martes, 19 de noviembre de 2013

Un corazón agradecido - Reflexión

“Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios”. Salmo 103:1-2
Cuando Jesús iba camino a Jerusalén, llegó a la frontera entre Galilea y Samaria. Al entrar en una aldea, diez leprosos se quedaron en la distancia, gritando:
-¡Jesús! ¡Maestro! ¡Ten compasión de nosotros! Jesús les miró y dijo: – Vayan y preséntense a los sacerdotes. Y mientras iban, quedaron limpios de la lepra.
Uno de ellos, al ver que estaba sano, volvió a Jesús, y exclamó: “¡Alaben a Dios!”. Y cayó al suelo, a los pies de Jesús, y le agradeció por lo que había hecho. Ese hombre era samaritano.
Jesús preguntó: “¿No sané a diez hombres? ¿Dónde están los otros nueve? ¿Ninguno volvió para darle gloria a Dios excepto este extranjero?”. Y Jesús le dijo al hombre: "Levántate y sigue tu camino. Tu fe te ha sanado". Lucas 17:11-19
La actitud de este hombre debe ser imitada por cada uno de nosotros todos los días, porque Dios es bueno, su misericordia es nueva cada día y su amor es incondicional.
No permitamos que la ingratitud se adueñe de nuestros corazones, por el contrario, que nuestras primeras y últimas palabras de cada jornada sean palabras de gratitud hacia nuestro Creador, por lo que es y por todo lo que hace en nuestras vidas.
Agradezcamos a Dios cada mañana por un día más de vida, por nuestra salud, por nuestras familias, por nuestros trabajos y por todo aquello que nos dio; y a pesar de estar pasando por alguna prueba difícil en estos momentos, no dejemos de alabar y exaltar su nombre, porque sabemos que a los que amamos a Dios, todas las cosas les ayudan a bien (Romanos 8:28) y que nada nos podrá separar de su amor (Romanos 8:35).
Cuando no hay un corazón agradecido, cerramos las puertas para no recibir bendición, pero si por el contrario somos agradecidos, descubrimos que nuestro corazón se llena de vida, fe y esperanza a pesar de la situación que estemos atravesando. 
Fdo.: B. B. S.

Los centinelas - Devocional

centinelasEl hijo de un cantante bien conocido en el mundo evangélico, grabó un video clip con una canción que intenta, de una forma algo diferente, original, expresar los asuntos de la fe. La música que se produce en este tipo de grabaciones, suele ser generalmente bastante discreta en cuanto a su contenido. Sin embargo, este me pareció un trabajo serio en lo referente a su propósito innovador. De algún modo demuestra lo predecible y monótono de las creaciones de sus colegas.

No sorprende oír la cantidad de comentarios adversos, que cierto sector de este universo le ha propinado al joven artista, porque lo distinto siempre da miedo, aterra en el mundo de la obviedad. Lo que golpea duramente es la virulencia de los ataques externos, la falta de respeto y la insolencia con que se refieren al joven, que sólo puede ser explicada porque la soberbia ajena casi siempre va acompañada por la ignorancia.
Esos ataques indocumentados demuestran un impresionante desprecio hacia el trabajo artístico. No les interesa nada en absoluto de la sensibilidad y el esfuerzo del autor. Por descontado que únicamente se apoyan en la globalidad de la cultura, cultura que se encuentra en todas las partes de la sociedad humana, pero desconocen la especialidad de la materia. Un libro, un poema, un cuadro, una escultura, un paisaje, un acontecimiento social, son para ellos tan sólo expresiones de la vida, para las que parecen tener la simple sensibilidad de una pared de cemento.

Tito 3 -- La Palabra (España)

Siguiendo el plan de lectura de la Biblia, ya antes estructurado, hoy nos tocaba leer, entre otros capítulos, éste de Tito, de la 3º carta de Pablo a Tito, y me pareció sumamente interesante publicarlo, para que sea de bendición a todos nosotros. En él se encuentra la esencia del cristianismo. Con este fin va para ti, va para ustedes:

La conducta de los creyentes

Recuerda a los creyentes que deben someterse a las autoridades que gobiernan: que las obedezcan y estén prontos a colaborar en todo lo bueno que emprendan; que no ofendan a nadie ni se peleen con nadie; que se muestren afables y llenos de dulzura con todo el mundo.
Porque también nosotros en otro tiempo fuimos irreflexivos y obstinados; anduvimos descarriados, esclavos de toda suerte de pasiones y placeres, y vivimos en la maldad y la envidia, odiados de todos y odiándonos unos a otros. Pero ahora se han hecho patentes la bondad y el amor que Dios, nuestro Salvador, y tiene a los seres humanos. Él nos ha salvado no en virtud de nuestras buenas obras, sino por su misericordia; y lo ha hecho por medio del lavamiento* que nos hace nacer de nuevo y por medio de la renovación del Espíritu Santo, que Dios ha derramado sobre nosotros con abundancia a través de nuestro Salvador Jesucristo. Restablecidos así por la gracia de Dios en su amistad, hemos sido constituidos herederos con la esperanza de recibir la vida eterna.

Muralla de protección - Devocional

“Jehová es mi luz y mi salvación, ¿De quién temeré?
Jehová es la fortaleza de mi vida, ¿De quién he de atemorizarme?” Salmo 27:1
Si tenemos a Cristo como nuestro Salvador y Señor, estamos protegidos sobrenaturalmente. Si vive dentro de usted, tiene Su protección. Él le dará la claridad que precisa para tomar las decisiones correctas. Él será siempre su luz. Usted debe tener la plena confianza de que Dios no permitirá el acceso del diablo a su vida. Tenga más confianza en Él. El que vive dentro suyo es más grande que el que está fuera. Diga: Dios es mi luz, no tendré temor.
Si Dios en su palabra dice que Él es nuestra luz y salvación, ¿de qué tendremos temor? Ordene sus pensamientos de acuerdo a esta palabra. En el Padre está la fuerza para vivir esta verdad. Cuando usted ordena sus pensamientos y medita en ellos, se afirma su confianza en Él. Diga: cada cosa que necesito, cada cosa que he de comenzar, comienza en el Señor y finaliza en Él. Él es mi protección.
Su destino está en Dios, nada le puede ir mal.
“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo” Efesios 6: 11 
No tenga miedo, manténgase firme vestido de toda la armadura de Dios. La Palabra es su armadura. Vístase de ella. Su protección está en la habilidad que tenga de vestirse de toda la Palabra. Como dijo Jesús: sea hacedor de la palabra y no un oidor olvidadizo, edifique sobre la roca y no sobre la arena. Esté firme. La armadura es Cristo (la Palabra), a través y alrededor nuestro. Esto produce paz en nosotros.