domingo, 2 de junio de 2013

¿Cómo sé cuál es mi don espiritual? - Pregunta Cristiana - Vídeo

Respuesta: No existe una fórmula mágica o examen espiritual que pueda decirnos exactamente cuáles son nuestros dones espirituales. El Espíritu Santo distribuye Sus dones de acuerdo a Su voluntad (1 Corintios 12:7-11). Al mismo tiempo, Dios no quiere que ignoremos la manera como Él desea que le sirvamos. El problema es que es muy fácil quedarnos atrapados en aquellos dones en los que buscamos servir a Dios, sólo en el área en el que sentimos que tenemos el don espiritual. Y no es así como funcionan los dones del Espíritu. Dios nos llama a servirle con obediencia. Él nos capacitará para recibir cualquier don o dones que necesitemos, para llevar a cabo la o las tareas a las que Él nos ha llamado.

La identificación de nuestros talentos espirituales puede llevarse a cabo de varias maneras. Las pruebas o análisis para detectarlos, aunque no son totalmente fiables, sí pueden ayudarnos a entender dónde podrían estar nuestras dotes espirituales. La confirmación por parte de otros, también nos puede dar luz sobre nuestros talentos espirituales. Con frecuencia, otras personas que ven nuestro servicio al Señor, pueden identificar el uso de nuestro don espiritual, que tal vez nosotros no hayamos identificado o reconocido. La oración también es importante. La persona o Ser que sabe exactamente cómo hemos sido dotados espiritualmente, es El Dador mismo, el Espíritu Santo. Podemos pedirle a Dios que nos muestre en qué área nos ha capacitado, para darle un mejor uso a nuestros dones espirituales para Su gloria.

Sí, Dios llama a algunos a ser maestros y les da el don de la enseñanza. Dios llama a otros a ser siervos y les bendice con el don del servicio. Sin embargo, conocer específicamente nuestro don espiritual, no nos exenta de servir a Dios en áreas aparte de nuestros dones. ¿Es beneficioso saber cuál es o cuáles son los dones espirituales con que Dios nos ha dotado? Desde luego que lo es. ¿Está mal que nos enfoquemos demasiado en los dones espirituales, perdiendo así otras oportunidades de servir a Dios? ¡Sí! Si nos dedicamos a ser utilizados por Dios, Él nos equipará con los dones espirituales que necesitemos.

Los 100 Días del Plebeyo - Reflexiones

Una bella princesa estaba buscando consorte.
Nobles y ricos pretendientes llegaban de todas partes con maravillosos regalos: joyas, tierras, ejércitos, tronos… Entre los candidatos se encontraba un joven plebeyo que no tenía más riqueza que el amor y la perseverancia.
Cuando le llegó el momento de hablar, dijo:
-Princesa, te he amado toda la vida. Como soy un hombre pobre y no tengo tesoros para darte, te ofrezco mi sacrificio como prueba de amor. Estaré cien días sentado bajo tu ventana, sin más alimentos que la lluvia y sin más ropas que las que llevo puestas. Esta será mi dote.
La princesa, conmovida por semejante gesto de amor, decidió aceptar:
-Tendrás tu oportunidad: si pasas esa prueba me desposarás.
Así pasaron las horas y los días. El pretendiente permaneció afuera del palacio, soportando el sol, los vientos, la nieve y las noches heladas. Sin pestañear, con la vista fija en el balcón de su amada, el valiente súbdito siguió firme en su empeño sin desfallecer un momento.
De vez en cuando la cortina de la ventana real dejaba traslucir la esbelta figura de la princesa, que con un noble gesto y una sonrisa aprobaba la faena. Todo iba a las mil maravillas, se hicieron apuestas y algunos optimistas comenzaron a planear los festejos.

Inseguro soy yo - Ánimo en mensaje - Vídeo

Las personas que sufrimos de inseguridad, y digo sufrimos porque es como una enfermedad, debemos entender que la podemos superar. Me incluyo dentro de este grupo, sé lo que es convivir con la duda, con el miedo de hacer algo que no le guste al resto. La inseguridad busca generalmente la aprobación de los demás, lo que conlleva a una desdicha que ensombrece el gran talento que subyace dentro de nosotros.

¿Pero cómo una persona llega a ser insegura? ¿La inseguridad me puede arruinar la vida? ¿Podré superarla? ¿Por qué no puedo ser diferente?; esta y muchas otras preguntas más, son las que rondan en las cabecitas de las personas que padecen este “mal”.

