miércoles, 10 de octubre de 2012

Aceptaré Las Herramientas del Quebrantamiento

“Hermanos míos, consideren profundamente con gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Pero tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.   Santiago  1:2-4.

Dios, como artesano eterno que es, tiene sus propias herramientas para llevarnos al quebrantamiento y así poder moldearnos con facilidad.  Hoy aceptaré estas herramientas.
La primera herramienta que Dios usa es Su Dulce susurro en el corazón humano. Dios sabe y le gusta hablar en susurros al corazón. Su dulce y tierna voz, su gentil y caballerosa manera de comunicarse llega primero al corazón para producir en nosotros un voluntario quebrantamiento. Sin embargo estamos tantas veces tan ocupados en nuestros propios proyectos, sueños y ambiciones que no le escuchamos o no le queremos escuchar.
“El ojo ve bien a Dios solamente a través de las lágrimas”. Victor Hugo (1802-1885) Novelista francés
La segunda herramienta que Dios usa, si ignoro su susurro en mi corazón, es LA PALABRA. Hebreos 4:12.  Dios, para quebrantarnos, usa su propia Palabra a través de versos que nosotros sabemos que Dios nos está diciendo directamente a nosotros. Dios espera que abramos nuestro corazón en respuesta a su palabra. Si le resistimos, Él usará la próxima herramienta.

Lo digo por mi propia experiencia. M.G.L.
La tercera herramienta son los amigos y familiares. Personas que reciben de Dios una palabra para nosotros, y ellos desfilan lentamente ante nosotros para convencernos de que hay algo que necesito modificar, restaurar o quebrar dentro de mi vida.
Si aún con estas herramientas anteriores no respondo al quebrantamiento, Dios usa la última y más dolorosa herramienta:
-Las Represiones de la vida-. Estas represiones pueden ser pérdidas económicas, quebranto físico, pérdida de relaciones y todo lo que produce un profundo dolor en el alma.
Dios trae o permite cosas en nuestra vida para revelarnos que están erradas y corregirlas.
Si hoy sé lo que el Espíritu está haciendo en mi vida y entiendo hacia donde Dios me está llevando,  comenzaré a secarme las lagrimas porque estaré seguro de que Él está usando los eventos negativos de mi vida para liberar mi espíritu.
Gracias Señor. Tú tratas con mi quebrantamiento para liberarme internamente. Hoy me rindo a ti con mi corazón y dejo de luchar con tus procesos divinos.
En el nombre de Jesús. Amén.

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