lunes, 12 de enero de 2015

Pensando en alto - Reflexiones

La diferencia entre los grandes de espíritu y los demás es que los grandes crean sus vidas activamente, son los protagonistas de sus vidas, mientras que los demás son creados por ellas, esperando pasivamente ver a dónde los lleva la vida. La diferencia entre los dos tipos de personas, es la diferencia entre vivir en plenitud o simplemente existir. 
La marca de un gran jugador es su habilidad en volver a intentarlo; todos los grandes campeones han vuelto a insistir después de la derrota.
A menudo, la diferencia entre un hombre exitoso y uno fracasado no consiste en que las ideas o habilidades de uno sean mejores, sino en el valor que uno tiene de apostar a sus ideas, tomar un riesgo calculado, y actuar.
Una meta no es lo mismo que un deseo, y esta es una distinción muy importante. Podemos tener un deseo sobre el que no pretendemos actuar. Pero no podemos tener una meta sobre la que no pretendamos actuar.
Si queremos felicidad por una hora… echemos una siesta. Si queremos felicidad por un día… vayámonos a pescar. Si queremos felicidad por un año… heredemos una fortuna. Si queremos felicidad para toda la vida… ayudemos a otro.
Si nos concentramos en obtener lo bueno en cualquier situación, descubriremos que nuestra vida se llenará de repente de gratitud, un sentimiento que alimenta el alma. 
Si no estamos dispuestos a escribirlo y firmarlo, no lo digamos.
La vitalidad se muestra no solo en la habilidad de insistir, sino en la habilidad de comenzar de nuevo. 
El temor no tiene ningún poder especial a menos que se lo confiramos, sometiéndonos a él. 
El crecimiento no es una progresión estable, hacia arriba y hacia adelante. En cambio, sí que es un camino serpenteante; tres pasos hacia adelante, dos hacia atrás, uno alrededor del matorral, y unos cuantos simplemente, parados, antes de otro salto hacia adelante.
Se puede pensar mediocremente, pensar muy bajo o pensar alto, y para ello tenemos la presencia del Espíritu Santo.
Escudríñame, oh Dios, y pruébame; Examina mis íntimos pensamientos y a mí.
Yo conozco que todo lo puedes, Y que no hay pensamiento que se esconda de ti. Job 42:2

Jesús libera de yugos

Apoyado en el texto bíblico: Lucas 13:10-17
Jesús vino a dar libertad a los oprimidos, dice Lucas capítulo 4 versículo 18. Dentro de su ministerio, Él sanó, liberó, desató y trajo vida a muchos que padecían ataduras crónicas tales, que ningún ser humano había podido solucionar.
Yugos como esos existen aún hoy día. Yugos que ni la medicina, ni la psicología ni ninguna otra ciencia pueden curar y que aquejan a muchas personas durante años. Solo Jesús tiene un poder ilimitado para restaurar y Él está dispuesto a poner ese poder al servicio de la humanidad. Vamos a ver la historia de una mujer que recibió la liberación de su propio yugo, por parte de las manos de Jesús.
I. La condición de esta mujerLucas 13:11
A. Tenía un espíritu de enfermedad.
B. Había estado así, cautiva durante dieciocho años.
C. Andaba encorvada.
El pasaje hace mención de una particularidad: esa mujer andaba encorvada. Podríamos imaginar que la columna vertebral de esta mujer se encontraba doblada, deteriorada y esto durante años. Cuenta el relato que “de ninguna manera se podía enderezar”.
Una enfermedad de dieciocho años es una situación crítica para cualquier persona, ya que implica una posible ruina económica, frustración, complejos, temores, y un sinnúmero de situaciones negativas adicionales. Valga recordar además, que en aquel tiempo la mujer no contaba con las oportunidades con las que cuenta hoy en día. Prácticamente, una mujer se podía dar por bien servida si se casaba y engendraba hijos. En caso contrario, sus opciones eran mínimas. Incluso la prostitución se veía como un oficio a elegir en caso de no contar con fortuna.

