viernes, 12 de agosto de 2016

Cambiando los recuerdos

Todos tenemos recuerdos de nuestra vida, buenos y malos, pero si algo importante debemos aprender es a quedarnos con los buenos; cada uno de nosotros tiene la capacidad de decidir con qué recuerdos nos quedamos.
Tenemos que elegir no enfocarnos en los recuerdos dolorosos. ¿Cómo lo hacemos?, una forma es buscando en ese recuerdo si hay alguien a quién agradecérselo; es decir, cambiar el enfoque de la mala experiencia a los motivos o razones, que, aunque pequeñas, podamos encontrar para dar las gracias. Y tengamos en cuenta que al final simplemente pudiéramos darle gracias a Dios, por el aprendizaje recibido de dichas experiencias.
¿Sabías que cuanto más tiempo llevas conociendo a una persona, visitando un lugar, o trabajando en una empresa, hay más probabilidades de asumir cosas sobre cada uno de ellos? Al pasar tiempo con estas personas o en estos lugares se comienzan a ver los fallos, o incluso a traer a la memoria recuerdos relacionados a malas experiencias que te pueden amargar la relación con ellas, entorpecer tu desempeño en el trabajo o simplemente hacer que tu vida se torne triste y solitaria.

¿Estás reviviendo recuerdos dolorosos de tu pasado? ¿No has podido perdonar a algunas personas de tu pasado? ¿No has cambiado el enfoque de buscar lo malo a buscar lo bueno de cada lugar, persona o situación? Por todo ello es necesario comprender que los recuerdos son una opción. Podemos ser selectivos, o sea, cuando un pensamiento llega a nuestra mente tenemos dos opciones, aceptarlo y comenzar a darle vueltas en la mente, o dejarlo a un lado y cambiarlo por otro totalmente contrario. De lo negativo a lo bueno, es como traer pensamientos de vida a la mente para eliminar los pensamientos de muerte.
¡Toda persona que se aferre a sus recuerdos dolorosos va a ser infeliz
!

Eres Mi Vida

Un niño de la India fue enviado por sus padres a un internado. Antes de ser enviado, este muchacho era el alumno más brillante de su clase. Era el primero en todo, un campeón.
Pero el muchacho cambió después de salir de casa. Sus notas empezaron a empeorar. Odiaba estar en grupo, estaba solo todo el tiempo, y tuvo momento tan oscuros que hasta pensó en el suicidio. Todo porque se sentía inútil y que nadie lo amaba.
Sus padres comenzaron a preocuparse por su hijo, pero incluso ellos no sabían lo que estaba mal en él. Así que su papá decidió viajar a la escuela y hablar con él.
Se sentaron en la orilla del lago, cerca de la escuela. El padre comenzó haciéndole preguntas ocasionales acerca de sus clases, los profesores y los deportes. Después de un rato, su padre dijo, "¿Sabes hijo, la razón por la que estoy aquí hoy?"
El joven contestó, ¿para comprobar mis calificaciones?
“No, no”, su padre respondió: "Estoy aquí para decirte que eres la persona más importante para mí. Quiero verte feliz. No me preocupan las calificaciones, me importas tú, me preocupo por ti y me importa tu felicidad. Eres mi vida".
Estas palabras causaron que los ojos del muchacho se llenaran de lágrimas. Abrazó a su papá y se mantuvieron en silencio un largo rato, no hacía falta decir nada más.
Ahora el muchacho tenía todo lo que quería. Sabía que alguien en esta tierra que se preocupaba por él y le amaba profundamente. ¡Significaba el Mundo para alguien!
Hoy este joven está en la universidad y es el mejor de su clase. Nadie le ha visto triste jamás.
Muchas gracias papá. ¡Tú también eres es mi vida!
Efesios 3:14-15
Yo siempre he sido Padre, y por siempre seré Padre…
Juan 1:12-13
La pregunta es… ¿quieres tú ser mi hijo? …
Romanos 8:31-32
Por mi amor hacía ti haré cualquier cosa que gane tu amor…
Salmos 34:18
Cuando tu corazón está quebrantado, Yo estoy cerca a ti…
Isaías 40:11
Así como el pastor carga a un cordero, Yo te cargo a ti cerca de mi corazón
Apocalipsis 21:3-4
Un día Yo te enjugaré cada lágrima de tus ojos y quitaré todo el dolor que hayas sufrido en esta tierra.

