De alguna manera se le enredó el cordón umbilical alrededor de su cuello, dañando su cerebro y sus extremidades. Los doctores le dijeron a los padres de Rick que iba a ser un vegetal para el resto de su vida. Pero Dick Hoyt, el padre de Rick, notó la manera en que los ojos de Rick le siguieron por la habitación y en ese momento inició su esperanza.
Cuando Rick cumplió 11 años de edad, lo llevó al departamento de ingeniería en la Universidad Tufts y preguntó si había algo para ayudar al niño a comunicarse. -”De ninguna manera,” le respondieron. “No ocurre nada en su cerebro.”
“Cuéntale un chiste,” Dick le dijo a uno de los ingenieros de la Unversidad. Lo hicieron. Rick sonrió.
Resulta que mucho ocurría en su cerebro. Lograron crear un sistema que, a través de un equipo, le permitió controlar el cursor al tocar un interruptor con el lateral de la cabeza, Rick finalmente pudo comunicarse, escribiendo a través del computador. Primeras palabras: “¡arriba Bruins! ” (Un famoso equipo de hockey sobre hielo).
Después de un tiempo escuchó que un joven de secundaria había quedado paralizado en un accidente, y la escuela organizó un maratón de caridad para él. Rick le logró escribir a su padre, “Papá, quiero participar”.
“Sí claro” dijo el Papá de Rick de una manera sarcástica . Jamás he corrido más de una milla seguida, ¿cómo voy a empujar a mi hijo cinco millas? Sin embargo, lo intentó. Después de la carrera, parecía yo el minusválido, por dos semanas estuve adolorido como nunca antes, dijo Dick el Padre.
Ese día cambió la vida de Rick por completo. “Papá, le escribió, en el monitor, cuando estábamos en la carrera, pude sentir como si ya no era más discapacitado”.
Y esa frase le cambió la vida a Dick. A partir de ese momento se propuso a darle a Rick ese sentimiento tan a menudo como pudiera. Logró desarrollar una condición física lo suficientemente fuerte para que él y Rick estuvieran dispuestos a tratar la maratón de Boston en 1979.
“De ninguna manera”, le dijeron a Dick. Los Hoyt’s no eran un solo corredor, y que esta no era una carrera para gente en silla de ruedas. Así que, durante los primeros años, Rick y Dick sólo se unían a la carrera en forma extra oficial, corriendo de todos modos con el resto de la gente sin ser parte formal del evento.
Unos años después, encontraron la manera de entrar en la carrera oficial: En 1983, corrieron en otro maratón tan rápido que lograron hacer el tiempo requerido para calificar en la carrera de Boston al año siguiente.
Entonces alguien dijo: “Oye, Dick, ¿por qué no un triatlón?”
¿Cómo es que un tipo, que nunca aprendió a nadar y no ha andado en bicicleta desde que tenía seis años, iba a arrastrar a su hijo de 60 kilogramos a través de un triatlón?
Sin embargo, Dick Lo intentó por su hijo.
A día de hoy han hecho 212 triatlones, incluyendo cuatro agotadoras competencias de 15 horas en la famosa carrera de Ironman en Hawai.
Con las edades 65 y 43 años, Dick y Rick terminaron su 24º maratón de Boston, llegando en la posición número 5.083, en una carrera donde corren más 20.000 participantes.
¿Su mejor momento? Dos horas y 40 minutos en 1992 – sólo a 35 minutos del récord mundial, que, si te pones a pensar, éste último récord, fue hecho por una persona que empujaba a otro hombre en una silla de ruedas.
Así como el pastor carga a un cordero, Yo te cargo a tí cerca de mi corazón…
Isaías 40:11
.
Para realmente apreciar la grandeza de esta historia de amor, te invitamos a ver el siguiente vídeo … Se presenta aquí, cortesía de YouTube.
¿Estás dispuesto a ser inspirado?
¿Estás dispuesto a ser inspirado?
No hay comentarios:
Publicar un comentario