¿Qué posibilidades tendría esta mujer con esta enfermedad? ¿Qué tipo de esfuerzos haría para poder reunir dinero y tratar de encontrar algo de ayuda? Era una situación bastante crítica.
D. Fue al lugar apropiado.
Los versículos 10 y 11 cuentan que Jesús estaba en una sinagoga “y había allí una mujer”. Esta mujer estaba en una reunión cristiana, si lo contextualizamos a términos de hoy. Había ido a un lugar donde se compartía la palabra de Dios, ¡y se encontró nada más y nada menos que frente a frente con el Hijo de Dios!
II. La intervención divina. Lucas 13:12-13.
A. Jesús la vio.
No es que Jesús diera un golpe de vista y por casualidad se fijara en esta mujer con este extraño problema. Jesús ve la condición de quien sufre y se conmueve. Él no es ajeno e indiferente a nuestros problemas.
B. Jesús le habló.
El mensaje de Jesús siempre es de esperanza y liberación.
C. Jesús la tocó.
Cuando Jesús toca la vida de alguien, ¡siempre se produce un milagro!
D. Jesús explica esta particular situación. Lucas 13:16.
1. El diablo tiene poder para atar y atormentar.
Si bien el relato no cuenta el origen de esta atadura, sí cuenta que Jesús la atribuyó a Satanás. Por consiguiente, podemos afirmar que el diablo puede atar a una persona.
2. Pero Dios tiene más poder para desatar y liberar.
Por más que el mismo Satanás ate a alguien, Dios tiene siempre más poder y puede desatar a todos sus cautivos.

Las 4 Leyes Espirituales

Todos los años publicamos este mensaje que, por su relevancia, se hace acreedor de estar abierto a ti.
"Así como hay leyes que rigen el Universo, también hay leyes espirituales que rigen nuestra relación con Dios."

PRIMERA LEY
Dios te AMA, y tiene un PLAN MARAVILLOSO para tu vida.
El amor de Dios
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." (Juan 3:16)
El propósito de Dios
"Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (Una vida completa y con propósito). (Juan 10:10)
¿Por qué la mayoría de las personas no experimentan la vida en abundancia?


Porque,
SEGUNDA LEY
El hombre es PECADOR y está SEPARADO de Dios; por lo tanto no puede conocer ni experimentar el amor, ni el plan de Dios para su vida.
El hombre es pecador
"Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios." (Romanos 3:23)
El hombre fue creado para tener una relación perfecta con Dios, pero debido a su egocentrismo y desobediencia, escogió su propio camino y la relación con Dios se interrumpió. Este acto de voluntad propia, que se manifiesta por una actitud de rebelión activa o indiferencia pasiva, es una evidencia de lo que la Biblia llama pecado.
Está separado
Porque la paga del pecado es la muerte" [separación espiritual de Dios] (Romanos 6:23)

Dios es santo y el hombre pecador. Un gran abismo les separa. El hombre trata continuamente, de encontrar a Dios y la vida abundante mediante su propio esfuerzo,"no haciendo mal a nadie", con una vida recta, con filosofías, etc., pero todas sus tentativas son en vano

La Tercera Ley nos da la única solución a este problema.....


TERCERA LEY
Jesucristo es la ÚNICA provisión (solución) de Dios para el pecador. Solo por Él, puedes conocer el amor y el propósito de Dios para tu vida.
Él Murió en Lugar Nuestro "Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5:8).
Él Resucitó
"Cristo murió por nuestros pecados... Fue sepultado..., Resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;... Y se apareció a Cefas... Y después a los doce... Después se apareció a más de quinientos." (1a Corintios 15:3-6).
Él es el Único Camino
"Jesús dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:6).

Dios ha salvado el abismo que nos mantenía separados de Él, al enviar a Su Hijo, Jesucristo, para que muriera en la cruz en nuestro lugar.

No es suficiente conocer estas tres leyes.


CUARTA LEY
Debemos RECIBIR a Jesucristo como Señor y Salvador, mediante una invitación personal; entonces podremos conocer y experimentar el amor y el propósito de Dios para nuestras vidas.
Debemos Recibir a Cristo
"Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios." (Juan 1:12)
Recibimos a Cristo Por Fe
"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe." (Efesios 2:8-9)
Recibimos a Cristo Mediante Una Invitación Personal:
"He aquí yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré en él" (Apocalipsis 3:20). El recibir a Cristo implica volvernos a Dios (arrepentimiento) confiando que Cristo viene a nuestras vidas, perdona nuestros pecados y hace de nosotros la persona que quiere que seamos. No es suficiente dar un asentimiento intelectual a sus pretensiones ni aún tener una experiencia emocional.


Estos dos círculos representan dos clases de vidas:

 
¿Cuál de estos dos círculos representa tu vida?
¿Cuál te gustaría que representara tu vida?

¿Tienes alguna razón por la cual no deseas recibir a Cristo ahora?


A continuación se explica cómo puedes recibir a Cristo:
PUEDES RECIBIR A CRISTO AHORA MISMO MEDIANTE LA FE EXPRESADA EN UNA ORACIÓN 
(hablando con Dios)
Dios conoce tu corazón y no tiene tanto interés en tus palabras como en la actitud de tu corazón. Tienes como guía la siguiente oración.

