jueves, 29 de diciembre de 2016

Gozo para todos

Pero el ángel les dijo: -No temáis, porque yo os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Lucas 2:10-11
El último día de una conferencia de editoriales cristianas en Singapur, 280 participantes de 50 países se reunieron en el jardín del hotel para tomar una fotografía grupal. Desde el balcón del primer piso, el fotógrafo sacó varias fotos desde distintos ángulos antes de decir al final: «Terminamos». Una voz entre la multitud exclamó con alivio: «Bueno… ¡Al mundo paz!» A lo que otro replicó: «Nació Jesús». Uno tras otro empezaron a cantar, hasta que todo el grupo entonó el conocido villancico. Fue una muestra conmovedora de unidad y gozo que nunca olvidaré.
En el relato de Lucas de la historia de la Navidad, un ángel anunció así el nacimiento de Jesús a un grupo de pastores: «No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor» (Lucas 2:10-11).
El gozo no era para pocas personas, sino para todos, «porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito» (Juan 3:16).
Al compartir con otros el mensaje de Jesús que transforma la vida, nos unimos al coro mundial aclamándolo «por tan precioso don, que Dios nos da con gran amor».
«¡Al mundo paz, nació Jesús!».

Señor, que podamos ver a todas las personas como receptores de tu gracia y tu gozo.
La buena noticia del nacimiento de Jesús es motivo de gozo para todos.

Cuando su boca lo mete en problemas

Leo frecuentemente el verso 3 del Salmo 141 "Pon guarda a mi boca, Jehová; guarda la puerta de mis labios", porque sé que cada día necesito ayuda con mi boca. Quiero que el Espíritu Santo me dé la convicción de cuando estoy hablando demasiado, cuando estoy diciendo cosas que no debería, cuando estoy hablando negativamente, cuando me estoy quejando o cuando me he enredado en cualquier clase de “charla indebida”.
Toda cosa que ofenda a Dios en nuestra conversación, debe ser eliminada. Por esto necesitamos orar continuamente: “Señor, ponme en la boca un centinela; un guardia a la puerta de mis labios”.
Otro escrito sobre la importancia de vigilar lo que decimos es el Salmo 17:3: “¡No pasarán por mis labios palabras como las de otra gente!”. Esto dice que es necesario proponerse guardar nuestras bocas de decir cosas malas o negativas. Resolvemos no decirlas. Cualquier cosa que hablemos en esta vida de fe debemos hacerla con propósito. Elegimos disciplinarnos, lo que no es necesariamente fácil, pero comencemos con una decisión seria. Durante los tiempos difíciles, cuando la tormenta está rugiendo, necesitamos proponernos guardar nuestras bocas de las transgresiones.
Una tercera escritura trascendente sobre el tema es el Salmo 19:14: “Sean, pues, aceptables ante ti mis palabras y mis pensamientos, oh Señor, Roca mía y Redentor mío”.

A una idea de distancia

Podemos intentar deducir que el trabajo arduo es sinónimo de éxito, pero el trabajo duro sin creatividad es demoledor. Hemos sido creados con la poderosa capacidad de crear a partir de ideas y pensamientos, por lo tanto, pidamos creatividad todos los días. Las cosas grandes tuvieron su inicio en una simple idea. Todas las personas de éxito fueron primero soñadores.
Es asombroso lo que la capacidad creativa puede lograr; es como un fuego interior que activa y motiva a hacer cosas; las ideas son como el iniciador, y la acción es como el fuego, y juntos tienen la capacidad de producir grandes cosas.

ideas-de-diosEs bueno ser creativos, pero es muy importante que la creatividad vaya acompañada de la originalidad. Todo lo que Dios creó lo hizo como algo único, así pues, la originalidad le aporta a las cosas una visión de algo nuevo.
No se necesitan motores nuevos, ni combustible para renovar la mente, su imaginación puede despegar en cualquier momento -hoy mismo si lo decide; y bajo cualquier circunstancia. ¡Ya mismo!, pida sabiduría… deje que su mente vuele, no le ponga límites a Dios, deje que Sus ideas llenen su capacidad creativa de opciones nuevas!
En las escrituras está declarado, y lo encontramos en la primera carta que el apóstol Pablo le escribe al pueblo de Corinto, en el verso 16 capítulo 2; “Mas nosotros tenemos la mente de cristo”.
¡Qué
 declaración tan poderosa! Al estar en Cristo somos portadores de su mente, de su capacidad creativa, la que se desarrolla para el bien común, para el crecimiento y mejoramiento de la sociedad y que tiene la capacidad de transformar el mundo.

Un momento oportuno

Al disertar Pablo acerca de la justicia, del dominio propio y del juicio venidero, Félix se espantó y dijo: Ahora vete; pero cuando tenga oportunidad te llamaré. Hechos 24:25.

Aunque el gobernador Félix era conocido por su crueldad, dio a Pablo libertad para ver a sus amigos mientras estaba bajo arresto.
Resultado de imagen de Un momento oportuno para recibir a DiosNo mucho tiempo después de esto, Félix y su hermosa esposa, Drusila, de 22 años, llamaron a Pablo para tener una entrevista en privado con él. Mientras Félix nunca había oído la verdad acerca de Jesús, Drusila sí sabía algo de los cristianos. Pero ambos estaban interesados en escuchar el mensaje de Pablo “acerca de la fe en Jesucristo” (Hechos 24:24)
Pablo sabía que tenía una oportunidad de oro. Estas dos personas podrían no oír nunca más sobre las buenas nuevas de Jesús. Por lo tanto, sencillamente, les contó de su propia fe en Jesús, resaltando las virtudes esenciales en la vida de cualquier cristiano. La orgullosa pareja, sentada en el trono frente a él, sabía muy poco sobre el amor y la vida cristiana.
Pablo les contó, en un lenguaje directo, sobre el carácter de Dios. Explicó que llegaría el día en que Dios juzgaría al mundo entero. Quería que Félix y Drusila aceptaran a Jesús como su Salvador, de manera que no tuvieran que morir con sus pecados. Félix se retorció en su asiento. Nunca antes la verdad había impresionado de esta manera su corazón. Nunca antes se había llenado así su alma de terror. El pensamiento de que todos los secretos de su carrera de crímenes estaban abiertos ante los ojos de Dios, y que habría de ser juzgado de acuerdo con sus hechos, le hizo temblar de miedo. 
Repentinamente, ni él ni Drusila quisieron escuchar más. Félix prometió oír nuevamente a Pablo cuando fuera conveniente. Pero la única vez que vio a Pablo después de esto, fue cuando visitó al apóstol en privado con la esperanza de que Pablo intentara pagar por su libertad. Durante dos años Pablo permaneció como prisionero, y nunca aceptó la oferta de Félix.
Finalmente, el gobernador Félix tuvo que abandonar su puesto envuelto en un escándalo, y la hermosa Drusila murió, años más tarde, en lava ardiente durante la terrible explosión del Vesubio.
La pareja real esperó el momento conveniente para aceptar a Jesús… y esa hora nunca llegó. Postergar su decisión por Cristo terminó en su separación eterna de Dios.