Fue durante el reinado de Nerón cuando el apóstol Pablo escribió su epístola a los romanos. Aunque se podría esperar que él alentara a los cristianos de Roma para que se levantaran contra el gobernador que los oprimía, él en el capítulo 13 escribe:
“Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos. Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella; porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo. Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia. Pues por esto pagáis también los tributos, porque son servidores de Dios que atienden continuamente a esto mismo. Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra” (Romanos 13:1–7).
Incluso bajo el reinado de un emperador cruel y sin dios, Pablo, escribiendo bajo la inspiración del Espíritu Santo, les dice a sus lectores que estén en sujeción al gobierno. Además, afirma que no existe una autoridad distinta de la que fue establecida por Dios, y que los gobernantes están sirviendo a Dios en sus cargos políticos.
Pedro escribe casi lo mismo en una de sus dos cartas del nuevo testamento:
"Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior, ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien. Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos. Actuad como personas libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios. Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey" (1 Pedro 2:13-17).
Las enseñanzas de Pablo, como también las de Pedro, han dado lugar a un buen número de preguntas de los cristianos referidas a la desobediencia civil. ¿Pablo y Pedro quieren decir que los cristianos siempre tienen que someterse a cualquier cosa que el gobierno ordene, sin importar lo que se les pida?
Demos un breve vistazo a las diversas opiniones de la Desobediencia Civil.
Hay al menos tres posiciones generales sobre el tema de la desobediencia civil. El punto de vista anarquista dice que una persona puede elegir desobedecer al gobierno cuando quiera y cuando se sienta personalmente justificado para hacerlo. Tal postura no tiene base bíblica alguna, como se evidencia en los escritos de Pablo en Romanos 13.
Opuestamente, el patriota extremista dice que una persona debería siempre seguir y obedecer a su país, sin importar la orden. Esta idea tampoco tiene base bíblica. Además, no está apoyada por la historia de las naciones. Por ejemplo, durante los juicios de Nuremberg, los abogados de los criminales de guerra nazis intentaron argumentar en defensa de sus clientes, que estos estaban solo siguiendo órdenes directas del gobierno y, por lo tanto, no podían ser considerados responsables de sus acciones. Sin embargo, uno de los magistrados desestimó su argumento con una simple pregunta: "¿Pero, señores, no hay una ley por encima de nuestras leyes?"
La posición que las escrituras defienden es la posición de la sumisión bíblica, con el permiso que se le da al cristiano de actuar en desobediencia civil al gobierno si este ordena algo perverso; de manera tal, que se obliga (eximiendo) a que el cristiano actúe de una forma, que en principio es contraria a las claras enseñanzas y requisitos de la palabra de Dios.
Ejemplos de Desobediencia Civil en las Escrituras:
- En Éxodo 1, el faraón egipcio dio la orden clara a dos parteras hebreas de que tenían que matar a todos los judíos varones recién nacidos. Una patriota extrema habría ejecutado sin más la orden del gobierno, sin embargo, la biblia dice que las parteras desobedecieron al faraón y "temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaron la vida a los niños" (Éxodo 1:17). La biblia dice que las parteras mintieron al faraón acerca de por qué estaban dejando que los niños vivieran; a pesar de que mintieron y desobedecieron a su gobierno, "Dios hizo bien a las parteras; y el pueblo se multiplicó y se fortaleció en gran manera. Y por haber las parteras temido a Dios, Él prosperó sus familias" (Éxodo 1:20-21).
- En Josué 2, Rahab directamente desobedeció la orden del rey de Jericó de descubrir a los espías israelitas, que habían entrado en la ciudad para obtener información para la batalla. En su lugar, ella los hizo descender con una cuerda para que pudieran escapar. Aunque Rahab había recibido una orden clara de un alto funcionario del gobierno, se resistió a la orden y liberó su vida de la destrucción de la ciudad, cuando Josué y el ejército israelí la destruyó.
