jueves, 26 de diciembre de 2019

El mendigo y el rico

 Lucas 4:14-22

Pedimos a Cristo que se manifieste como aquel día en Galilea, con el poder del Espíritu, y nos conceda con abundancia sus dones y gracias, que se levante en nuestra vida y con su autoridad divina nos confirme que el Espíritu del Señor está sobre Él, y que manifieste su poder.

En este pasaje evangélico, Jesús nos invita a conocer sus atributos divinos y a reconocer el poder que Dios le ha concedido, para que podamos pedir su ayuda con total confianza, sin dudar de su poder.

HOY SE CUMPLE ESTA ESCRITURA

Resultado de imagen de el mendigo y el ricoHemos de tener la certeza y la confianza de que Cristo ha sido enviado a nuestra vida para darnos buenas noticias, para darnos esperanza y sanar los corazones quebrantados y desesperanzados. Quien pierde la esperanza, quien se desalienta al orar, en el fondo está suponiendo que los problemas son más grandes que Dios, que sus dificultades son más poderosas que Dios. Y de eso trata el pecado contra el Espíritu Santo.
Hoy, como ayer y como cada día, se cumple esta escritura, porque el poder de Cristo está igual de vivo y presente como cuando en medio de la sinagoga, ante la mirada expectante de amigos y enemigos, se levantó a leerla. Es el tamaño de nuestra fe el que marca la diferencia. A veces nuestra fe es tímida e insegura, y por eso en nuestra oración pedimos como si Dios no fuera infinito.
En una ocasión, un vagabundo menesteroso e indigente que caminaba hambriento y andrajoso por las calles, se encontró con un hombre rico y poderoso, que al verlo se compadeció y le preguntó: ¿qué necesitas?
Pero el mendigo temió pedir demasiado; pensó que el hombre rico quizás no era tan generoso o tan rico; así que, en lugar de pedirle un techo, ropa, comida, zapatos, en fin, todo aquello de lo que realmente carecía… le dijo: ¿tendría usted una monedita que le sobre? En esta historia el hombre rico se encogió de hombros y se limitó a darle al mendigo solo esa monedita que le pidió, en lugar de darle todo lo que necesitaba.

¿Qué es Lo Más Valioso?

Una leyenda judía dice que dos hermanos compartían un campo y un molino. Todas las noches dividían el producto del grano que habían molido juntos durante el día. Un hermano vivía solo, y el otro se había casado y tenía una familia grande. Un día el hermano soltero pensó: “No es justo que dividamos el grano de manera equitativa, yo solo tengo que cuidar de mí mismo, pero mi hermano tiene niños que alimentar”. Así que cada noche, secretamente, llevaba algo de su harina a la bodega de su hermano.
Resultado de imagen de ¿Qué es Lo Más Valioso?A simple vista parecería justo que el hermano soltero piense en el que está casado y con hijos; pues los gastos de alguien con familia son enormes, “no hay dinero que alcance”; hay que pagar el colegio de cada uno (en ciertos casos), los alimentos, el autobús escolar (también en algunos casos), los útiles, la ropa, etc. El corazón de ese hermano soltero era realmente muy generoso, algo que no suele ser así con los hermanos solteros, pues ellos tienen sus propios gastos y también necesitan su dinero para sus proyectos personales, lo cual es normal.
En la historia bíblica en cuanto a hermanos se refiere, hay de todo: tenemos a Caín y Abel, donde vemos una trágica historia, pues el hermano mayor mata al menor por envidia. También tenemos a Jacob y Esaú, cuya madre en lugar de fomentar los vínculos de amistad entre ellos, tuvo tal preferencia por uno de ellos, que se apartaron el uno del otro. También están Marta y María, una, amante de los quehaceres domésticos y la otra, seguramente más dedicada a la reflexión y a la meditación de las cosas de la vida. Y en estos tres ejemplos de parejas de hermanos, no hubo afinidad entre ellos. Mucha gente tuvo o tiene esta situación en su vida.

miércoles, 25 de diciembre de 2019

¿Deben los cristianos celebrar la Navidad?

