martes, 11 de junio de 2013

¡Oh Señor!, declaro que soy violento - Devocionales, Meditaciones, Reflexión - Vídeo

Cita bíblica: Mateo 11.12 “Desde los días de Juan el bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan”.
La violencia de la que nos habla la Palabra no es la violencia física, sino que más bien trata del esfuerzo que todo creyente debe hacer para conseguir entrar en el reino de los cielos, es decir, para poder alcanzar las bendiciones que el Señor tiene preparado para cada uno de sus hijos. No se trata de demostrar nada delante de Dios, se trata simplemente de humillarse delante de Él, se trata de reconocer que todo lo que poseemos es por la gracia y bondad del Señor, ya que nada lo logramos por méritos propios, no, así es como Dios nos bendice, y debemos reconocerlo y agradecerle por todo lo que poseemos, nuestra familia, el trabajo, los bienes, los alimentos, etc. Humillarse delante de Dios es una forma de darle honra y gloria, ya que de esta manera reconocemos la majestad y poderío de nuestro Creador, y también reconocemos que delante de Él somos insignificantes.

los violentosHoy día hay un gran amor u obsesión por las riquezas o los bienes materiales, como una carrera desenfrenada por poseer muchas cosas, que, según la apreciación del mundo actual, marcan la diferencia con otras personas, alcanzando con ellas/os una mejor forma de vida, o un status social más preponderante…
Cuán equivocado se encuentra el hombre que tiene esta mentalidad, que se esfuerza al máximo por alcanzar algo al precio que sea, por el simple hecho de poder igualarse a otros o que le alaben por lo que posee. Cuánta vanidad y cuánta superficialidad; el hombre está cayendo en la era del consumismo. Aquí cabe preguntar ¿Dónde están aquellos hombres que sabían vivir de forma sencilla, en paz, y agradecidos con Dios, por favor, dónde están? Desafortunadamente los tiempos han cambiado; la modernidad ha hecho que el ser humano vuelva la mirada hacia la tecnología, hacia el avance científico, a las ofertas glamurosas...; y tristemente se ha olvidado de Dios, del Creador, del Proveedor, del Sanador, todo por seguir en la loca carrera del avance en todos los aspectos materiales, tratando de no quedarse fuera de todo adelanto.

La niña de las manzanas - Ánimo en mensaje

manzanasUn grupo de vendedores fue a una convención. Todos le habían prometido a sus esposas que regresarían a tiempo. Sin embargo, la convención terminó un poco tarde, por lo que se vieron forzados a correr por los pasillos del aeropuerto. 

Sorpresivamente y sin querer, uno de ellos tropezó con una mesa que tenía una canasta de manzanas, y las manzanas salieron volando por todas partes.
Sin detenerse, ni mirando atrás, los vendedores siguieron adelante hasta lograr subirse al avión… todos, menos uno. Este “uno” se detuvo, experimentando un sentimiento de compasión hacia la dueña del puesto de manzanas. Así es que regresó sobre sus pasos y se encontró con las manzanas tiradas por el suelo.

Pero su sorpresa fue mayúscula, al descubrir que la dueña del puesto era una niña ciega, quien llorando tanteaba el piso, tratando de recoger las manzanas entre una multitud de gente que pasaba sin detenerse.

El hombre se arrodilló con ella, juntó las manzanas y le ayudó a montar el puesto nuevamente. Seguidamente, al comprobar que algunas frutas estaban magulladas, las separó; sacó su billetera  y le dio a la invidente algo de dinero por el daño ocasionado.

El sensible viajero iba a alejarse, cuando la niña le gritó:
-Oiga, Señor… espere… disculpe: “¿Es usted Jesús…?”
Él no contestó, pero antes de dirigirse a tomar otro vuelo, dio varias vueltas con dicha pregunta  agitándose en su mente: “¿Es usted Jesús?"

Sin fuerzas pero luchando - Devocional - Vídeo

Hay momentos en la vida en los que nos encontramos sin fuerzas, quizá nuestras fuerzas se fueron perdiendo en las batallas; hemos tratado de subsistir a pesar de cualquier circunstancia, y eso tiene un gran mérito.
Hay personas que se rinden al sentirse sin fuerzas, en cambio hay muchos más que a pesar de sentirse sin fuerzas siguen luchando. Y es que a veces parece que lo más fácil es rendirse, cuando rendirse jamás será la mejor opción.
El apóstol Pablo dijo en una ocasión:

“perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos;”

2 Corintios 4:9 (Reina-Valera 1960) 
Pablo estaba expresando el sentimiento que muchos de nosotros tenemos, en momentos en donde nos sentimos sin fuerzas. Porque muchas veces nos sentimos así: derribados.
Quizá los últimos días te has sentido sin fuerzas, sientes cómo todo se va poniendo en tu contra y has luchado a pesar de todo, pero, ¡vaya!, sientes que ya no puedes. A ti, que hoy te identificas con estas palabras, escucha: ¡Sigue luchando!
No hay mejor batalla que la que se lucha a pesar de llevar “desventaja”, las circunstancias que hoy te rodean pueden hacerte pensar que llevas mucha desventaja, pero la realidad espiritual es diferente, porque cuando tú no dejas de luchar, cuando persistes, cuando decides avanzar en lugar de rendirte, es precisamente cuando Dios te premia con la victoria.

