Hoy levanto mi mirada a la eternidad y puedo mirar, aún más allá de las nubes, la gloriosa manifestación del Hijo de Dios. Gloriosa manifestación que se desplegó el día de la ascensión, siendo recibido en gloria después de su conquista en el calvario. Rey de reyes y Señor de señores, sentado a la diestra del Padre con Poder y majestad.
Hoy levanto mi mirada y contemplo su hermosura y digo maravilloso, ¡qué maravilloso es el Salvador, mi Señor! Manifestado en Gloria. Pero, la Biblia me da la promesa de esperanza de que un día Él, al ser manifestado en su gloria, visiblemente en las nubes, yo, junto a Él, también seré manifestado en gloria.
Si bien es cierto que seremos manifestados en gloria con Él, nunca debo olvidar que necesito prepararme para ello. La vida no puede ser tomada como episodios aislados de mi vivir diario. Necesito prepararme para los próximos episodios. La vida es como un drama donde los actores necesitan prepararse y vestirse ante de entrar en escena. Muchos son los que entran en las escenas de la vida sin prepararse y sus papeles son mediocres y los dramas de sus vidas sin aliento, sin gusto y sin color.
El drama más grande en el cuál actuaré será el día en el que el Señor sea manifestado en gloria y, juntamente con Él, nosotros seremos manifestados. Hoy, tomo este día como la oportunidad preciosa de prepararme para esa manifestación. ¿Cómo me prepararé?- Me prepararé buscando la dependencia de aquel que vive para siempre. Me prepararé viviendo en sus promesas y obedeciendo sus demandas. Me prepararé siendo un instrumento útil en sus manos y trasmitiendo su gloria como un canal puro y limpio que vive por Él y para Él.
Padre celestial, Gracias por tu generosidad y gracia derramada sobre nosotros en la persona de tu amado hijo Jesucristo. En Él tenemos la provisión para este tiempo y para la eternidad. Él murió para que nosotros podamos ser perdonados y Él vive para que nosotros vivamos. Él regresará y será manifestado en gloria como Tú ya lo has determinado. Padre, en tu gracia y misericordia nosotros también seremos manifestados juntamente con Él en gloria.
Ayúdame a vivir hoy de tal manera que pueda prepararme para la próxima y gloriosa escena que se realizará en las nubes, cuando los cielos se abran y los ojos de los santos veamos la más grande manifestación de gloria. Mientras Jesús regresa viviremos para ti y te adoraremos realmente de corazón. Amén.
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