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La polémica de si los Cristianos deben celebrar o no la Navidad ha estado vigente durante siglos. Hay cristianos dedicados y sinceros a ambos lados del dilema, cada uno con múltiples razones del porqué o el por qué no se debe celebrar la Navidad en los hogares cristianos. ¿Pero qué dice la Biblia? ¿Da la Biblia una instrucción clara sobre si la Navidad es una festividad que deba ser celebrada por los cristianos?

Primeramente veamos las razones por las que algunos Cristianos no celebran la Navidad. Una razón contra la celebración de la Navidad es que las tradiciones que rodean esta festividad tienen su origen en el paganismo. La búsqueda de información sobre este tema es difícil, porque los orígenes de muchas de nuestras tradiciones son tan oscuros que sus fuentes de información, a menudo se contradicen entre ellas. Campanas, velas, muérdago y otras decoraciones se mencionan en la historia del culto pagano, pero el uso de estas en el hogar no indica retornar al paganismo. Aunque es verdad que hay ciertas raíces paganas en algunas tradiciones, hay muchas más asociadas con el verdadero significado de la Navidad – el nacimiento del Salvador del mundo en Belén. Campanas que tañen para anunciar las buenas nuevas, velas que se encienden para recordarnos que Cristo es la Luz del Mundo (Juan 1:4-9), una estrella que se coloca en la punta del árbol para conmemorar la estrella de Belén, y regalos que se intercambian para recordarnos los obsequios de los reyes magos a Jesús, el regalo más grande de Dios a la humanidad.

Otro argumento contra la Navidad, especialmente el del árbol de navidad, es que la Biblia prohíbe traer árboles a nuestros hogares para decorarlos. El pasaje más citado es el de Jeremías 10:1-16, pero este pasaje se refiere a cortar árboles, cincelar la madera para hacer un ídolo, y después decorarlo con plata y oro con el propósito de inclinarse ante él y adorarlo (véase también Isaías 44:9-18). El pasaje en Jeremías no debe tomarse fuera de su contexto y aplicarse como legítimo argumento contra los árboles de Navidad.

Nacimiento de Jesús - Historia de la Biblia

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Hace más de dos mil años, una mujer de la ciudad de Nazaret llamada María, fue visitada por un ángel llamado Gabriel, quien le dijo a esta mujer judía que daría a luz a un hijo y que le pondría por nombre Jesús, pues sería el hijo de Dios. María era virgen y estaba por contraer matrimonio con un hombre llamado José. Al ver que María estaba embarazada, José, confundido y algo dolido, quiso dejarla en secreto para que nadie la lastimara, pero el ángel Gabriel vino a José y le contó exactamente lo que María ya le había dicho a José, que este bebé es el hijo de Dios, que será llamado Jesús y que salvará a su gente de todo pecado.
A causa de un edicto del rey para hacer un censo, María y José viajaron a la tierra de Belén para cumplir con el edicto. María ya tenía muy avanzado su embarazo, y aún así viajaron por varios días en un burro hasta llegar a su destino, pero no pudieron encontrar ni un solo lugar para poder pasar la noche, pues todo estaba ya ocupado. Viendo que María estaba para dar a luz en cualquier momento, el dueño de una posada les ofreció quedarse en el establo.
 
María y José entraron en aquel establo en donde había animales, y juntando paja hicieron un pesebre para descansar al recién nacido niño Jesús.
 
Durante este tiempo un ángel se apareció a un grupo de pastores que apacentaban sus ovejas en los campos cerca de Belén, y les dijo que traía buenas nuevas pues el Mesías, el Salvador del mundo había nacido. Los pastores lo dejaron todo para ir en busca del bebé, ya que el ángel les dijo que lo encontrarían durmiendo en un pesebre.
 
Poco tiempo después, los tres hombres sabios (también conocidos como los reyes magos) vieron una brillante estrella en el cielo que se postraba justo encima del establo en donde se encontraba el recién nacido Jesús. Estos hombres venían del lejano oriente, y durante su travesía, el rey Herodes de Judea les dijo que después de encontrar al bebé le dieran noticias en donde estaba. Al arribar al establo, los hombres sabios adoraron al Dios viviente y le dieron regalos de oro, incienso y mirra. Después regresaron a su tierra por otro camino, pues sabían que el rey Herodes quería asesinar al bebé que sería el futuro rey.

