domingo, 12 de abril de 2020

Las tres tentaciones de Jesús

Al principio de su ministerio público, justo antes de él, Jesús fue al desierto por un tiempo. (Ver Mateo 4:1-11). Allí, fue tentado por Satanás de tres maneras significativas. Y la forma en que Jesús enfrentó esas tentaciones nos enseña algunas lecciones útiles de cómo honrar a Dios.


La tentación física: haz lo que te siente bien.
Resultado de imagen de las tres tentaciones de jesús en el desiertoJesús estaba ayunando, por lo que el diablo lo tentó con pan.
Mateo 4:3-4 En ese tiempo, el diablo se le acercó y le dijo: —Si eres el Hijo de Dios, di a estas piedras que se conviertan en pan. Jesús le dijo: —¡No! Las Escrituras dicen: “La gente no vive solo de pan, sino de cada palabra que sale de la boca de Dios”.
Ésta fue una tentación física; también se puede ver como la tentación de usar el poder de Cristo para sus propios fines egoístas en lugar de la misión de Dios. La mentira de Satanás era que Jesús no debía confiar en la provisión de Dios, debía manejar el asunto con sus propias manos. La respuesta de Cristo apeló a la fidelidad de Dios y a Su Palabra. Curiosamente, Jesús creó de forma milagrosa pan en un milagro que hizo más tarde, pero la alimentación de los 5000 estuvo en línea con los propósitos de Dios para Él, para atraer a la gente a sí mismo.
La tentación emocional: cuestionar el amor de Dios.
Segundo, Satanás invitó a Jesús a saltar de un lugar muy alto para demostrar que era el Hijo de Dios.
Mateo 4:5-7 Después el diablo lo llevó a la santa ciudad, Jerusalén, al punto más alto del templo, y dijo: —Si eres el Hijo de Dios, ¡tírate! Pues las Escrituras dicen: “Él ordenará a sus ángeles que te protejan. Y te sostendrán con sus manos para que ni siquiera te lastimes el pie con una piedra”. Jesús le respondió: —Las Escrituras también dicen: “No pondrás a prueba al Señor tu Dios”.
Satanás citó un pasaje de la Biblia para tratar de manipular a Jesús. Esta fue una tentación para probar el cuidado del Padre hacia Él. ¿El padre realmente te ama? Jesús podía demostrarlo poniéndose en peligro para forzar a Dios a que lo ayudara.
La respuesta de Jesús es una simple apelación a un principio, por lo demás, eterno. No pongas a prueba a Dios cuando Él ya ha hablado con claridad. Dios Padre ya dijo amar a Jesús, como testificó en su bautismo. La palabra de Dios es la verdad; cuestionarla es un claro signo de inseguridad y falta de fe.

La tentación del control: apoderarse del trono.
Después Satanás tentó a Jesús con el control sobre todos los reinos del mundo.
Mateo 4:8-10:  Luego el diablo lo llevó a la cima de una montaña muy alta y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria que hay en ellos. —Te daré todo esto —dijo—, si te arrodillas y me adoras. —Vete de aquí, Satanás —le dijo Jesús—, porque las Escrituras dicen: “Adora al Señor tu Dios y sírvele únicamente a él”.
Jesús vino a la tierra por estos reinos. Su misión era reunir a todas las naciones en el reino de Dios. Pero aquí estaba la tentación, la de tomar un atajo al propósito de Dios. Todo el dominio del mundo se le daría a Jesús cuando terminara su trabajo – pero no antes. Mas su trabajo consistió en la crucifixión. Antes de que Jesús pudiera sentarse en el trono, tuvo que colgar en la cruz. Satanás, por el contrario, estaba diciendo: “puedes tenerlo todo, y no tienes que seguir el plan de Dios para conseguirlo.”
La respuesta de Cristo mostró su verdadera lealtad. Está claro que no iba a servir al diablo por ninguna razón – aunque parecía alinearse con algo bueno. Jesús confiaba en el plan de Dios y en sus métodos.
5 Lecciones para la actualidad.
Satanás lanzó su artillería más pesada a Jesús, pero la manera en que Jesús lidió con estas tentaciones es muy instructiva:
  1. Nadie está exento de la tentación. Ni siquiera Jesús. No hay ninguna razón para pensar que tú y yo nos libraremos de ella, por lo que no te sorprendas cuando llegue.
  2. Tentación no es lo mismo que pecado. No es un pecado ser tentado o sentir la tentación. Jesús fue tentado, pero nunca pecó. Se convierte en pecado cuando crees y actúas, basado en la mentira, después de la tentación.
  3. Responde a la tentación con la Palabra de Dios. Si tienes una tentación particular que Satanás usa mucho en tu vida, memoriza (o pon en un lugar prominente) versículos bíblicos que tengan que ver directamente con esta cuestión.
  4. Resiste al diablo en el poder del Espíritu Santo. Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto. Todo lo que hacía era confiando en el poder del Espíritu. No resistió la tentación en base a su propia deidad nativa. Se enfrentó a la tentación confiando en el Espíritu – de la misma manera podemos resistir al diablo.
  5. Busca la voluntad de Dios. En cada tentación, Satanás trató de desviar a Jesús de la misión de Dios. Si estás buscando el propósito de Dios para tu vida, tendrás éxito superando la tentación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario