miércoles, 31 de octubre de 2012

¿Quién dicen los hombres que soy yo? - Un Destellito en las manos de Dios


Destellito es un aficionado a la Historia y para él es un relax entrar a una Biblioteca para, mediante la lectura, aumentar sus conocimientos. Le llama poderosamente la atención cómo se generaron los países, aprendió que muchos de ellos soportaron largas guerras hasta conseguir la independencia, de manera que hoy conocemos muchas historias de los primeros conquistadores y fundadores. Hay una enorme galería de acontecimientos, anécdotas, e historias de vida que Destellito puede usar como fundamento para sus siempre útiles enseñanzas .

¿QUIÉN DICEN LOS HOMBRES QUE SOY YO?

La historia de los hijos e hijas de Dios Creador tiene situaciones que a veces asombran, dijo Destellito. Una de ellas es la relación de un personaje muy importante de una gran nación. Cuenta la Historia que Thomas Jefferson, uno de los padres fundadores de los Estados Unidos, cogió un ejemplar del Nuevo Testamento, eliminó, cortándolas de él, las secciones que consideraba que se referían a la divinidad de Jesús, y conservó otros pasajes sobre las enseñanzas éticas y morales del Señor. Destellito suspiró profundamente para luego leer:
Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipos, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías;  y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.
Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Mateo 16: 13-16.
Thomas Jefferson, pretendió separar en dos a Jesús para quedarse con aquél que cumplía sus expectativas, con el Maestro, con el hombre llamado Jesús ética y moralmente elevado, y excluir al Cristo, el Hijo del Dios viviente, demostrando que tenía un grave problema de creencia, expresó Destellito.
La divinidad y la humanidad de Jesús es una unidad indisoluble, eterna; expresión visible de Dios Creador aquí en la Tierra, como en los cielos. Hay muchos que hoy mismo tienen una visión sesgada de Jesús y que, al igual que Jefferson, prefieren la parte que más les conviene. No es posible creer en el Jesús Hombre y dejar de lado al Jesús Salvador, así como no es posible creer en el Jesús Salvador y no creer en el Jesús Hombre. Dice la Escritura de Jesús:
Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo. Juan 6:41.

No hay comentarios:

Publicar un comentario