"Señor Jesucristo, te necesito. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Señor y Salvador. Gracias por perdonar mis pecados. Toma el control del trono de mi vida. Hazme la clase de persona que quieres que sea."
¿Expresa esta oración el deseo de tu corazón?
Si lo expresa, ahora mismo ora y Cristo vendrá a tu vida como Él lo ha prometido.


Cómo Estar Seguro De Que Cristo Mora en Su Vida:
¿Invitaste a Cristo a entrar en tu vida? Según su promesa, contenida en Apocalipsis 3:20. ¿Donde está Cristo ahora en relación contigo? Cristo dijo que entraría en tu vida. ¿Te engañaría? ¿En qué te basas para saber que Dios ha contestado tu oración? (En la fidelidad de Dios y su Palabra.)
La Biblia Promete Vida Eterna a Todos Los Que Reciben a Cristo
"Y este es el testimonio: Que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, (1. Juan 5:11-13).
Da frecuentemente gracias a Dios porque Cristo ya está en tu vida y porque Él nunca te dejará (Hebreos 13:5) Puedes saber que Cristo está viviendo dentro de ti y que tienes vida eterna, desde el momento en que le invitaste, basándote en Su promesa. El no te engañará.
¿Qué pasa con los sentimientos?

La lámpara del cuerpo

La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Mateo 6:22.23
La forma en que Dios diseñó la anatomía del globo ocular, también arroja luz para que lo entendamos mejor: La retina tiene millones de bastoncitos y conos. Gracias a ellos podemos ver los colores. Cuando baja la intensidad de la luz, los conos que están en la retina no reaccionan y se nos nubla la vista; entonces los bastones se adaptan paulatinamente a la condición de la oscuridad, y lo logran en un lapso de unos cuantos minutos,…esto es una de las maravillas de Su creación…; nuestros ojos son uno de nuestros cinco sentidos físicos, pero también espirituales ya que con ellos vemos para bien o para mal, es decir, para bendición de nuestras almas o para perdición de éstas.

Hemos oído decir que los ojos son las ventanas del alma, que ellos reflejan lo que realmente hay dentro de nuestro ser, y con ellos, muchas veces decimos cosas que aún no han salido de nuestros labios; por ejemplo, cuando estamos enojados, alegres o tristes no necesitamos hablar, ellos lo dicen todo.

Jesús dijo en Mateo 5:29  Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno… ¿qué es lo que puede estar ocasionándole a tu corazón que se contamine?
Cuando Jesús nos dio esta enseñanza, estaba dándonos una analogía. Una enseñanza que representa la teoría que debemos tener los llamados hijos de Dios, porque si esto fuese una práctica real que debiéramos llevar a cabo, todos tendríamos que quedarnos ciegos, cojos o mancos. Tengamos en cuenta que mientras estemos en este mundo el pecado nos asediará y además, creeríamos que los que carecen de vista, no pecan,…lo cual es falso, ya que el pecado se concibe en el corazón del ser humano y no solamente a través de nuestros sentidos físicos; por lo tanto, la enseñanza va más allá…

Solo una cosa es necesaria

"Muchas cosas ocupan nuestra vida, pero solo una cosa es la más necesaria". 

"Mientras iba de camino con sus discípulos, Jesús entró en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa.
Tenía ella una hermana llamada María que, sentada a los pies del Señor, escuchaba lo que Él decía. Marta, por su parte, se sentía abrumada porque tenía mucho que hacer. Así que se acercó a Él y le dijo: 
- Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sirviendo sola? ¡Dile que me ayude! 
- Marta, Marta, le contestó Jesús, estás inquieta y preocupada por muchas cosas, pero solo una es necesaria. María ha escogido la mejor, y nadie se la quitará". Lucas 10:38-41.
En la vida, a veces, nos encontramos como Marta, preocupados, inquietos y abrumados con nuestras responsabilidades y quehaceres, pero vivir de esta manera nos priva del privilegio más grande que podamos tener, que es estar en compañía de Jesús. En la historia vemos que Jesús le dice a Marta que estaba preocupada por muchas cosas, pero ninguna de esas "muchas cosas" eran muy necesarias, lo mejor era estar sentado a los pies del Señor escuchando sus palabras y compartiendo con Él. El centro de este mensaje son las palabras del Maestro cuando dice: "Pero solo una cosa es necesaria". 

Esto es lo que hoy Dios te está diciendo: "Solo una cosa es la más necesaria en tu vida" y es estar en contacto y compañerismo con Jesús. Muchas de las cosas que nos preocupan no son, en verdad, tan importantes como creemos, más bien colaboran para que vivamos más estresados y ansiosos. Por eso todo debemos edificarlo en la confianza y la fe puesta en Dios, descansando en su protección y ayuda.