¿Cómo puedo entender el libro de Apocalipsis? - Preguntas bíblicas

Respuesta: La clave para la interpretación consistente de la Biblia, incluyendo el libro de Apocalipsis, es tener una hermenéutica consistente. Hermenéutica es el estudio de los principios de interpretación. En otras palabras, es la manera de interpretar la Escritura. Una hermenéutica normal o interpretación normal de la Escritura, significa que, a menos que el verso o el pasaje indique CLARAMENTE que el autor estaba usando un lenguaje figurativo, debes entenderlo en su sentido normal. No busques otros significados si el significado natural de la frase tiene sentido. No espiritualices la Escritura, adjudicándole otro sentido a palabras o frases cuando el autor es claro, bajo la guía del Espíritu Santo; significando por ello que debe ser entendido como está escrito.

Un ejemplo es Apocalipsis 20. Muchos le asignarán varios significados en referencia al período de los mil años. Sin embargo, el lenguaje no implica de ninguna manera, que la referencia a los mil años deba ser tomada interpretativamente de otra manera que no sea un período literal de mil años.

Un bosquejo simple para el libro de Apocalipsis, se encuentra en Apocalipsis 1:19. En el primer capítulo, el Cristo resucitado y exaltado está hablando a Juan. Cristo le dice a Juan: “Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas.” Las cosas que Juan ya ha visto, son registradas en el capítulo 1. Las “cosas que son” (que estaban presentes en los días de Juan) están escritas en los capítulos 2 y 3 (las cartas a las iglesias). Las “cosas que han de ser después” (cosas futuras) están descritas en los capítulos 4 y 22.

¡No te confíes! - Reflexiones - Vídeo

Se pronosticaba un excitante partido de fútbol para esa mañana. Parecía que iba a ser excelente. El equipo de los changuitos estaba ansioso por iniciar el partido. Se oyó el silbato y empezaron a correr todos tras la pelota, pases cortos, pases largos y allí iban corriendo de un lado a otro, de extremo a extremo de la cancha, de pronto un tiro largo, largo, largo.... La pelota fue a parar justo en medio del pantano que se encontraba al otro lado de la cancha.
Los changuitos se pararon a la orilla del pantano, pretendiendo alcanzar el balón con un palo, otro tiraba una piedra y nada. De pronto, un osado y valiente changuito fue dando tremendos saltos hasta llegar donde la pelota. La sujetó mientras el resto de changos desde la orilla le aplaudían y animaban. De pronto el changuito se empezó a hundir, y mientras más se movía pretendiendo avanzar o salir, más se hundía.
Los changos, expectantes, gritaban: ¡Sálvate a ti mismo! ¡Sálvate a ti mismo!. Ante los animosos gritos, el changuito luchó y lo consiguió. Consiguió salvarse de hundirse.
“Confía de todo corazón en el Señor y no en tu propia inteligencia” Proverbios 3.5
Esta es una escritura retadora al orgullo humano que se cree demasiado sabio, que se cree que por sus propios medios saldrá adelante.
Los que han tenido la oportunidad de estudiar una profesión, de obtener alguna diplomatura o lograr una carrera profesional exitosa, incluso los que han alcanzado una posición social, económica  o  laboral trascendente, algún día se encontraron de pronto en medio del pantano, al igual que el changuito de la anécdota. 
Tratar de salir solos de nuestros problemas, pretender hacer las cosas sin ayuda o peor aún, fingir que no necesitamos de nadie para salir adelante en la vida, es la peor de las falacias.
El libro de proverbios nos muestra los beneficios que ofrece la Sabiduría, como entregarse por completo a la búsqueda de inteligencia y buen juicio, como si se buscara dinero o un tesoro escondido.
“Las enseñanzas son una lámpara encendida; las correcciones y los consejos son el camino de la vida” Proverbios. 6.23
“Mira siempre adelante, mira siempre de frente. Fíjate bien en donde pones los pies, y siempre pisarás en terreno firme”. Proverbios. 4.25-26