viernes, 15 de mayo de 2020

Pedro no se ahogó

La mayoría conocemos la historia de Jesús caminando sobre las aguas y Pedro hundiéndose por haber dudado, pero vamos a detener la historia en un momento importante de ese acontecimiento.
Recordemos un poco; los discípulos vieron a Jesús andando sobre las aguas y creyeron que era un fantasma. Pedro, en medio de su duda, le dijo a Jesús que ordenara que pudiera caminar hacia Él y Jesús lo hizo. Luego, la parte que más conocemos; Pedro dudó y comenzó a hundirse gritando, pidiendo ayuda para que Jesús lo salvara porque se hundía. Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él y le dijo: !Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? Y cuando ellos subieron a la barca, se calmó el viento. Mateo 14:31,32
pedro no se ahogoEse momento exacto en el que después de tanta duda y poca fe Pedro se hundía, lo podemos ver como una escena en la que por su mente pasaba lo peor. Pero Jesús estaba ahí, extendió su mano y lo sacó del agua, lo llevó a la barca y calmó el viento. En solo un instante cambió el panorama, los momentos de angustia de Pedro los transformó en calma y seguridad.
A veces nosotros nos encontramos como Pedro; sabemos de Dios y las cosas que puede hacer, pero nuestras situaciones, problemas o necesidades nos hacen dudar y sentir que nos hundimos; en ocasiones las cosas que pasamos son tan fuertes que sentimos que nos estamos hundiendo, que no podemos controlar la situación, que el mar de problemas va a ahogarnos, pero olvidamos que Dios está ahí a nuestro lado, listo para socorrernos.
¿Hasta dónde has sentido que los problemas parece que te ahogan, que te hundes o que necesitas urgentemente la ayuda de Dios? Dios espera que recapacitemos y no olvidemos nunca que Él está siempre ahí, que reaccionemos con fe a todas las dificultades por fuertes que sean.
Tal vez de la historia de Pedro solo recordamos o pensamos en cómo se hundía por dudar, pero es importante y muy bueno recordar lo que también sucedió aquel día; Dios le mostró que no lo había dejado solo y lo sacó del peligro de ahogarse, le extendió su mano y lo aseguró en la barca. Quizá otra persona hubiera dejado hundirse a Pedro por dudar o por ofenderlo al tener tan bajo nivel de fe, pero el corazón de Dios está lleno de misericordia y amor.
Pedro sintió temor, angustia, desesperación al verse en medio del mar y sintiendo como se hundía por su falta de fe, algo muy parecido a cuando nos encontramos en problemas; pero Jesús estaba ahí, con todo bajo control y esperando solo que creyera, tal como lo hace siempre con nosotros. Solo recuerda que Pedro por más que sintió hundirse, y aun a pesar de sus dudas, no se ahogó.

Dios no pone pruebas que no podamos soportar, solo hace que con cada una crezca nuestra fe, nuestra relación con Él. Si tú sientes que te hundes en el mar de tus problemas, solamente recuerda que tienes que creer, que Dios está a tu lado y no va a dejar que te hundas. Aunque tu fe esté siendo desafiada y los tiempos a veces sean duros, Él está ahí, observándote y listo para socorrerte y llevarte a la barca mientras calma el viento que te azota. Solamente ten fe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario