había un músico que estaba tocando. Aminoró el paso, se detuvo durante unos segundos y luego se apresuró a marcharse para cumplir con su horario.
Un minuto más tarde, el violinista recibió su primer dólar de propina: una mujer arrojó el dinero en la caja y, sin parar, siguió caminando.
Unos minutos más tarde, alguien se apoyó contra la pared para escucharle, pero el hombre miró su reloj y comenzó a caminar de nuevo. Es evidente que se le hacía tarde para el trabajo.
El que prestó mayor atención fue un niño de 3 años. Su madre, apresurada, pasaba de largo, pero el chico se detuvo a mirar al violinista. Por último, la madre tiró fuerte de él, y el niño siguió caminando, volviendo la cabeza todo el tiempo. Esta acción fue repetida por otros niños. Todos los padres, sin excepción, les forzaron a seguir adelante.
Durante los 45 minutos que el músico tocó, sólo 6 personas se detuvieron y permanecieron un rato. Alrededor de un 20% le dieron dinero, pero muchos otros siguieron caminando a su ritmo normal. Recaudó 32 dólares. Cuando terminó de tocar, y el silencio se hizo presente, nadie se dio cuenta que marchó. Nadie aplaudió ni hubo ningún reconocimiento.
Nadie lo sabía, pero el violinista era Joshua Bell, uno de los músicos más talentosos del mundo. Él había tocado sólo una de las piezas más complejas nunca escritas, ¡en un violín valorado en 3,5 millones de dólares!.
Dos días antes de tocar en el metro, Joshua Bell tocó en un teatro de Boston que llenó por completo, y donde los asientos tenían un precio promedio de 100 dólares.
Esta es una historia real. Joshua Bell tocando de incógnito en la estación de metro, fue organizado por el diario The Washington Post como parte de un experimento social sobre la percepción, el gusto y las prioridades de la gente. Las líneas generales fueron las siguientes: en un entorno común, a una hora inapropiada: ¿Percibimos la belleza? ¿Nos detenemos a apreciarla? ¿Reconocemos el talento en un contexto inesperado?
Una de las posibles conclusiones de esta experiencia podría ser:
Si no tenemos un momento para detenernos y escuchar a uno de los mejores músicos del mundo tocando la mejor música escrita, ¿cuántas otras cosas nos estamos perdiendo?
¡Anímense a compartir!

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