¿Errores? Vuelve a comenzar

Un error es algo equivocado o desacertado. Puede ser una acción, un concepto o una cosa que no se realizó de manera correcta. Partiendo de esta idea, habernos equivocado o cometido un error, independientemente del tiempo que haya pasado, si se recuerda sin haberlo superado siempre nos traerá un sentimiento de dolor, y en ocasiones de impotencia por no poder hacer nada al respecto.
A veces quisiéramos tener una especie de maquina del tiempo para regresar y corregir lo que en el pasado hicimos mal, y de lo que hoy vivimos arrepentidos o con cierta tristeza por intentar cambiarlo; eso que en su momento debió ser lo correcto. Duele a veces no poder hacerlo, no poder retroceder para evitar ese error cometido, pero duele más vivir en el presente soportando la culpa de todos los errores pasados.
Todos nos equivocamos, es más, dejaríamos de ser humanos si no cometiéramos errores. Algunos fallamos en unas cosas y otros en otras, esa es nuestra naturaleza humana, y el error lo notamos cuando las cosas ya han pasado, cuando analizamos y el resultado no es el que esperábamos. Pero es también al equivocarnos, cuando nos damos cuenta que nos falta mucho por aprender, y que es la única manera de valorar y comprender las situaciones de la vida.
Duele darse cuenta cuando se comete un error, cuando se tomó una decisión o actitud equivocada, pero detrás del sentimiento está la parte mas importante: el aprendizaje que nos ha dejado el haber cometido esa equivocación. Aceptar que cometimos un error es el primer paso para superarlo, una persona que no acepta que se equivocó difícilmente puede corregir su rumbo. Y el segundo paso es perdonarse a sí mismo; de nada sirve reconocer que cometiste un error si no lo intentas superar, si a cada momento solo piensas en que echaste a perder algo importante y no hay nada más que hacer, en lugar de pensar en la lección que recibiste.

La sabiduría de Dios

¨Como dicen las Escrituras: destruiré la sabiduría de los sabios y desecharé la inteligencia de los inteligentes. Así que, ¿dónde deja eso a los filósofos, a los estudiosos y a los especialistas en debates de este mundo? Dios ha hecho que la sabiduría de este mundo parezca una ridiculez. 1 Corintios 1:19-20 (Nueva Traducción Viviente).
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Es  importante no creer que lo sabemos todo en esta vida, pues el único que lo sabe todo es Dios, y no podemos compararnos con Él. Pero en la actualidad, una de las cosas que abundan son las personas que creen que se lo saben todo; un ejemplo de ellas sería la gran mayoría de científicos que buscan  un porqué, un sentido, un origen a las cosas, teniendo las respuestas a todas ellas en un libro llamado Biblia. Muchas personas buscan explicaciones a cosas complejas y se enredan la vida, pues les cuesta creer que la respuesta está en Dios y lo que ha hecho por amor a nosotros, enviando a su hijo a morir en una cruz.
¨Ya que Dios, en su sabiduría se aseguró de que el mundo nunca lo conociera por medio de la sabiduría humana, usó nuestra predicación ¨ridícula¨ para salvar a los que creen. Es ridícula para los judíos, que piden señales del cielo. Y es ridícula para los griegos, que buscan la sabiduría humana. Entonces, cuando predicamos que Cristo fue crucificado, los judíos se ofenden y los gentiles dicen que son puras tonterías. 1 Corintios 1: 21-23 (Nueva Traducción Viviente).
¿Acaso hay algo que esté ocurriendo en el mundo que no esté escrito en la Biblia?, pues claro que todo está escrito. Podemos ver los últimos acontecimientos, que hacen referencia a las señales antes del fin del mundo, (guerras, terremotos, calentamiento global...) Hay muchas preguntas a las que no buscamos debidamente respuestas, hay muchas cosas de las que no vemos explicación o que por lo menos, no las alcanzamos a saber, y que conste que esto no es para poner en duda todo lo que Dios hizo, simplemente es porque obviamos muchas cosas y no investigamos en su palabra: ¨las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley. Deuteronomio 29:29 (Reina-Valera 1960).
Así que no nos mortifiquemos queriendo saber todo ni cuestionando a Dios y a todo lo que existe, como es el caso de muchos científicos que no creen en Dios, pues precisamente por esto nunca nos darán una respuesta certera, ni llegarán a la verdad de la cual Dios es el promotor y dueño, a menos que crean de corazón en Él. Así de sencillo, las cosas secretas solo las sabe Dios, y lo que revela es para los que verdaderamente son sus hijos.