¡Bendito sea el Dios de gracia! Tiene un pueblo al que escogió en otro tiempo para que fuese su particular heredad.
Por naturaleza, los hijos de este pueblo tienen una voluntad tan rebelde como los demás hijos de Adán; pero cuando Dios manifiesta su poder, o cuando despliega su omnipotencia, dispone su corazón para el arrepentimiento y para creer en Jesús.
Nadie se escapa en contra de su voluntad. ¡Poder maravilloso es éste que nunca fuerza la voluntad, sino que la abre con llave maestra que Él sólo sabe manejar.
Ahora estamos dispuestos a ser, obrar o sufrir lo que el Señor quiera. Si nos vemos tentados a rebelarnos, con sólo venir Él podremos correr por el camino de sus mandamientos con todo nuestro corazón.
Que en este día, mi voluntad esté dispuesta a realizar un generoso esfuerzo para la gloria de Dios y el bien de mis semejantes.
Hoy es un día especial para ponerme a disposición de Dios.
Señor, heme aquí; sea hoy el día de tu poder. Estoy enteramente a tu disposición, deseoso de que te sirvas de mí para tus designios sacrosantos. Que nunca me vea obligado a exclamar: "tengo el querer, mas el efectuar el bien no lo alcanzo". Dame el poder como me das la voluntad. Amén.
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