En los tiempos de hoy, celebramos el nacimiento de Jesús y su venida en la época de la navidad. Puedes leer más en detalle este hermoso y gran acontecimiento en los libros de Lucas y Mateo en el Nuevo Testamento.

Lucas 2:1-20

Mateo 1

Mateo 2:1-12

lunes, 23 de diciembre de 2019

La lógica e intelectualidad de tener fe (en algo)

La fe es una decisión. Y como toda decisión en la vida, debe basarse en algo factible, que sea correcto, útil, beneficioso, real o verídico que enmarque la razón de la misma decisión. Las razones que inciden en la toma de una decisión son tan poderosas como para entrar en la voluntad y cambiar los prejuicios de la mente, prejuicios que representan un obstáculo para el conocimiento y que no nacen con el ser humano, sino que se forjan a medida que el conocimiento crece y se desarrolla en su vida cotidiana.
Todos los seres humanos tenemos la tendencia natural a creer en algo; de hecho, más que una tendencia es una necesidad, tan evidente como la comida o el vestido. Desde el origen de los tiempos, los humanos buscan algo en qué creer; fe que da sentido y propósito a sus vidas y esperanza al corazón.
Toda la vida del hombre está basada en decisiones, las decisiones están basadas en esperanzas, y la esperanza se basa en la fe; así que la vida del hombre está basada en la fe. Ahora bien, la fe se basa en razones, que pueden provenir de hechos o de fantasías. Si la fe se basa en fantasías, la vida del hombre que decide vivir en base a esta fe será una completa falacia. Por el contrario, si la fe se basa en hechos, este hombre vive en la verdad y, por tanto, tiene motivos para ser feliz y sentirse pleno.
Y tratando la verdad, esta no es subjetiva ni relativa; por ejemplo, imagine que una persona está corriendo por la calle; una persona que esté caminando por la misma calle puede interpretar que estaba corriendo porque estaba haciendo ejercicio, y otra persona que esté mirando la escena desde un segundo piso, puede argumentar que estaba corriendo porque alguien lo estaba persiguiendo; por otra parte, una persona que esté de frente a la situación, puede decir que está corriendo porque ha robado una billetera y está huyendo de su dueño. En este sencillo ejemplo vemos que los razonamientos son subjetivos, y se acerca más a la verdad la persona que tenga una mejor perspectiva del evento; sin embargo la verdad no varía, es única, singular, objetiva y absoluta. El hecho era que una persona estaba corriendo en la calle, y ningún testigo de la situación puede negar este acontecimiento. Los hechos son indudables, pero los razonamientos sobre el mismo están sujetos a dudas; la explicación es que los hechos se basan en la verdad, la cual es absoluta; mientras que los razonamientos se basan en hipótesis, que son subjetivas. Existe un hecho que explica la razón por la cual este hombre estaba corriendo por la calle, pero ninguno de los testigos tiene la evidencia necesaria para saberlo, razón por la cual aluden a la imaginación para explicar este hecho.
La validez de las evidencias da como resultado un hecho. Las evidencias se basan en los sentidos, los cuales explican la realidad y nos acercan a la verdad. Los testimonios de aquellos testigos que percibieron con sus sentidos un hecho particular, son una evidencia que, después de ser revisada y comparada para verificar su credibilidad y veracidad, se convierten en un hecho tangible, y el hecho demanda una decisión.

Esta carta es para leer a Solas… ¡Léela!

