Dios es mucho más que una fuerza o un vago poder que sigue su curso por el universo. No es sólo un principio de unidad, una energía de vida, una inteligencia universal o un ser supremo sin fisonomía. Es el Creador de todas las cosas, pero no está difuso en ellas. Él ya era antes de que todas las cosas existieran, pero no es simplemente una energía primordial que diera paso a la vida y desde entonces se esfumara en el universo.
Nos invita a conocerlo no desde lejos, sino muy de cerca. Él no quiere que sepamos acerca de Él, sino que realmente le conozcamos como Moisés lo hizo: “cara a cara, como habla un hombre con su amigo” (Éxodo 33:11).
Preguntas:
¿Qué crees que significa conocer a Dios cara a cara?
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¿Sientes que lo conoces así de cerca, como a tu mejor amigo?
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¿Qué cosas compartes sólo con tu mejor amigo?
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¿Sientes que puedes decírselas al Señor?
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Ahora vemos por espejo, oscuramente; más entonces veremos cara a cara. 1 Corintios 13:12
El gran día llegará para cada uno de nosotros que conocemos al Señor mediante Jesucristo, en el que estaremos en el cielo “cara a cara” con Él (1 Corintios 13:12).
Mientras tanto, cada día llegamos a estar más identificados con Él.
Dios ama a todas las personas de la tierra. Aquellos que todavía no le conocen personalmente pueden tener vistas fugaces de su naturaleza al mirar el universo, Su creación. (Lee Romanos 1:19-20)
Lee Salmos 19:1 – 6. Dios ha puesto su firma en el cielo. ¿Qué impresiones has tenido de Dios al ver un espectacular atardecer o al contemplar la grandiosidad de una noche estrellada?
Dios ama a todas las personas de la tierra. Aquellos que todavía no le conocen personalmente pueden tener vistas fugaces de su naturaleza al mirar el universo, Su creación. (Lee Romanos 1:19-20)
Lee Salmos 19:1 – 6. Dios ha puesto su firma en el cielo. ¿Qué impresiones has tenido de Dios al ver un espectacular atardecer o al contemplar la grandiosidad de una noche estrellada?
Describe cómo te conmovió y qué tan cerca lo sentiste.
Considerando la grandeza y la majestad de toda la creación, es increíble que Dios pensara en la humanidad. David fue un hombre cuyo corazón estaba en sintonía con el del Señor. No obstante, estaba perplejo por la atención y el afecto de Dios hacia nosotros. Al contemplar la grandiosidad y la belleza del cielo nocturno, él pregunta:
“¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria?” (Salmos 8:4).
Bien podríamos agregar: “¿Quién soy yo para que Dios quiera revelarse a mí de manera personal?”
Describimos el proceso de llegar a conocer a otras personas como el hecho de estar cada vez más cerca de ellas. Funciona de la misma manera con el Señor. Entre más llegamos a conocerle, más cerca de Él nos sentimos. Él anhela estar cerca de nosotros, próximo y a la mano, para poder ayudarnos en nuestra hora de necesidad.
Bien podríamos agregar: “¿Quién soy yo para que Dios quiera revelarse a mí de manera personal?”
Describimos el proceso de llegar a conocer a otras personas como el hecho de estar cada vez más cerca de ellas. Funciona de la misma manera con el Señor. Entre más llegamos a conocerle, más cerca de Él nos sentimos. Él anhela estar cerca de nosotros, próximo y a la mano, para poder ayudarnos en nuestra hora de necesidad.
La cercanía de nuestro Dios, la intimidad con la que Él se relaciona con nosotros, es uno de los más asombrosos atributos de nuestra relación con Él, y que lo distingue de los demás dioses. El escritor de Deuteronomio lo planteó de esta manera: Porque “¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está el Señor nuestro Dios en todo cuanto le pedimos?” (Deuteronomio 4:7)
En Jeremías 23:23, Dios le recuerda a Su pueblo: “¿Soy yo Dios de cerca solamente… y no Dios desde muy lejos?”
Su constante invitación a nosotros a lo largo de nuestra vida es: “Acercaos a mi” (Isaías 48:16).
¿CÓMO ES DIOS EN REALIDAD?
Si Dios hubiera querido ser injusto, caprichoso, desleal, cruel, rencoroso o descuidado, habría podido serlo. ¿Cómo hubieras considerado tu vida si Dios hubiera decidido ser alguien diferente de lo que Él es? ¡Qué universo tan horrendo sería!
Si Dios hubiera querido ser injusto, caprichoso, desleal, cruel, rencoroso o descuidado, habría podido serlo. ¿Cómo hubieras considerado tu vida si Dios hubiera decidido ser alguien diferente de lo que Él es? ¡Qué universo tan horrendo sería!
Podemos estar contentos de que Dios es Dios así como Él es. Sus intenciones bondadosas se manifiestan en todo lo que hace. (Lee Efesios 1:3–6.) Entre más llegamos a entender Su corazón y las características de Su trato con las personas, mejor llegaremos a conocerlo.
“Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza;”
Dios es piadoso. Él se inclina como un padre amoroso para hacer por nosotros lo que no podemos hacer por nosotros mismos. “Por tanto, el Señor esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo de vosotros misericordia; porque es Dios justo; bienaventurados todos los que confían en Él.” (Isaías 30:18)
Dios es misericordioso. Él nos comprende y entiende nuestra fragilidad. También nos extiende ansiosamente Su perdón por lo que hacemos mal. “Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, lento para la ira, y grande en misericordia y verdad.” (Salmo 86:15) .
Dios es compasivo. Él nos tiene cariño de la misma manera que una madre piensa con afecto en el hijo que lleva en su vientre. “Pues el Señor tu Dios es Dios compasivo; no te abandonará, ni te destruirá, ni olvidará el pacto que Él juró a tus padres. (Deuteronomio 4:31).
Dios es bondadoso. Él, sorpresivamente, tiene un interés especial en nosotros, de la misma forma que una famosa estrella de fútbol podría saludar a un niño pequeño. “Antes bien, amad a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad no esperando nada a cambio, y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo; porque Él es bondadoso para con los ingratos y perversos.” (Lucas 6:35)
Dios es bueno. Él es generoso, alegre y sereno. El bienestar y la salud fluyen de Él, y hace que todo sea mejor. “Porque Tú, Señor, eres bueno y perdonador, y grande en misericordia para con todos los que te invocan.” (Salmo 86:5)
Dios es justo. No tiene ni un solo defecto. Él siempre es y solamente es de la manera que debe ser. Él es el modelo absoluto sobre el cual nosotros podemos establecer nuestras vidas.
“Justo es el Señor en todos sus caminos, y bondadoso en todos sus hechos” (Salmo 145:17).
“Justo es el Señor en todos sus caminos, y bondadoso en todos sus hechos” (Salmo 145:17).
Es ese Dios tan especial quien espera por ti cada mañana y cada instante. Por qué no caminar de una vez con Él en este mismo día. Te invito a probarlo.
Dr. Daniel Brown.
El Doctor Daniel Brown, ha recibido tres grados de la universidad de UCLA y ha utilizado su talento creativo en la educación y el desarrollo del liderazgo pastoral, siendo mentor para cientos de líderes alrededor del mundo. En 1984 Daniel dio comienzo a la Iglesia “The Coastlands Aptos Foursquare Church” en Aptos California, sirviendo allí como el pastor principal por 22 años.
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