Cuando era pequeño mi mamá solía exigirme perfección en mis tareas escolares; toda mi vida infantil crecí pensando que agradar a mamá era lo primordial, y si no lograba una sonrisa de satisfacción de ella, simplemente no estaba bien lo que había hecho. Después de la decepción venía la culpa; la culpa es uno los amigos que acompañan a la inseguridad, culpa de no ser lo “suficientemente bueno para..." y es precisamente ella la que hace nuestra vida bastante inestable.

Mi vida ha sido una constante LUCHA, con letras mayúsculas, para dejar de ser inseguro. Sin embargo, ¿es en verdad un terrible mal?, ¿un dolor de cabeza? No vamos a negar que sí causa un y mil tropiezos, lágrimas, desesperación, entre otros, pero no es del toda mala porque gracias a ella entramos a un mundo, donde las personas tienen una carencia que necesita ser suplida, y quién mejor proveedor de esa ayuda que Dios.

Hacer o no hacer ¿Qué hago con mi vida? - Crecimiento personal-espiritual

“Nunca sopla viento favorable para el marino que no sabe en qué puerto echar anclas.”
Proverbio americano
Uno de los asuntos que más nos llega es la pregunta, ¿qué hago con mi vida? Estoy en una encrucijada, no sé qué hacer y si lo debo hacer; estar con indecisiones, no querer tomar decisiones por temor a equivocarse, a fracasar.... Razones tiene el proverbio mencionado arriba. Hay un relato árabe que versa así:
“Cuentan que aquella noche era especialmente fría en el desierto. Abdalá montó su pequeña tienda de campaña, tan pequeña que apenas cabía él acostado. Se despidió de su camello, llamado “Indecisión”, acariciándole la cabeza, pero dejándolo fuera, y se dispuso a pasar una noche tranquila y reparadora.
Apenas había conciliado el sueño, cuando el camello le llamó con voz suave pero insistente. “Déjame meter la nariz en tu tienda, hace mucho frío y la tengo completamente helada…
”Abdalá, que era un hombre bueno, accedió a la petición. Pero ocurrió que en cuanto se durmió profundamente, el camello empujó un poco y metió la cabeza entera. Como la tienda era tan pequeña, al hacer esto topó con la cabeza del hombre y le desplazó hasta que éste sacó los pies por el otro extremo. Abdalá protestó, pero “Indecisión” le hizo ver que eso no era gran cosa. Pasó poco tiempo para que el camello metiera los hombros y empujara a su patrón afuera, hasta las rodillas. Para hacer el cuento corto, “Indecisión” siguió introduciéndose en la tienda, llenándola por completo y sacando a Abdalá por el otro extremo, hasta que finalmente quedó completamente fuera.”
¿Le suena esto conocido? ¿No le ha ocurrido alguna vez que al dejar entrar un poco de indecisión, ésta lo llenó todo, apartándole de las cosas buenas de la vida? La indecisión para nada es buena, la indecisión es el obstáculo que te impide alcanzar un resultado extraordinario en la vida, en tu matrimonio, en tus finanzas, en tu carrera o en tu ministerio. Debes tomar decisiones.

Todo medido - Devocional - Vídeo

¿Tienes o tuviste la sensación de tus suplicas no están siendo escuchadas?; esos momentos en los que por más que oras y pides, parece que tu oración no está siendo escuchada, porque no estás recibiendo las respuestas que quisieras recibir.
A pesar de que muchas veces nuestra vista no vea lo que quisiera ver, no significa que Dios no esté al tanto de nuestro caso o que no haya tomado cartas en el asunto.
Una de las cosas más sorprendentes de Dios es que Él tiene TODO MEDIDO, es decir, que su tiempo es perfecto y hará cada cosa en el tiempo indicado.
La Biblia dice:

Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.” 

Eclesiastés 3:11 (Reina-Valera 1960)
La frase de este versículo que dice: “Todo lo hizo hermoso en su tiempo”, nos hace descansar en la confianza de que Él tiene todo bajo control, que todo está totalmente medido.
¿Qué es lo que abate tu alma? ¿Qué situación está robándote el sueño? ¿Qué cosa es la que quisieras ver y no estás viendo? ¿Será que Dios no te escucha? ¿Será que Él no quiere responderte?o ¿será que Él tiene todo medido y sólo está esperando el tiempo perfecto para dar esa respuesta perfecta?