Yo entonces tenía trece años, y mi familia se había mudado al sur de California desde el norte de Florida un año antes. La adolescencia me había golpeado duramente.
Me mostraba enojado y rebelde, y prestaba muy poca atención a lo que decían mis padres, en especial si se refería a mí. Como muchos adolescentes, luchaba por evadirme de todo aquello que no se ajustara a la imagen que tenía del mundo.
Resultado de imagen de Esta carta es para leer a Solas… Léela!!Al creerme un joven brillante que no necesitaba consejos, rechazaba cualquier manifestación visible de cariño. De hecho, hasta me enojaba al escuchar la palabra amor.
Una noche, después de un día especialmente difícil, me encerré enfadado en mi habitación y me fui a la cama. Mientras yacía allí en la intimidad de mi dormitorio, mis manos se deslizaron debajo de la almohada y encontré un sobre que decía, "Para leer a solas".
Puesto que estaba solo, nadie sabría si lo leería o no, así que lo abrí.
Decía: "Mike, sé que tu vida es difícil ahora, sé que te sientes frustrado y que no siempre hacemos las cosas bien. También sé que te amo con toda el alma y que nada de lo que digas o hagas podrá cambiar eso.
Estaré siempre a tu lado por si necesitas hablar, y si no, no te preocupes. Solo quiero que sepas que no importa a dónde vayas o lo que hagas en tu vida, siempre te amaré y me sentiré muy orgullosa de que seas mi hijo. Estaré siempre contigo y te quiero, eso nunca cambiará. Con amor, Mamá."
Esa fue la primera de varias cartas "para leer a solas". Nunca se mencionaron hasta que fui adulto.
Hoy en día viajo por todo el mundo ayudando a la gente. Al final de un día que me encontraba en Sarasota, Florida, dando un seminario, una dama se me acercó para confiarme los problemas que tenía con su hijo.
Caminamos por la playa y le conté acerca del eterno amor de mi madre y de las cartas "para leer a solas". Varias semanas después, recibí una tarjeta postal en la que me decía que le había escrito su primera carta a su hijo.
Aquella noche, cuando me fui a la cama, puse mis manos debajo de la almohada y recordé el alivio que sentía cada vez que recibía una carta. Justo antes de quedarme dormido, agradecí a Dios que mi madre supiera lo que yo, un adolescente rebelde, necesitaba.
Hoy, cuando hay tempestades en los mares de la vida, tengo la certeza de que bajo mi almohada existirá siempre aquel testimonio de que el amor constante, perdurable e incondicional transforma la vida.

El Mejor Regalo para Ti

Aunque millones de personas celebran el nacimiento de Cristo, pocas parecen ser conscientes de su verdadero significado.
Reconocemos que su nacimiento fue inusitado porque nació de una virgen. Su vida también fue singular porque fue el único que vivió sin pecar. Su muerte también fue inusual. Jesús no fue un mártir. No fue una víctima de circunstancias desafortunadas que moría por una causa digna. Tampoco dio su vida para dar un buen ejemplo.
Hay mucho más en su historia. El Señor Jesús vino a este mundo para ser nuestro Salvador.
Resultado de imagen de la cruz es más importante que el pesebreEl mismo Jesús dijo que vino a buscar y a salvar lo que se había perdido (Lucas 19:10).
¿Quiénes son los perdidos? La Biblia nos dice que todos pecaron y que la paga del pecado es muerte (Romanos 3:23; 6:23). Para salvar al mundo, Jesús tuvo que morir por él. Vino y vivió una vida perfecta, y luego sufrió la muerte que nosotros debíamos haber sufrido. El verdadero significado de la Navidad es que Jesús nació para morir. Porque fue crucificado y luego resucitó de entre los muertos, el perdón de pecados y la seguridad del cielo ahora se ofrecen a todos los que creen (Juan 1:12).
¿Has aceptado el regalo de la salvación de Dios? Si no lo has hecho, hazlo hoy; y ésta será la Navidad más significativa que hayas vivido nunca.
Si no entendemos que la cruz es más importante que el pesebre, habremos perdido el verdadero significado del nacimiento de Cristo.
Mateo 20:28
…el hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos.

viernes, 20 de diciembre de 2019

¿Qué son los Nuevos Cielos y la Nueva Tierra?

