Una madre solía orar en las noches con una hija pequeña, de unos seis años, al acostarla.
.Una noche la madre le dijo:
- Hoy vamos a pedir a Dios un poco más para que sane a la tía Marta.
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Oraron por la tía Marta, cada noche, durante un par de semanas. Después, la madre no dijo nada y dejaron de pedir.
A la tercera o cuarta noche sin hacerlo, la niña preguntó:
.Una noche la madre le dijo:
- Hoy vamos a pedir a Dios un poco más para que sane a la tía Marta.
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Oraron por la tía Marta, cada noche, durante un par de semanas. Después, la madre no dijo nada y dejaron de pedir.
A la tercera o cuarta noche sin hacerlo, la niña preguntó:
- Mamá, ¿por qué no oramos por la tía Marta?.
- Es que Diosito ya la puso buena, -respondió la madre.
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- Y si la puso buena, -replicó la niña- ¿no deberíamos orar para darle las gracias?.
- Es que Diosito ya la puso buena, -respondió la madre.
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- Y si la puso buena, -replicó la niña- ¿no deberíamos orar para darle las gracias?.
Somos más dados a pedir que a agradecer. Lo de aquellos diez leprosos curados y de los que sólo uno vuelve a dar las gracias a Jesús, se repite en nuestra vida a diario.
.De cada diez veces que pedimos, quizás no damos gracias ni una. La gratitud del que pide abre la mano del que da: el agradecimiento facilita la generosidad.
¡Y tenemos tanto que agradecer a Dios!.
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Agustín Filgueiras
.De cada diez veces que pedimos, quizás no damos gracias ni una. La gratitud del que pide abre la mano del que da: el agradecimiento facilita la generosidad.
¡Y tenemos tanto que agradecer a Dios!.
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Agustín Filgueiras
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Dad gracias al SEÑOR, invocad su nombre, dad a conocer sus obras entre los pueblos. 1 Crónicas 16:8
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Y han de estar presentes cada mañana para dar gracias y para alabar al SEÑOR, y asimismo por la noche. 1 Crónicas 23:30
Dad gracias al SEÑOR, invocad su nombre, dad a conocer sus obras entre los pueblos. 1 Crónicas 16:8
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Y han de estar presentes cada mañana para dar gracias y para alabar al SEÑOR, y asimismo por la noche. 1 Crónicas 23:30
Crecimiento Personal » Gracias….
Hoy vengo a darte las gracias de parte de todas aquellas personas a las que has servido, día a día o de vez en cuando.
Si eres padre de familia: gracias por esas horas de trabajo, por esforzarte cada día, por los minutos dedicados a tus hijos, por jugar con ellos, por dedicarles tiempo, por enseñarles de Dios, por darles valores… has ayudado a cambiar una nación.
Si eres padre de familia: gracias por esas horas de trabajo, por esforzarte cada día, por los minutos dedicados a tus hijos, por jugar con ellos, por dedicarles tiempo, por enseñarles de Dios, por darles valores… has ayudado a cambiar una nación.
Si eres madre de familia: gracias por cada comida preparada, por cada prenda lavada, por cada caricia y cuidado, por hacer que 24 horas del día alcancen para trabajar fuera y dentro de casa organizando todo, por tu esfuerzo en mantener un hogar en armonía y calidez para los tuyos, por el amor, por tu fe compartida… ¡has ayudado a hacer generaciones fuertes!
Si eres hijo: gracias por estudiar, por compartir tus conocimientos con tus hermanos y con tus amigos, por cada regla que has respetado, por cada enseñanza que das a tus padres con tu inocencia, con tu bondad, con tus reflexiones de la vida, por perdonar los fallos de los que te educan sabiendo que no son perfectos… ¡te estás convirtiendo en un ciudadano que vale la pena!
Si eres un servidor público: gracias por cada duda que has resuelto, por la amabilidad que dispensas a cada persona que atiendes, por hacer tu trabajo con respeto e integridad… ¡fortaleces la confianza de quienes te rodean!
Si eres un servidor público: gracias por cada duda que has resuelto, por la amabilidad que dispensas a cada persona que atiendes, por hacer tu trabajo con respeto e integridad… ¡fortaleces la confianza de quienes te rodean!
Si trabajas como obrero, como empleado en cualquier sitio: gracias por tu puntualidad, por hacer las cosas con excelencia, por convivir con tus compañeros sanamente, y por los minutos que has dedicado para escucharlos, para animarlos, para compartir las experiencias laborales y familiares… ¡te has convertido en una parte importante de la humanidad que brilla!
Si eres médico, creativo, o cualquier tipo de profesional: gracias por poner tu corazón en lo que haces a favor de otros, por las horas, los desvelos, las angustias, las horas que has estado lejos de los tuyos dándote a otros … ¡has colaborado en engrandecer a la humanidad!
Si eres amigo: gracias por el tiempo compartido, por estar cuando se te necesitaba, ya de lejos o de cerca; por los mensajes de aliento que has enviado, y por los chistes que contaste para alegrar a otros, por tu calidez, por tus oraciones … ¡has hecho que permanezca la esperanza en un mundo mejor!
Si has dado comida, ropa, sonrisas, abrigo, cualquier cosa que alguien necesitaba… ¡gracias, muchas gracias porque te has convertido en los brazos, los pies, los ojos, la sonrisa y el corazón de Dios!
Quizá nadie te ha visto, quizá crees que nadie lo ha valorado pero no es así: Dios lo ha visto y Él no es injusto para olvidar lo que has hecho y sigues haciendo cada día y nada queda sin recompensa.
Quizá nadie te ha visto, quizá crees que nadie lo ha valorado pero no es así: Dios lo ha visto y Él no es injusto para olvidar lo que has hecho y sigues haciendo cada día y nada queda sin recompensa.
Y en todo momento: "gracias Señor"
Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún. Hebreos 6:10
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