- El libro de 1 Samuel registra una orden dada por el rey Saúl, durante una campaña militar, por la que nadie podía comer hasta que Saúl hubiera ganado su batalla contra los filisteos. Sin embargo, Jonatán, hijo de Saúl, que no había escuchado la orden, comió miel para refrescarse de la dura batalla que el ejército había librado. Cuando Saúl se enteró, ordenó que su hijo muriera. Sin embargo, el pueblo se resistió a la orden de Saúl y libraron de morir a Jonatán (1 Samuel 14:45).
- Otro ejemplo de desobediencia civil, de acuerdo con la sumisión bíblica, se encuentra en 1 Reyes 18. Este capítulo nombra brevemente a un hombre llamado Abdías que "temía grandemente al Señor". Cuando la reina Jezabel mataba a los profetas de Dios, Abdías tomó a cien de ellos y los ocultó de ella para que pudieran vivir. Ese acto constituye un claro desacato a los deseos de la autoridad gobernante.
- En 2 de Reyes, se registra la única rebelión aparentemente aprobada contra un funcionario del gobierno. Atalía, la madre de Ocozías, empezó a destruir la descendencia real de la casa de Judá. Sin embargo, Joás el hijo de Ocozías, fue llevado por la hija del rey y lo ocultó de Atalía para que el linaje se preservara. Seis años más tarde, Joiada reunió hombres en torno a él, declaró a Joás como rey y mataron a Atalía.
- Daniel registra varios ejemplos de desobediencia civil. La primera se encuentra en el capítulo 3, donde Sadrac, Mesac y Abed-nego se negaron a adorar la estatua de oro, en clara desobediencia a la orden del rey Nabucodonosor. La segunda está en el capítulo 6, donde Daniel desafía el decreto del rey Darío de no orar a nadie más que al rey. En ambos casos, Dios rescató a Su pueblo de la pena de muerte que se les había impuesto.
- Ya en el nuevo testamento, el libro de los Hechos registra la desobediencia civil de Pedro y Juan hacia las autoridades que en ese momento estaban en el poder. Después de que Pedro sanó a un hombre cojo de nacimiento, Pedro y Juan fueron arrestados por predicar acerca de Jesús y fueron puestos en la cárcel. Las autoridades religiosas estaban decididas a que no enseñaran acerca de Jesús; sin embargo, Pedro dijo, "Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído" (Hechos 4:19-20). Más tarde, los gobernantes confrontaron a los apóstoles nuevamente y les recordaron la orden de no enseñar acerca de Jesús, pero Pedro respondió, "Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres" (Hechos 5:29).
- Un último ejemplo de desobediencia civil se encuentra en el libro del Apocalipsis, donde el anticristo ordena a todos aquellos que estén vivos durante los tiempos finales, que adoren una imagen de sí mismo. Pero el apóstol Juan, quien escribió Apocalipsis, dice que aquellos que se convierten en cristianos en ese momento, desobedecerán al anticristo y a su gobierno y se negarán a adorar la imagen (Apocalipsis 13:15), así como los compañeros de Daniel violaron el decreto de Nabucodonosor para adorar a su ídolo.
Conclusión - Desobediencia Civil
¿Qué conclusiones se pueden sacar de los anteriores ejemplos bíblicos? Las directrices para la desobediencia civil de un cristiano se pueden resumir así:
• Los cristianos deben resistirse a cumplir las normas de un gobierno que obliga o impone la maldad, y deben trabajar en forma no violenta dentro de las leyes de la tierra, para cambiar un gobierno que permite el mal.
• La desobediencia civil está permitida cuando las leyes o las órdenes del gobierno constituyen una violación directa de las leyes y mandatos de Dios.
• Si un cristiano desobedece a un gobierno perverso, a menos que escape del gobierno, debería aceptar el castigo del gobierno por sus acciones.
• A los cristianos ciertamente se les permite trabajar para instalar nuevos líderes del gobierno, en el marco de las leyes establecidas.
Por último, a los cristianos se les manda orar por sus dirigentes y para que Dios intervenga en Su momento para cambiar cualquier camino impío que estén siguiendo: "Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad" (1 Timoteo 2:1-2).
No hay comentarios:
Publicar un comentario