Resultado de imagen de ¿Qué son los Nuevo Cielos y la Nueva Tierra?Mucha gente tiene un concepto equivocado de lo que realmente es el cielo. Pero Apocalipsis capítulos 21 y 22 nos dan una detallada descripción de los nuevos cielos y la nueva tierra. Después del final de los tiempos, los cielos y la tierra actuales serán deshechos y reemplazados por nuevos cielos y nueva tierra. La morada eterna de los creyentes será en la nueva tierra. La nueva tierra es el “cielo” en el cual pasaremos la eternidad. Es en la nueva tierra donde residirá la Nueva Jerusalén, la ciudad celestial. Es en la nueva tierra donde estarán las puertas de perla y las calles de oro.

El cielo, la nueva tierra, es el lugar en el cual moraremos con cuerpos físicos glorificados (ver 1 Corintios 15:35-58). Ahora bien, el concepto de que el cielo está “en las nubes” es antibíblico. El concepto de que seremos “espíritus flotando en del cielo” también es antibíblico. El cielo que experimentarán los creyentes será un nuevo y perfecto planeta en el cual viviremos. Ese cielo, la nueva tierra, estará libre de pecado, maldad, enfermedad, sufrimiento y muerte. Será muy parecida a la tierra actual, o quizá una recreación de nuestro actual planeta, pero por supuesto sin pecado.

¿Y qué hay acerca de los nuevos cielos? Es importante recordar que, en la mente antigua, “los cielos” se referían al cielo del espacio exterior, así como al lugar donde habita Dios. Así que, cuando Apocalipsis 21:1 se refiere a los nuevos cielos, está indicando más bien que todo el universo será creado nuevo: una nueva tierra, nuevos cielos, un nuevo espacio exterior. Parece como si el “cielo” de Dios también será recreado, para dar a todas las cosas en el universo un “nuevo comienzo”, ya sea físico o espiritual. ¿Tendremos acceso a los nuevos cielos en la eternidad? Posiblemente... pero tendremos que esperar para averiguarlo. ¡Dejemos que la Palabra de Dios dé forma a nuestra comprensión del cielo!


La Obediencia del Cristiano

Santiago 1:22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
En el libro de Génesis 2:16-17 leemos que Dios mandó (obedecer) a Adán no comer del árbol de la ciencia del bien y del mal. Más adelante leemos que Adán y Eva desobedecen a Dios (Génesis 3:1-13), e inmediatamente las consecuencias de su desobediencia y pecado las vivimos hoy en día.
Resultado de imagen de La Obediencia del CristianoLa obediencia espiritual viene cuando el creyente se arrepiente de sus pecados y se convierte a Cristo (Gálatas 2:20). A partir de ese momento en la persona ya no reina su corazón sino Jesucristo; por lo tanto, el creyente comienza a vivir por fe, haciendo la voluntad de Dios de acuerdo con las Escrituras.
La fe y la obediencia, ahora son la plataforma del creyente para cumplir la voluntad de Dios y la gran comisión (Mateo 28:19-20), (Marcos 16:15). Esta es la obediencia de todo creyente en Cristo.  Así como Adán y Eva debieron obedecer no comiendo del árbol de la ciencia del bien y del mal, nosotros los creyentes tenemos un compromiso con el Señor, al cual es necesario obedecer (Deuteronomio 28:1).
Esta debe ser la enseñanza de todo creyente a los nuevos cristianos; sin obediencia se tendría que cuestionar la fe de una persona, si es nacida de nuevo realmente. La Palabra de Dios es muy clara sobre la desobediencia (Deuteronomio 28:15). Dios fue muy claro con Adán y Eva, y nosotros los creyentes, también sufriremos consecuencias si no tomamos en serio lo que Jesús hizo por nosotros en la cruz.
Cuando un creyente tiene un genuino arrepentimiento, la persona deja atrás todo su pecado y su antigua manera de vivir, permitiendo que Jesús transforme su vida para obedecer haciendo Su voluntad, ya que existe un verdadero agradecimiento con Jesús por morir en nuestro lugar en la cruz, a causa de nuestros pecados. Cuando obedecemos a Dios, vivimos con fe (1 Juan 2:3-4); y la fe la demostramos mediante la obediencia a la Palabra de Dios con gozo y alegría (Proverbios 3:1).