jueves, 29 de mayo de 2014

Sed - Reflexiones

Cuentan que, una vez un hombre viajaba por el océano y su barco se hundió, quedó a la deriva varios días antes de que, milagrosamente, fuera encontrado por un bote pesquero. Al recuperarse de su pésima condición, contó el peor error que había cometido.
Al sentir una sed desesperante, bebía agua salada, y por la sal contenida en la misma, lejos de saciarse sentía más sed, e introducía sal y arena a su cuerpo que le deshidrataba cada vez más.
Muchas veces, cuando sentimos sed de amor, cariño, comprensión, verdad o atención, la buscamos en cosas que, en vez de saciarnos, nos dejan peor que antes. Así, el solitario se refugia en otro más solitario; el falto de amor lo busca en los placeres y la vida desenfrenada; el incomprendido se refugia en vicios y mal carácter para llamar la atención.
Ya es hora de que dejes de llenar tu cuerpo de agua salada. Jesús dijo: “mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”. Juan 4:14 .
Así que, no busques más saciar tu sed cualquiera que sea, en las cosas de este mundo. El único que puede saciarte es tu amigo y creador Jesús. Haz la prueba, no cuesta nada ¡y lo ganas todo!
Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. Juan 6:35

La libertad de escoger

Desde que fuimos creados, Dios nos dio la libertad de escoger. Todos tomamos decisiones en la vida, pero muchas veces, la influencia del mundo nos lleva a hacer cosas que no nos convienen o que pueden ser nocivas. Por ejemplo: ver películas pornográficas, involucrarnos en negocios ilícitos, murmurar, mentir, etc.
Pero nuestras decisiones siempre traerán consecuencias, sea para bien o para mal.
Algunos toman la decisión de conformarse con una realidad pequeña, aún teniendo capacidad para mucho más. Se comportan de manera estática, conformista y frustrada, ya que no llegan a alcanzar sus metas.
Otros, por el contrario, se atreven a intentarlo todo, incluso asumiendo los riesgos que sus decisiones implican.
Pero para desarrollar nuestro potencial al máximo, es necesario ante todo, ser disciplinados y estar dispuestos a evaluarnos continuamente, para corregir nuestros errores.
Dios creó al ser humano con gran capacidad, pero lamentablemente, sólo utiliza una parte de su potencial mientras que la otra queda desaprovechada. Dios nos dio libre albedrío, por lo cual cualquier decisión es nuestra: nos conformamos con lo que tenemos y que ya hemos alcanzado, o bien luchamos para alcanzar nuestro máximo potencial.

Sabiduría y juicio

Capítulo bíblico 1º Reyes 3.
Después de haber quitado los enemigos de su vida y de su reino, Salomón se enfoca en construir y crecer (versículos 1-2). Como él... primero sana tu corazón, quita de tu vida a los enemigos del propósito de Dios y de la santidad de Dios, y luego ¡crece!, crea actitudes nuevas, fe nueva, relaciones nuevas, esperanzas nuevas, proyectos nuevos. Deja lo que te limita, lo que te estorba, lo que te lastima y luego enfócate en conquistar las oportunidades que Dios te da.
Devocional - SABIDURÍA Y JUICIOSi vas por la vida siempre chorreando sangre por las heridas del pasado, no vas a llegar a ningún lado, nunca. Primero sánate y después conquista.
Deja de dar lástima. Basta de tratarte como una pobre víctima y hazte responsable de tu vida. Busca ayuda, pide consejo, toma decisiones de perdón, de sanidad, de fe... Primero sánate y después crece y construye.
A CORAZÓN ABIERTO
El verso 3 comienza mostrándonos el corazón de Salomón. ¿A quién ama y de qué manera lo demuestra?
No basta con decir: “¡Te amo Dios, te amo tanto!”, y dejar caer tres lágrimas. Tienes que tener actitudes de amor a Dios. No se trata sólo de palabras sino de acciones de fe, de las decisiones de obediencia que tomes, por medio de las que expresas tu amor por Dios.
No es que no le declares tu amor a Dios. Sí, tienes que hacerlo, a eso se llama adoración. Se trata de que, a las palabras de amor le sumes decisiones y actitudes de amor. Acciones de fe que muestren lo que hay en tu corazón por Dios. Es lo que hacía Salomón.

Hoy No, Mañana Sí… - Crecimiento personal-espiritual

“No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.” 
¿Eres de las personas que siempre pospones las cosas para mañana?  ¿Has dilatado tus sueños y no sabes qué hacer?
Seguir posponiendo tus sueños, o seguir posponiendo algún asunto en el hogar o en el trabajo, a la larga cuesta mucho y puede traer mucho dolor. La dilación o procrastinación es uno de los problemas más habituales, que presentan las personas que buscan siempre crear plazos. Se estima, de acuerdo a una investigación realizada por la Universidad de Calgary, que el 95% de las personas postergamos al menos ocasionalmente, pero que hay de un 15 a un 20% que lo hacen de manera frecuente por problemas.
Es muy común encontrarse con personas que dicen:
“Hoy no lo termino, mañana lo hago”

“La próxima semana empiezo”
“El año que viene sí me comprometo” 
Pero cualquier parecido con la realidad es pura coincidenciaMuchas personas van fácilmente a la auto-derrota al postergar sus sueños, creyendo que habrá un mañana cuando las cosas cambien, cuando el viento se ponga a su favor. Porque la esperanza en el mañana les dice: “mañana sí tendré tiempo”
Pero el sabio Salomón escribió: “Quien vigila al viento, no siembra; quien contempla las nubes, no cosecha.”
La postergación es un hábito que, de acuerdo a investigaciones realizadas, cuesta daños a nuestro organismo, ocasiona estrés y puede provocar otras enfermedades como la gripe o ciertos trastornos digestivos. Otras veces también postergamos la visita al médico o al odontólogo, en fin,... Puedes sacar la cuenta de cuánto te ha costado ir a un especialista en salud y comprobar por ti mismo, el coste de la dilación o postergación.